Repudian a un hombre que rectificó su identidad de género para evitar una medida judicial y revincularse con su hija
Eduardo Becerrra tiene 51 años y expresó públicamente que cambió su identidad para que lo «representen como mamá” y así poder ver a su hija, protegida por una restricción. La Subsecretaría de Diversidad de Neuquén manifestó su repudio. “Estamos evaluando hacer una presentación en el registro civil que es quien toma los cambios registrales para intentar que se revoque este reconocimiento de Eduardo como mujer trans”. Consultada por ANRed, Katty Villagra, presidenta de la Asociación Travestis, Transexuales, Transgénero de Argentina (ATTA) y trabajadora en la Subsecretaría expresó: “Me provoca un gran dolor que nos usen para estafas”. Por Manuela Wilhelm (ANRed)
Eduardo Becerra de 51 años reside en Neuquén y tiene denuncias por violencia de género de la mamá de su hija y una restricción de acercamiento. Sin embargo, para evitar la medida judicial, el año pasado Becerra solicitó la rectificación del DNI a través de la Ley de Identidad de Género promulgada en 2012. Él mismo contó al medio TN que “estaba cansado de que lo denuncien y no poder ver a mi hija”; “Así que fui, hice los trámites de cambio de género y le dije: ‘representame como mamá’.
Ante este caso, la Subsecretaría de Diversidad de Neuquén dependiente del Ministerio de Mujeres y Género emitió un comunicado donde se lee: “Repudiamos enfáticamente la acción realizada por una persona que reconoce haber modificado su género con el único fin de volver a contactarse con su hija, respecto de quien posee una restricción judicial, como él mismo ha reconocido”.
Además, Mariana González, asesora legal de la Subsecretaría de Diversidad, en diálogo con la radio La Carretera expresó: «Estamos evaluando hacer una presentación en el registro civil que es quien toma los cambios registrales para intentar que se revoque este reconocimiento de Eduardo como mujer trans». González explicó que «La ley, al ser de avanzada, no pide a la persona que se presente a pedir la rectificación que de motivos por los cuales quiere hacerlo, se entiende que es una persona autónoma». En ese sentido, opinó «sería un paso para atrás que cada persona que se reconoce transgénero o no binaria tenga que dar explicaciones o examen psicológico. Estos casos que tienen resonancia en los medios deben ser frenados por las vías por ejemplo evaluar hacer una presentación en el registro civil».
“Que no sigan utilizándonos para estafas”
Katy Villagra es trabajadora de la Subsecretaría y preside ATTA, la Asociación Travestis, Transexuales, Transgénero de Argentina. Le preguntamos qué sintió cuando se enteró que un hombre explicó públicamente que solo cambio su identidad para safar de una orden judicial. «Me parece espantoso por todo lo que tuvimos o que pasar las personas trans hasta tener nuestros documentos, yo estuve veinte años indocumentada, nunca los necesité absolutamente para nada, no teníamos acceso a nada, no podíamos entrar a ningún lado, solamente cuando caímos detenidas y decíamos nuestros nombres, ni siquiera en eso nos tenían en cuenta, poder acceder a la persona que me siento y creo que soy, una mujer trans, una mujer, esta ley que me dio la identidad, es tan feo que cualquier persona quiera usar nuestra ley y nos perjudica».
En 9 años de Ley de Identidad de Género más de 10.000 personas accedieron al derecho a la identidad autopercibida. En Neuquén, al momento que se cumplían 8 años de la sanción de la ley hay registro de 253 DNI, de acuerdo al informe suministrado por la Dirección Provincial de Diversidad. Entrevistada por ANRed, Katty también manifestó que hechos como el de Becerra “entorpecen nuestra lucha, nuestras leyes, nuestros derechos que nos costó tanto conseguir”, e indicó: “Las veces que intentan burlar o perjudicar nuestra ley son hombres, los que quieren abusar de ese beneficio que solamente es para las personas trans y no binarias”.
En ese sentido, remarcó su deseo de que cada vez más personas accedan a la ley de identidad de género. «Me parece que hay que repudiar, que todos y todas las personas LGBT debemos, y sé que lo seguimos haciendo, denunciar y poder lograr que no vuelva a pasar, que no sigan utilizándonos para estas estafas. Para mi es una estafa. Me provoca un gran dolor, soy una mujer adulta de 59 años, entonces la ley se promulgó en el año 2012; una ley muy joven que yo pude acceder hace poco. Nuestra estadística de vida es de 35 a 40 años, yo pude pasar, en nuestra vejez somos tan pocas las que hemos podido llegar a ser adultas mientras que nuestras compañeras ha dejado la vida como dijera Claudia Pia Baudracco que ha sido la propulsora de nuestra ley de identidad de género y falleció unos meses antes».
Proteger la ley y a las niñeces vulneradas
Mariana González, compañera de Katty que sigue el caso en la Subsecretaría de Diversidad, se refirió a otro tema de fondo: el resguardo a la niña protegida por la orden judicial, que su papá intenta violar. «Se niegan a aceptar conductas que deben cumplir en protección de esos niños y esas mujeres, y el acto no se borra». En ese sentido remarcó: «Una batalla se va a dar Expediente judicial que tiene que ver con el abuso a una niña, entiendo que la jueza o el juez no va a permitir que esta cuestión sea autorizada, porque el hecho aunque sea por una mujer trans o un varón sigue siendo abuso que merece condena».
Consultada por si atendieron casos similares, González dijo: «Debo admitir que sobre el fin del año pasado tuvimos la consulta de un hombre que también tenía restricción de contacto con sus hijos por hechos de violencia y fue a consultar para hacer el cambio registral en ese momento le explicamos no sin enojo porque cuesta mucho atender a este tipo de personajes, de que la ley no estaba para eso y que claramente no iba a tener ningún tipo de posibilidad de reencauzar la relación con sus hijos si hay una disposición judicial».
«Quienes trabajamos en derechos humanos no estamos dispuestos a tolerar este tipo de salidas fáciles o ridículas este trabajo que se ha hecho durante tantos años con personas que necesitaban estos derechos».