Hinchadas de Alemania llaman a boicotear Qatar 2022: «15.000 muertos por 5.760 minutos de Mundial»
#ANRedMundial / A pocos días del comienzo del Mundial de Qatar 2022, el fin de semana pasado en varios estadios de la Bundesliga las hinchadas de diversos clubes, como la del Borussia Dortmund o la del Hertha Berlín, mostraron banderas con la consigna #BoicotQatar2022, en repudio a la realización del mundial en ese país, ante la falta de respeto a los derechos humanos y por la explotación de personas migrantes en la construcción de los estadios. «15.000 muertos por 5.760 minutos de fútbol. Vergüenza», rezaba una de las banderas del Olympiastadion, donde el Hertha recibió al Bayern Munich. La campaña es impulsada por la organización Boycott Qatar. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, llamó a las federaciones participantes de la Copa a que no politicen el evento y se centren en el fútbol. Amnistía Internacional, le respondió que «en lugar de esconderlos debajo de la alfombra», cree «un fondo para compensar a los trabajadores migrantes antes de que comience el torneo y garantizar que las personas LGBTI no sufran discriminación ni acoso». Por ANRed.
La presencia de las banderas y pancartas en los partidos de la Bundesliga es una inciativa de la organización Boycott Qatar, que ya anunció que la acción se repetirá en la siguiente jornada de la primera y segunda división de la Bundesliga.
«No es nuestra Copa del Mundo«, remarcan, ante la vulneración de los derechos humanos en ese país, la sospecha de corrupción en la FIFA para su designación, el trabajo en condiciones infrahumanas y las muertes laborales en la construcción de los estadios, que dejó un saldo de «15.000 muertos por 5.760 minutos de fútbol», según rezaba este fin de semana una de las banderas del Olympiastadion, donde el Hertha recibió al Bayern Munich.
Ante estas protestas y campañas que llaman al boicot del Mundial, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, indicó a las federaciones que estarán presentes en la Copa que no politicen el evento y se centren en el fútbol. Rápidamente salió a cruzarlo Amnistía Internacional (AI), que le exigió «abordar los problemas de derechos humanos» relacionados con abusos contra los trabajadores inmigrantes «en lugar de esconderlos debajo de la alfombra».
Asimismo, el organismo internacional agregó: «si Gianni Infantino quiere que el mundo se centre en el fútbol, hay una solución simple: la FIFA finalmente podría comenzar a abordar los graves problemas de derechos humanos en lugar de esconderlos debajo de la alfombra. Un primer paso sería comprometerse públicamente con el establecimiento de un fondo para compensar a los trabajadores migrantes antes de que comience el torneo y garantizar que las personas LGBTI no sufran discriminación ni acoso. Es sorprendente que aún no lo hayan hecho», expresó el director de Asuntos Económicos de AI y Justicia Social, Steve Cockburn. Un reclamo al que se han sumado otros organismos de derechos humanos internacionales.
Las condiciones de los trabajadores migrantes en Qatar se encuentraron siempre regidas por la «Kafala«, un sistema de «patrocinio» legal que se basa en dos principios que se traducen en esclavitud moderna. Según la kafala todo trabajador extranjero debía tener un patrocinador (una empresa o una persona) para trabajar en el país. Este patrocinador tenía todos los derechos sobre el trabajador, ya que podía retener su pasaporte y el trabajador no podía ni cambiar de trabajo, ni salir del país, sin el permiso del patrón. De esa manera, las condiciones laborales eran las que el patrocinador imponía, porque en Qatar los sindicatos están prohibidos para los trabajadores migrantes, que son el 95% de la mano de obra.
«Malas condiciones de trabajo, agua en mal estado, jornadas de trabajo prolongadas, sabemos que no es bueno para nuestra salud, pero ¿podemos elegir realmente? Qatar y los patrones nos utilizan para construir los estadios, y luego nos echan cuando nuestros cuerpos ya no aguantan más», testimonia, como ejemplo de este sistema, un obrero nepalí que trabajó en las obras del Mundial de Qatar, cuyo relato aparece en la recopilación de entrevistas a trabajadores y trabajadoras del libro «Les esclaves de l’homme-pétrole«, de los periodistas independientes Sébastien Castelier y Quentin Müller.
Ante la presión que ejercieron organismos internacionales hacia la FIFA, este sistema tuvo que ser eliminado en Qatar y, a la organización del Mundial obligó a sus autoridades a modificar leyes laborales, determinar salarios mínimos, mayores tiempos de descanso y mejores condiciones. Pero eso sucedió a mediados del 2020, y buena parte de la construcción de los estadios de la Copa se dieron bajo este sistema.