10/01/2022

«¿Quién escucha el grito del Lanín?»

El martes 4 de enero fallecieron dos andinistas en un accidente cuando buscaban hacer cima en el volcán Lanín. Ante esta situación y a pocos días de realizarse una nueva gejipun (ceremonia) a los pies del Pijan Mawiza (nombre mapuche original del Lanín) la Confederación Mapuche de Neuquén emitió un comunicado donde se pregunta «¿Quién escucha el grito del Lanín?» y agrega: «en el 2005 las autoridades mapuce de Neuquén coordinadas por el ‘Circulo de Autoridades del Pijan Mawiza’ respondieron al llamado del Lanín que venía siendo asolado por una explotación sin control, con desprendimientos de laderas permanentes, escasez de nieve en su cumbre y reiterados accidentes de escaladores. La decisión fue plantear la urgencia de que la Administración de Parques Nacionales (APN) reconociera los usos indebidos de la subida al volcán, que estaban generando impactos evidentes. Es allí cuando comienza a realizarse la ceremonia que reúne decenas de lof (comunidades) de ambos lados del Lanín. El Pijan Mawiza contiene nuestra memoria, acoge a nuestros antepasados y requiere, por lo tanto, que lo honremos y le devolvamos con ternura y respeto lo que nos ofrece. Si la sociedad no se ocupa de este pedido. ¿Quién se hará responsable de las consecuencias del desequilibrio que estamos ya vivenciando?». Por ANRed.


El martes 4 de enero fue noticia el fallecimiento de los montañistas Vanina Gisel Romero y Raúl Falero, que integraban una expedición que estaba por hacer cumbre en el volcán Lanín. La causa de la muerte se debió, según los estudios preliminares, a un resbalón del guía, que arrastró la cordada cuando estaban a 3.100 metros de altura, ya cerca de la cumbre, de 3.776 metros, Según los conocedores del volcán, que está ubicado en el parque nacional homónimo neuquino y es compartido por Argentina y Chile, el lugar del trágico accidente se vuelve resbaladizo cuando hay tormentas, lo que sucedió días antes, endureciendo y congelando la nieve caída.

Ante esta situación, la Confederación Mapuche de Neuquén emitió un comunicado en su perfil de Facebook el viernes 7 de enero, titulado «A propósito de la tragedia ocurrida esta semana… ¿Quién escucha el grito del Lanín?«, donde expresa: «a pocos días de realizarse el gejipun (ceremonia) en Puelmapu, a los pies del Pijan Mawiza, conocido como Volcán Lanin, ocurre un nuevo accidente con resultado de muerte de dos personas animadas a llegar a la cima del sitio sagrado mapuche. En el 2005 las autoridades mapuce de Neuquén, coordinadas por el ‘Círculo de Autoridades del Pijan Mawiza’, respondieron al llamado del Lanín, que venía siendo asolado por una explotación sin control, teniendo como consecuencias desprendimientos de laderas permanentes, escasez de nieve en su cumbre y reiterados accidentes de escaladores. La decisión de la Confederación Mapuche de Neuquén fue plantear la urgencia de que la Administración de Parques Nacionales (APN) reconociera los usos indebidos de la subida al volcán, que estaban generando impactos evidentes. Es allí cuando comienza a realizarse la ceremonia que reúne decenas de Lof (comunidades) de ambos lados del Lanín, rememora la confederación.

Asimismo, agrega: «el ‘Circulo de Autoridades del Pijan Mawiza’ explica que un volcán no es un elemento más del paisaje, sino que representa la expresión por donde la Mapu (universo) respira y brinda vida. Desde el mapuce kimvn (conocimiento) nos enseñan la importancia de los volcanes en los comienzos de las vidas en la tierra y cómo estos ayudaron a generar el actual ambiente habitable que gozamos. Son generadores de energías de vida en la medida que han permitido estabilizar las temperaturas en la superficie de la tierra. De allí el carácter de ‘sitio sagrado’ que ha tenido para nuestra cultura la cadena de volcanes a lo largo de la Fvta Mawiza (cordillera). No pueden ser espacios utilizados para competir o desafiar pu newen (energías) o para disfrutar la mera contemplación el objetivo de alcanzar su cima. Allí existen ‘Gen’, protectores de ese espacio. Fuerzas protectoras y reguladoras de la armonía de las demás energías del espacio o territorio. La manera de relacionarse con este sitio debe ser brindando todo el respeto, el reconocimiento y la enorme gratitud que debemos al rol fundamental de ser equilibrio energético para el conjunto de todas las vidas que nos rodean y del cual somos parte«, explican.

