Profesantes de la iglesia católica destruyeron una muestra de arte en la UnCuyo
La muestra “8M Manifiestos Visuales” expuesta en el Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo fue destruida por un grupo de profesantes católicos que también violentaron a las personas presentes. De la misma manera que Bergoglio en 2004 dirigió la destrucción de la muestra de León Ferrari en el CC Recoleta, la Arquidiócesis de Mendoza también había denunciado la obra conmemorativa del Día Internacional de la Mujer. Tras los ataques, la artista plástica cuya obra fue destruida, Cristina Eliana Pérez expresó: «Nos quieren silenciar, no quieren que nuestras voces se escuchen. No podemos tolerar la intolerancia». Por su parte la Asamblea de Trabajadorxs de las Artes Visuales de Mendoza expresó su total repudio y «Nunca más» ante los hechos violentos perpetrados a las obras así como todo acto de odio. Solicitaron «que se garantice la libertad de expresión tanto dentro como fuera de la Universidad» y exigieron «se apliquen las acciones legales correspondientes a los responsables de estos actos de violencia». Por Manuela Wilhelm (ANRed)
Las imágenes del Anexo Luis Quesada del Rectorado Universidad Nacional de Cuyo exponen la destrucción total que hicieron un grupo de profesantes de la iglesia católica de la muestra “8M Manifiestos Visuales”. Los videos registraron al grupo rezando frente a un hombre que dirige: «Dios te salve María Llena eres de gracia El señor es contigo Y bendita tú eres Entre todas las mujeres Entre todas las mujeres Y bendito es el fruto De tu vientre Jesús…»
Días antes de cometer el delito, la Arquidiócesis de Mendoza había denunciado públicamente la exposición de arte conmemorativa del Día Internacional de la Mujer. Señalaban que contiene «una violencia simbólica sobre signos religiosos cristianos, no solamente católicos» y hiere «convicciones religiosas».
Tras los ataques a la muestra expuesta en la UnCuyo, una institución laica, pública y gratuita, la artista plástica cuya obra fue destruida, Cristina Eliana Pérez, le dijo a Radio Nihuil: «Nos quieren silenciar, no quieren que nuestras voces se escuchen. No podemos tolerar la intolerancia«.
«Soy investigadora artística, no es improvisación. Viajo, expongo en el mundo. No me interesa ofender a la Iglesia, yo soy creyente. Me interesa que se debata», señaló Pérez y concluyó: «No vulneran una obra, vulneran un pensamiento. Cristo fue crucificado por su pensamiento. ¿Qué quieren hacer con nosotras?«.
La exposición agredida resultó de una convocatoria institucional en el marco del 8M, día internacional de la lucha por los derechos de las mujeres. Fue inaugurada el 7 de marzo pasado con la participación de 36 estudiantes, docentes y graduadas de la Facultad de Artes y Diseño y apuntaba a mostrar obras con «una mirada crítica sobre la sociedad patriarcal y reivindicar las conquistas de derechos», como señalan desde la UNCUYO.
El secretario de Extensión y Articulación de la Facultad de Artes y Diseño, Sergio Rosas, contó: «Llegué cuando estaba todo roto y empecé a filmar. Una mujer me dijo que no grabara nada porque había niños», relató Rosas en diálogo con Canal 7. Denunció que «otros me decían ‘puto, carancho, zurdo, ya sabemos dónde vivís'». También aseguró que está al tanto que «Se citaron ellos mismos desde las 17 por la web. Tenemos el registro y pueden ser individualizados».
Por su parte, la Asamblea de Trabajadorxs de las Artes Visuales de Mendoza expresó su total repudio y «Nunca más» haciendo énfasis en la cercanía de los actos de odio con el aniversario de la última dictadura cívico eclesiástico militar. «Que se garantice la libertad de expresión tanto dentro como fuera de la Universidad» exigieron y que «se apliquen las acciones legales correspondientes a los responsables de estos actos de violencia».
La asamblea contextualizó que la muestra conmemorativa del 8M contaba con obras de profundo contenido simbólico, reflexivo y político «frente a lo cual un grupo de personas profesantes de la iglesia católica se sintió ofendido». La Arquidiócesis de Mendoza había advertido: «De no ser inmediata la acción de restitución del daño infligido a nuestro principios y valores religiosos, procederemos, según nos ampara la ley, a realizar la denuncia correspondiente en el ámbito de la Justicia federal«. Pero iglesia católica eligió proceder al daño y destrucción de varias obras, «cometiendo un acto de vandalismo y extremismo religioso, afirman desde la asamblea.
Sobre la campaña de la iglesia para justificar sus acciones, señalaron: «Han sido difundidas imágenes descontextualizadas de las obras expuestas, sin atender ni considerar tanto el texto curatorial como los fundamentos de las autoras, ni la pertenencia de estos íconos a la cultura global occidental, más allá de su referencia litúrgica»
«A cuatro días del 24 de marzo, día por la memoria, la verdad y la justicia; esta acción nos recuerda el horror sucedido en nuestro país, cuando se quemaban libros y se atentaba constantemente contra los derechos civiles y la libertad de expresión».
Los ataques a la expresión artística recuerdan al accionar de Jorge Bergoglio, hoy «Papa Francisco» que también arremetió al grito de Viva Cristo Rey contra la expresión artística. En 2004 cuando era cardenal dirigió un ataque contra la obra de León Ferrari. Esta no solo fue amenazada, denunciada y destruida (en parte), sino que la jueza Liberatori retiró algunas piezas de la muestra y luego el 17 de diciembre, la clausuró por completo. Otra coincidencia, la muestra también exponía la violencia del patriarcado, particularmente la relación de la Iglesia Católica con los militares.
Así como la Arquidiócesis de Mendoza se justificó antes del ataque que destruyó las obras de «8M Manifiestos Visuales», en 2004 Bergoglio había publicado en el diario La Nación una «carta pastoral» que azuzaba a sus fieles: «Hoy me dirijo a ustedes muy dolido por la blasfemia que es perpetrada en el Centro Cultural Recoleta con motivo de una exposición plástica. También me apena que este evento sea realizado en un Centro Cultural que se sostiene con el dinero que el pueblo cristiano y personas de buena voluntad aportan con sus impuestos». También agregaba: «frente a esta blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad, todos unidos hagamos un acto de reparación y petición de perdón el próximo 7 de diciembre».
Tiempo después Ferrari dijo: «El cardenal Bergoglio escribió una carta en contra la muestra que leyeron en todas las iglesias diciendo que era blasfemo. La blasfemia en la religión se paga con la muerte por lapidación. Así que cuando procesaron a los muchachos que rompieron algunas obras, pensé que tendrían que haberlo condenado al cardenal Bergoglio porque él había incitado a esta gente para que las rompiera. Por suerte no me rompieron la cabeza».