Victoria Tolosa Bullrich
La contadora egresada en la Universidad Católica de Argentina (UCA) eligió la euforia mundialista para poner en curso un ajustazo sobre los programas de empleo. Un recorte de este tipo tiene pocos antecedentes y hay que remitirse al 2001 para encontrar un planteo similar. En aquel momento, durante el gobierno de la Alianza, la entonces ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, propuso un ajuste similar que fue denegado ante la magnitud de la crisis, lo que terminó eyectándola en pocos meses del gobierno. Volvió a insistir en su plan durante el gobierno de Mauricio Macri, logrando una nueva negativa a su pedido. Tal vez le de el gusto un gobierno del que no es parte. Sin duda, y conjuntamente con el decreto 728/2022, que estipula el congelamiento de las altas del Potenciar Trabajo, el programa que puso en curso Victoria Tolosa Paz al frente del Ministerio que conduce se confunde y mezcla con el planteado históricamente por Patricia Bullrich. Todo muy mezclado como para no confundir el título de esta nota. Por Nicolás Salas.
Me dicen que es imposible sacar los planes en seis meses. Yo digo más imposible es no sacarlos porque se van a quedar para siempre. Si no lo hacemos con convicción, nos comen el cambio”, aseguraba la presidente del PRO, Patricia Bullrich en junio de este año. La actual ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, pareciera haber tomado nota.
La contadora egresada en la Universidad Católica de Argentina (UCA) eligió la euforia mundialista para poner en curso un ajustazo sobre los programas de empleo. ¿Su argumento? Que una persona que cobra dos salarios mínimos (alrededor de 117 mil pesos) no se encuentra en situación de vulnerabilidad por lo que se le debería quitar el Potenciar Trabajo (PT), plan social que complementa salarios precarios provenientes de la llamada “economía popular”. Es decir, aquella persona que recicla cartón y que con el PT llega a dos salarios mínimos dejará de percibir dicho ingreso. Cabe recordar que el grueso de quienes desarrollan dichos trabajos lo hacen en la más absoluta precariedad, sin obra social ni los beneficios que perciben los trabajadores y trabajadoras registradas.
Tolosa Paz fue un poco más allá y plantea que todo ese ahorro va a ir para maquinaria que en un futuro se le otorgará a estas experiencias productivas. Mientras tanto, los y las cooperativistas deberán afrontar la dura realidad con un recorte sustancial de su sueldo. Después deberán acceder a los prometidos insumos, y después ver si el consumo y la comercialización de la economía doméstica le permiten recuperar lo perdido. Mucho vericueto para una no solución.
En los pasillos de la cartera ministerial ubicada en la Avenida 9 de julio viene trascendiendo el alcance que debe generar el hachazo, más allá de los recursos: 300 mil son los planes que hay que reducir como sea, con el objetivo de agradar al plan económico de Massa y a las encuestas electorales clasemedieras.
Más allá de lo endeble de la argumentación mostrada ayer a la noche en América 24, la ministra no es una improvisada y tiene un recorrido extenso en la materia como para andar pisando en el aire. Sus inicios se remontan a la década de los 90′, cuando estuvo cinco años en el Consejo Provincial de la Familia y Desarrollo Humano de la provincia de Buenos Aires, bajo el mando de Hilda “Chiche” Duhalde, cabecilla de una de las estructuras clientelares más grandes la historia moderna del país, como fueron “las manzaneras”. En 2002, durante la Masacre del Puente Pueyrredón, era asesora del área de Coordinación de la Unidad Ministro del Ministerio de Desarrollo Social nacional. Todo un currículum para no registrar las consecuencias que generarán sus decisiones.
Durante el debate televisivo mantuvo varios cruces con el dirigente del MTE/UTEP, Juan Grabois. Allí, la ministra intentó justificar la medida planteando que la perspectiva que buscan en el gobierno es apuntar al trabajo registrado. Para nada se percató, que días atrás su par de la cartera de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, había confirmado ante empresarios de la CAME el fracaso del plan empalme, en este caso bautizado “Puente al empleo”, por el que se pretende transformar, casi por arte de magia y exenciones impositivas a empresarios, los planes sociales en trabajo formal: «no hemos logrado adhesión, debemos hacerlo en conjunto. Ahí hay una tensión que resolver. Para nosotros es muy importante que se lleve a cabo y que los planes se transformen en trabajo genuino».
La dirigente oriunda de La Plata prometió “llevar tranquilidad” a la población, cosa que no pareciera condensarse en sus palabras cargadas de imprecisiones y contradicciones [1]. Al contrario, el grueso de las organizaciones sociales, oficialistas y opositoras se vuelcan a la calle hoy contra lo que entienden es un avasallamiento con firma “nacional y popular”.
Un recorte de este tipo tiene pocos antecedentes y hay que remitirse al 2001 para encontrar un planteo similar. En aquel momento, durante el gobierno de la Alianza, la entonces ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, propuso un ajuste similar que fue denegado ante la magnitud de la crisis, lo que terminó eyectándola en pocos meses del gobierno. Volvió a insistir en su plan durante el gobierno de Mauricio Macri, logrando una nueva negativa a su pedido. Tal vez le de el gusto un gobierno del que no es parte.
Sin duda, y conjuntamente con el decreto 728/2022 que estipula el congelamiento de las altas del Potenciar Trabajo, el programa que puso en curso Victoria Tolosa Paz al frente del Ministerio que conduce se confunde y mezcla con el planteado históricamente por Patricia Bullrich. Todo muy mezclado como para no confundir el título de esta nota.
[1] Al referirse a la validación del programa que se viene haciendo a través de una aplicación, Victoria Tolosa Paz aseguró que tendrá un tiempo de validación hasta el 6 de enero, mientras que minutos después aseguró que trabajan para que el aguinaldo de diciembre lo cobren todos los beneficiarios del Potenciar Trabajo; fechas disociadas y contradictorias.