Rosario: Después de siete años, comienza el juicio a 19 policías por la desaparición y asesinato de Franco Casco
El lunes 6 de diciembre, familiares de Franco Casco junto a la Multisectorial Contra la Violencia Institucional y diversas organizaciones concentraron frente a Tribunales Federales de Rosario para exigir justicia al tribunal que juzgará a los 19 policías de la provincia implicados en la desaparición forzada seguida de muerte de Franco. El joven oriundo de Florencia Varela, había llegado a Rosario a fines de septiembre de 2014 para visitar a familiares en el barrio Empalme Graneros. El 6 de octubre quiso regresar a Buenos Aires pero fue detenido arbitrariamente por la policía santafesina, en la comisaría 7°. Fue torturado, asesinado y su cuerpo arrojado al río Paraná, donde fue encontrado el 31 de octubre de 2014. Por Edith L. Gauna para ANRed.
El lunes 6 de diciembre, familiares de Franco Casco junto a la Multisectorial Contra la Violencia Institucional, diversas organizaciones sociales, de derechos humanos y partidos, concentraron frente a Tribunales Federales de Rosario para exigir justicia a un tribunal oral que juzgará a los 19 policías de la provincia de Santa Fe, implicados en la desaparición forzada seguida de muerte de Franco Casco. La mayoría de los policías cumplía funciones en la Comisaría 7°, donde Franco había sido detenido y visto por última vez con vida.
Los 19 imputados que enfrentan diferentes cargos son: el jefe de la comisaría 7ma. de Rosario, Diego Álvarez; y los agentes Cecilia Contino, Walter Benítez y Fernando Blanco, están procesados por el delito de «desaparición forzada seguida de muerte y ejercicio de tortura». Rocío Hernández, Marcelo Guerrero, Enrique Gianola Rocha, César Acosta, Guillermo Gysel, Cintia Greiner y Esteban Silva -miembros de la misma seccional-, están acusados de «desaparición forzada seguida de muerte». Rodolfo Murúa, Walter Ortiz, Romina Díaz, Ramón Juárez, Elisabeth Belkis y Franco Zorzoli, se encuentran imputados como «partícipes secundarios» de la desaparición forzada seguida de muerte. Y dos agentes de Asuntos Internos, Pablo Síscaro y Daniel Escobar, están acusados de «encubrimiento».
El tribunal estará integrado por Otmar Paulucci, Osvaldo Facciano y Beatriz Caballero. La acusación estará a cargo del fiscal Fernando Arrigo y cuatro querellas: los abogados Guillermo Campana y Salvador Vera en representación de Malvina, una de las hermanas de Franco, y Thiago, su hijo, que tenía 3 años cuando ocurrió el hecho; la Defensoría General de la Nación, que representa a Ramón Casco, papá de Franco; la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; y el abogado Gabriel Ganón, exdefensor provincial, en representación de otro de los hermanos de Franco.
«La expectativa es muy importante y grande, el contexto lo refleja. Fue un proceso de mucho trabajo, de mucha lucha, principalmente de familiares y organizaciones. Desde los profesionales aportamos para que a través de este juicio se pueda demostrar lo que realmente sucedió con Franco, que fue una privación ilegítima de la libertad, una desaparición forzada de persona, que hubo tormento, torturas que finalizaron con su muerte e intento de ocultamiento arrojándolo al Río Paraná. Durante el mes de diciembre va a haber varias audiencias y lo que se va a hacer es la lectura de requerimientos de las partes y la posibilidad de que los imputados realicen algún tipo de declaración. Luego, a partir de febrero, comenzarán a transitar los testigos para ir aportando lo que cada uno conoce sobre la situación del caso», señaló Campana.
Ramón Casco, papá de Franco, comentó: «Estoy un poco nervioso y, a la vez, ansioso, por llegar a este día, después de siete años de lucha. Esperamos únicamente que se haga un buen juicio».
Juliana, su hermana , en referencia a la causa, sostuvo: «Se contradijeron desde un principio, no lo pueden tapar, con todas las pruebas que hay, creo que van a ir presos, perpetua, por el daño que le hicieron a la familia, a mi hermano, a mi mamá.» Y, agregó: «Mi mamá dio la vida por mi hermano y, después de cuatro años que lo mataron, mi mamá fallece por todo el sufrimiento que cargaba. Vamos a seguir hasta que se haga justicia».
Fuera del Tribunal, desde primera hora de la mañana, se vivieron momentos de encuentro y acompañamiento hacia los familiares de Franco Casco, se realizaron distintos pronunciamientos en solidaridad, donde primó los cánticos, bombos y platillos, aplausos: «Yo sabía, yo sabía, que a Franco Casco lo mató la policía», «No queremos mano dura, no queremos represión, queremos para los pibes, trabajo y educación «. Y ante la presencia de familiares de los policías detenidos que afirmaban que estos eran inocentes, el grito al unísono se hizo escuchar: «Ai ai iaia, ai ai iaia, van a ir presos, no salen más.
Franco Casco había llegado a Rosario desde Florencio Varela a fines de septiembre de 2014 para visitar a familiares en el barrio Empalme Graneros. El 6 de octubre quiso regresar a Buenos Aires pero fue detenido arbitrariamente por la policía santafesina, en la comisaría 7°. Fue torturado, asesinado y su cuerpo arrojado al río Paraná, donde fue encontrado el 31 de octubre de 2014, mientras se llevaba a cabo una movilización en las puertas de la comisaría, exigiendo su aparición con vida.
