Muerte laboral en la Fundición San Cayetano: «no es la primera vez que ocurren estos accidentes»
Rodolfo Giardino, ex trabajador metalúrgico de la Fundición San Cayetano, contó las condiciones laborales en la fábrica donde hace algunas semanas la explosión de un horno se llevó la vida del trabajador metalúrgico Saturnino Crespin.
Entrevistamos a Rodolfo Giardino, ex trabajador metalúrgico de la Fundición San Cayetano, ubicada en el Parque Industrial de Burzaco, partido de Almirante Brown, al sur del conurbano bonaerense, para que nos cuente en qué condiciones se trabajaba años atrás y cuál fue su experiencia en la empresa en la que el martes 28 de junio la explosión de un horno se llevó la vida del trabajador metalúrgico Saturnino Crespin. Por Karne de Máquina (en la Red de Comunicadorxs Solidaridad y Lucha).
Karne de Máquina: ¿durante cuantos años trabajo en la empresa, en que sector se desempeñaba y cual era su tarea puntual?
Rodolfo Giardino: trabaje nueve años en la Fundición San Cayetano. Me desempeñaba en el sector de mecanizado y mi tarea era tornería.
Karne de Máquina: hace algunas semanas la explosión de un horno en la Fundición San Cayetano se llevó la vida de un compañero metalúrgico, con mas de 30 años de fábrica: Saturnino Crespin. ¿Estaba al tanto de lo ocurrido? Por otro lado, Rodolfo, ¿cuáles eran las condiciones de trabajo en ese entonces cuando usted trabajaba?
Rodolfo Giardino: al compañero Saturnino Crespin lo conocía, trabajaba en fundición, reparaba las cucharas con las que se transportaba el material fundido a mas de 1400 grados, hasta donde se colaba. Excelente persona. Quiero expresar mi tristeza y mi mas sentido pésame para su familia. No es la primera vez que ocurren estos accidentes en esa empresa, que con tal que se produzcan, no toma los recaudos de mantenimiento de los equipos para que estén en condiciones seguras. Cuando entré a trabajar en FSC los trabajadores no teníamos representación gremial y la empresa no lo permitía. Así, el convenio colectivo de trabajo no se cumplía en mas de un 80% y las condiciones de seguridad eran pésimas como también el maltrato hacia los compañeros por parte de dueños, jefes y supervisores en general. En ese contexto, en el año 2002 la empresa nos impone un turno de trabajo llamado americano que consistía en trabajar 6 días corridos y dos de descanso, te toque sábados, domingos o feriados, y encima rotativo, mañana, tarde y noche. Ese turno nadie lo aceptaba por esclavizante, el cual nos afectaba en todo sentido, es decir, en la relación con nuestras familias, la recreación y la salud.
Karne de Máquina: ¿pudieron hacer algo desde el conjunto de los compañeros de fábrica en ese entonces para mejorar las condiciones de trabajo?
Rodolfo Giardino: nos costó mucho sacrificio y despidos de compañeros, hasta que la empresa tuvo que reconocernos a un grupo de delegados. En esos años trabajábamos 150 compañeros y llegamos a ser cerca de 500 hacia 2009. En ese transcurso conformamos un cuerpo de delegados de 12 compañeros con su respectiva Comisión Interna, que llevó adelante todas las reivindicaciones de convenio, la seguridad y la dignidad del trabajador. Nosotros tuvimos que imponer el sistema asambleario que la empresa prohibía, aunque nos correspondía por ley. De ese modo, todas las cuestiones las resolvíamos por asamblea y luego los representantes gremiales llevábamos el mandato del conjunto a la patronal. La empresa lleva varios fallecidos en su haber por accidentes, pero además teníamos un accidente por semana de distinta índole. Tuvimos que trabajar mucho para reducir la accidentología. Con la fuerza de los compañeros y los delegados fuimos imponiendo en la relación con la empresa la prevención en la seguridad e higiene y el respeto al trabajador metalúrgico. En el aspecto salarial pusimos el Convenio Colectivo Metalúrgico al día, en cuanto al reconocimiento de las categorías, premios, entre otros aaspectos. Llevando el salario un 60% por encima del básico de convenio. Sintéticamente, es eso. Solo puedo agregar que la empresa y el sindicato UOM de Avellaneda se pusieron de acuerdo y con distintas maniobras, presiones e intimidaciones lograron finalmente despedirnos en el 2009 y 2010.
KdeM: compañero Rodolfo, muchas gracias por su tiempo. ¿Algo más que agregar?
Rodolfo: se puede hablar mucho de todas estas experiencias, como de otras que hicieron también otros trabajadores. Es todo un proceso en el que hay que llevar adelante la unidad de todos los trabajadores para lograr los derechos que nos merecemos, en este caso como metalúrgicos. Dignidad, condiciones de trabajo y salario. El tema es que a más de 10 años de toda esta experiencia y en el caso particular de compañeros y compañeras que luchamos por un mundo mejor, lo que está ligado íntimamente a la lucha de los trabajadores, hoy vivimos una situación muy difícil, donde los poderes económicos están avanzando sobre la vida de los trabajadores. Esto amerita que redoblemos los esfuerzos para organizarnos y unirnos y llevar adelante todas las luchas necesarias por una sociedad más igualitaria, más sana y poder vivir como corresponde todos los seres humanos.