La Confederación Mapuche de Neuquén señala que «los tiempos actuales son de profundos desequilibrios producto de la mercantilización de la naturaleza y de un espacio sagrado en manos de la industria del turismo y del deporte», y que «atravesamos tiempos en los que la fuerza de la naturaleza se ha manifiesta, incluso repercutiendo en la vida de las personas», lo que comprenden como «un llamado a restablecer el equilibrio y el resguardo de todas las vidas».

«El Pijan Mawiza en esta región mapuche es raíz y fuente de nuestra cultura, al cual tenemos que acudir permanentemente para regenerarnos. Contiene nuestra memoria, acoge a nuestros antepasados y requiere, por lo tanto, que lo honremos y le devolvamos con ternura y respeto lo que nos ofrece. Hay que cuidar y guardar su bienestar para que nuestros/as hijos/as y nietos/as sigan aprendiendo la reciprocidad. Si la sociedad no se ocupa de este pedido ¿Quién se hará responsable de las consecuencias del desequilibrio que estamos ya vivenciando?«, se preguntan.

En ese sentido, agregan: «a lo largo de estos últimos años, nuestro Pijan Mawiza ha sufrido un deterioro, en numerosos casos irreversible. Sin embargo, a pesar de una marcha acelerada de todo tipo de extractivismos, las autoridades (logko, pijan kuse, gempiñ, kajfv wenxu, kajfv malen) tomaron la decisión de declarar al Lanín como territorio biocultural o ‘sitio sagrado mapuce’, como forma de resguardo y de frenar la despiadada depredación que parecía encaminada hacia un trágico destino. Haber preservado por milenios la importancia de mantener una convivencia armoniosa, equilibrada, de respeto y espiritual con la naturaleza les permite a los distintos Lof afirmar que el Lanin tiene una profunda dimensión espiritual que lo convierte en ‘sitio sagrado’ «.

Por todo lo señalado, remarcan que impulsan «nuevos procesos de intercambio de experiencias y posteriores alianzas entre la sociedad interesada en preservar la naturaleza y nuestro pueblo nación mapuche». Desde la confederación también sostienen que «hay organismos nacionales e internacionales genuinamente preocupados por nuestra identidad y cosmovisión que apoyan la decisión de haber declarado al Lanín ‘Sitio Sagrado Mapuche’ «, y que «con su compromiso se suman a la estrategia de detener el deterioro ambiental sistemático que padece el pijan mawiza».

«Es sosteniendo estas iniciativas y promoviendo nuevas, que vamos a lograr revertir los daños ambientales, así como también aspectos discriminatorios hacia el conocimiento mapuche que impiden escuchar el grito del Lanín. El Pueblo mapuche busca con esta firme decisión, evitar tragedias como la vivida en las últimas horas. ¡Pewmagen!», finaliza el comunicado de la confederación.

Del 12 al 17 de enero inclusive, se llevará a cabo este año el «Gejipun Mapuche» en la base del Volcán Lanín, por lo que desde el Parque Nacional Lanín informaron el cierre del sendero que lleva al volcán, que comparte el límite fronterizo con Chile y está ubicado a 60 kilómetros de Junín de los Andes, por la ruta que conduce al paso conocido como Tromen o Mamuil Malal.

Según la leyenda originaria del volcán Lanín, allí mora el dios Pillán, quien no permite que los hombres entren a sus dominios. Según un antiguo relato mapuche, una tribu osó ingresar al volcán cazando huemules, y la deidad desencadenó su furia haciendo entrar en erupción al volcán y sacudiendo toda la región, demostrando así su mal carácter.


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