17/11/2022

Hilda Gatica: «a mi hermano Robin lo mató la policía»

Imagen de una de las movilizaciones en Villa La Angostura en reclamo de justicia para Robinson Gatica. Foto: familiares y amigues de Robin Gatica.

El 20 de julio la familia de Robinson Gatica solicitó la ayuda de la policía para contener al joven de 32 años, que estaba sufriendo un ataque esquizofrénico. En medio de un irregular y violento procedimiento, por el que están imputados cinco policías de la Comisaría 28 de Villa La Angostura, el joven falleció. Así lo relata Hilda Gatica, hermana de ‘Robin’, en una entrevista a ANRed: «al lugar llegaron Víctor Muñóz, David Ezequiel Cuevas, Edwin Alejandro Mora, Alejandro Bravo y Darío Luis González. Cuando mi hermano Robinson Gatica ya no presentaba peligro para nadie, estos cinco policías entraron y en cuestión de minutos mi hermano estaba muerto. Le golpearon la cabeza. En su cuerpo tenía 33 lesiones constatadas por un perito oficial y seis testigos presenciales. Cuando Gendarmería fue a peritar el lugar encontró que la policía había agrupado los 49 perdigones de goma, nueve cartuchos de escopeta y una vaina de 9 milímetros». Este jueves 17 se realizó una nueva audiencia en la causa y hubo movilización a la Fiscalía. La familia y amigues de Robin apuntan también contra Dante Catalán, jefe de la unidad, que permanece en su puesto. Por ANRed.


Este jueves 17 de noviembre, desde las 8.30, comenzó a tener lugar una nueva audiencia en el marco de la causa contra los cinco policías de la Comisaría 28 de Villa La Angostura que participaron del irregular y violento procedimiento en el que murió el joven de 32 años Robinson Gatica. Se trata de los efectivos Víctor Muñóz, David Ezequiel Cuevas, Edwin Alejandro Mora, Alejandro Bravo y Darío Luis González, todos ellos imputados por el delito de homicidio agravado. En ese marco, la familia y amigues de «Robin», junto a organizaciones locales, se movilizaron a la Fiscalía local.

Desde la familia también apuntan contra Dante Catalán, jefe de la unidad, que permanece en su puesto: «es fundamental conocer el papel que cumplió el comisario Catalán, que llegó al lugar cuando Robin acababa de morir boca abajo, con la manos esposadas por la espalda. Trató que Lidia Quintriqueo, madre de Robin, abandonara la escena del crimen. En ese momento, Catalán ya planteó la hipótesis del consumo de drogas por parte de la víctima. Él fue quien ordenó a los profesionales del hospital público local que retiraran el cuerpo sin vida, sin esperar que llegara al lugar el fiscal de turno, quien en realidad debió resguardar el cuerpo, de acuerdo a los protocolos vigentes. Cuando los familiares fueron detrás de la ambulancia al hospital, Catalán ordenó desalojar viviendas familiares ubicadas en el mismo predio que no fueron escenario del procedimiento. Junto con la mayoría de los que hoy están imputados, permaneció en el lugar del crimen durante un buen tiempo a solas (sin nadie de la familia cerca), con total dominio del lugar y de las pruebas», relatan familiares y amigues del joven en un comunicado.

Imagen de la audiencia que tuvo lugar este jueves 17 de noviembre en la Fiscalía. Foto: Familia y amigues de Robinson Gatica.

En una diálogo con ANRed, Hilda Gatica, hermana del joven, relató cómo fue el día en el que la policía lo asesinó: «el 20 de julio la familia solicitó la ayuda de la policía para contener a una persona con ataques esquizofrénicos. Al lugar llegaron Víctor Muñóz, David Ezequiel Cuevas, Edwin Alejandro Mora, Alejandro Bravo y Darío Luis González. Cuando mi hermano Robinson Gatica ya no presentaba peligro para nadie, estos cinco policías entraron y en cuestión de minutos mi hermano estaba muerto. Le golpearon la cabeza. En su cuerpo tenía 33 lesiones constatadas por un perito oficial y seis testigos presenciales. Cuando Gendarmería fue a peritar el lugar encontró que la policía había agrupado los 49 perdigones de goma, 9 cartuchos de escopeta y una vaina de 9 milímetros«, enumera.

Placas realizadas por familiares y amigues de Robinson Gatica

«Necesitamos que se haga justicia. Basta de mentiras, de manipular y tergiversar los hechos que la propia familia atestiguó. Basta de impunidad y complicidad con la brutalidad policial. Mi hermano Robinson tenía 32 años, tres hijos, su esposa y una familia numerosa. A Robin Gatica lo mató la policía. Que se haga justicia y que paguen los responsables», reclama Hilda.

Desde ese espacio crearon el perfil de Instagram @justiciaxrobin, con el fin de tener «un espacio claro y seguro de difusión sobre el estado de la causa», dado que, señalan, «muchos medios de desinformación y parte de la defensa de los policías imputados tergiversan los hechos y manipulan documentación del legajo judicial».

Imagen de una de las movilizaciones en Villa La Angostura en reclamo de justicia para Robinson Gatica. Foto: familiares y amigues de Robin Gatica.

El equipo en la lucha judicial por justicia para Robin

Paola Chumuy, compañera de Robinson y madre de tres hijes en común, se constituyó como querellante en la investigación judicial, por lo que puede impulsar su propia teoría del caso, sin depender de los planteos que haga la Fiscalía, aunque pueden estar de acuerdo.

En tanto, dentro del Poder Judicial de Neuquén, el Ministerio Público Fiscal representa los intereses generales de la sociedad, que incluye también a las víctimas y su familia. Pero como la Fiscalía siempre trabaja con la colaboración de la policía provincial, solamente una representación legal propia le garantiza a la familia la autonomía y el compromiso necesario para exigir verdad y justicia.

Por lo que la querella está a cargo de Luis Virgilio Sánchez, vicepresidente de la Asociación Gremial de Abogadxs, y Lorena Miani como patrocinante. Mientras que lo peritos de parte son Guillermo Pregliasco, físico y director del Grupo de Física Forense del Centro Atómico Bariloche; Oscar Pellegrini, psicólogo y psiquiatra, perito técnico para fiscalías y querellas en juicios de lesa humanidad en Santa Fe; Virginia Creimer, médica, especializada en psicología jurídica y medicina legal; y Oscar Panessi, médico clínico.



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