Tragedia Yanomami
El 20 de enero el portal Sumauma difundió un reportaje titulado “no conseguimos ni contar los muertos” (https://bit.ly/3DkDX0F), que estremeció a Brasil, al difundir que “durante el gobierno del ultraderechista de Jair Bolsonaro, el número de muertes de niños menores de 5 años por causas evitables aumentó un 29% en el territorio Yanomami: 570 pequeños indígenas murieron en los últimos 4 años por enfermedades que pueden tratarse”. Por Asociación Brasileña De Antropología (ABA).
La Asociación Brasileña de Antropología distribuyó un documento que cuenta con el apoyo de decenas de asociaciones profesionales, que reproducimos a continuación.
Frente a la tragedia humanitaria que se ha abatido sobre los pueblos Yanomami y Ye’kuana, divulgada en este mes de enero de 2023, la Asociación Brasileña de Antropología reitera las denuncias ya realizadas a través de notas técnicas y manifestaciones en los últimos cuatro años. Ratifica la urgencia de la retirada de los invasores y la construcción de un plan de emergencia para el que los miembros de la ABA, y otras entidades abajo suscritas, nos ponemos a su disposición para colaborar con las acciones en el ámbito de nuestras competencias.
El pueblo yanomami es un grupo cultural y lingüístico formado por cuatro subgrupos adyacentes que viven en los estados de Roraima y Amazonas, así como en Venezuela. Además de los yanomami, en el territorio viven los ye’kuana, que hablan karib, y pueblos aislados. En datos de 2011, su población total superaba las 19.000 personas. Aunque su territorio se creó en 1991 en Brasil, los conflictos con los mineros han persistido desde entonces, recibiendo una atención intermitente e ineficaz por parte del Estado brasileño. Una de las mayores crisis desencadenadas por la invasión de mineros en territorio yanomami se produjo en 1993, en un episodio conocido como la masacre de Haximu. En aquella ocasión, 16 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, fueron brutalmente asesinadas.
A lo largo de los años, los antropólogos han producido numerosos materiales etnográficos sobre los yanomami, muchos de ellos movilizados por las acciones y denuncias de ABA sobre las violaciones de los derechos de los yanomami. En los últimos 4 años, estas denuncias se han intensificado a medida que la violencia contra los yanomami también ha aumentado de forma brutal. En marzo de 2019, denunciamos con ABRASCO el desmantelamiento del subsistema de salud con la población indígena[1] En audiencia pública en la Cámara de Diputados, en abril de 2020, ya en la Pandemia del Covid 19, afirmamos que la llegada de la pandemia fue enfrentada con desmantelamiento en las políticas de salud, entre ellas el despido de profesionales de antropología en los equipos multidisciplinares de asistencia básica a estos Pueblos.
Advertimos de las consecuencias de las noticias falsas sobre la vacuna para la población indígena, entre otros. En mayo de 2021, llamamos la atención sobre el riesgo de genocidio de los pueblos aislados y un año después, en mayo de 2022, sobre el riesgo de genocidio en la Tierra Indígena Yanomami y Ye’kuana. [3] Las denuncias relatan, desde entonces, la invasión del TIYY por la minería ilegal, la contaminación por mercurio, la desestructuración de los servicios de salud, el aumento de la violencia en las comunidades, las violaciones sexuales, el hambre y la desnutrición, el aumento exponencial de los casos de malaria, situaciones en las que las mujeres, los ancianos y los niños son los más vulnerables.
Ante el reportaje realizado por las periodistas Ana Maria Machado, Talita Bedinelli y Eliane Brum en Sumaúma, y su repercusión, deseamos informar que las notas producidas por la ABA y otras asociaciones científicas, arriba indicadas, son documentos públicos, muchos de los cuales fueron enviados a las autoridades, que por lo tanto estaban al tanto de la grave situación de los Pueblos Yanomami y Ye’kuana. También lo fueron los documentos elaborados por la asociación Hutukara Yanomami en los últimos años.
La retirada de los invasores, la atención sanitaria y la seguridad alimentaria son acciones urgentes. Se trata de una Emergencia Sanitaria Pública de Importancia Nacional (ESPIN), declarada por la Portaria GM/MS nº 28 de 20 de enero de 2023, del Ministro de Salud. Esta situación exige la apertura de una investigación policial para esclarecer el delito de genocidio y los delitos contra el medio ambiente en la Tierra Indígena Yanomami, tal y como determinó el Ministro de Justicia y Seguridad Pública. Igualmente importante es la creación del Comité Nacional de Coordinación para el Enfrentamiento de la Atención de Salud de las Poblaciones no Asistidas en Territorio Yanomami, decretado por el Presidente de la República. Todas las medidas gubernamentales son urgentes e indispensables, incluida la descontaminación de ríos y suelos, envenenados por el mercurio extraído. Pero también es urgente e indispensable que la sociedad brasileña sea informada y movilizada para la defensa de la vida y de todos los derechos de los pueblos originarios.
Además, insistimos en que las imágenes hechas públicas sólo se refieren a una parte de la situación que se ha creado entre los yanomami. Aún no hay información sobre toda la zona afectada y sus consecuencias, así como sobre la preocupante situación de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario que viven en TIYY. También recordamos que, además del plan de emergencia, serán necesarios planes a medio y largo plazo para garantizar la estabilidad territorial y sanitaria necesaria para la sostenibilidad del modo de vida yanomami y ye’kuana.
La Asociación Brasileña de Antropología, en esta ocasión, recuerda la condena del presidente Jair Bolsonaro por el Tribunal Permanente de los Pueblos en 2022, y se une a las iniciativas de la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), la Comisión Arns y el Colectivo de Defensa de los Derechos Humanos (CADHu) en las denuncias ya realizadas por el delito de genocidio y crímenes contra la humanidad, ante la Corte Penal Internacional[5].
Brasilia, 24 de enero de 2023.