Cuenta la leyenda que el espíritu de Patricio Rey aparece en la Kermesse Redonda
Esta fiesta de ex-Redonditos no para de girar y crecer, en esta oportunidad le tocó el turno a la Ciudad de Buenos Aires, pero ya tienen shows programados en Rafaela para el 13 de mayo y en Rosario para el 14 del mismo mes. Abróchense los cinturones, mis queridos, que el show sigue rodando… montado a un tren especial. Por Osiris Martí
Hoy es sábado, la tarde se va difuminando en el Barrio Porteño de Flores y la oscuridad va dando paso al encantador infierno que nos deparará esta noche. Los alrededores del Teatro se van nutriendo de almas ricoteras, algunas de las cuales nunca vieron a la mítica banda argentina de la cual ahora son fans y otras muchas ya vibraron décadas atrás, en aquellos recitales inolvidables para toda una generación.
Ya dentro de la sala, retumban los cánticos de las gargantas calientes de un público que sabe de fidelidad y “aguante”. Quizá, muchas de esas gargantas hayan gritado también en Autopista Center, Obras Sanitarias, Microestadio de Lanús, Florencio Varela y tantos otros lugares. Eran tiempos de mucha adversidad política y social y Los Redondos se sentían como una especie de resistencia y sostén emocional para los corazones jóvenes de aquel entonces, que llegaban desde todo el país para gritar, bailar y disfrutar en comunión. Así se iba gestando, en cada nuevo encuentro, la famosa misa.
EL SHOW
El comienzo fue frenético y dio lugar a los primeros pogos de la noche de la mano de Toxi Taxi con el sólido y afiladísimo Jorge Hernán Cabrera en la voz, que luego le cedió el micrófono al “prendido fuego” y habitué de la Kermesse, Walter Chino Laborde quien enfervorizó al público con Perdiendo el tiempo, Sorpresa de Shangai y Preso en mi ciudad.
A todo esto, la sala del Teatro ya era un hervidero de almas completamente extasiadas. Niños en andas, remeras arremolinadas y mucho brindis para seguir disfrutando de la velada.
Luego fue el turno de la gran Flopa Lestani, que dejó el corazón en el escenario y se lució con brillantes interpretaciones de La bestia pop, La vaca cubana y El infierno está encantador esta noche.
Además, no faltaron los inéditos Un tal Briggite Bardot, De estos polvos futuros lodos y Mi genio amor, todos interpretados magistralmente por Cabrera.
Cabe destacar también la participación de Jorgelina Avigliano en saxo, quien se lució en sus intervenciones junto al Dios de los vientos, Sergio Dawi.
La Kermesse provoca alegría y pasión, pero también emoción hasta las lágrimas a muchxs de sus seguidorxs. Esta locura hermosa es posible gracias a Los Decoradores, la banda de Sergio Dawi, Semilla Bucciarelli, Tito Fargo y Hernán Aramberri, quienes junto a Jorge Cabrera, Oscar Kamienomosky, Federico García Vior y grandes invitadxs conforman un verdadero “Dream Team” del Rock.
El final ya se olfateaba, un instante de tensa calma invadió el lugar y mientras el gran Semilla Bucciarelli repartía sus púas a lxs privilegiadxs que podían llegar a ellas, ya se intuía lo que venía, el cierre con Jijiji y el pogo más grande y emotivo del mundo.
Y no caben dudas, el espíritu de Patricio Rey apareció una vez más y no es una leyenda, puedo afirmar que se sintió nuevamente esa noche allí.