27/11/2021

Rosario: una multitud volvió a marchar en el Día Internacional contra la Violencia de género

El 25 de noviembre miles de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, no binaries, originaries y afros, de distintas edades, marcharon tras dos años de pandemia para exigir que «vivas y libres nos queremos». La movilización inició en plaza San Martín, frente a la gobernación de Santa Fe, avanzó pasando por la Ronda de las Madres y la Catedral, hasta el Monumento donde se leyó una proclama y se realizó un festival. Se exigió la Declaración de Emergencia Nacional por Violencia de Género, efectiva implementación de la Ley Nacional de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, la implementación de la ESI, y basta de femicidios, lesbocidios, travesticidios y transfemicidios, la aparición con vida de Tehuel, entre numerosas reivindicaciones. Se denunció la responsabilidad del Estado y el gobierno ante la violencia patriarcal y machista. Por Edith L.Gauna y Estefa Gonzalez para ANRed. Fotos: Edith L. Gauna.


Desde 1999, todos los 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de Eliminación de Violencia Contra La Mujer, en honor a «Las Mariposas», las hermanas Mirabal (Patria Mirabal, Minerva Mirabal y María Teresa Mirabal) quienes fueron brutalmente asesinadas en 1960 por el dictador Rafael Trujillo por querer derrocarlo, cuestionar las normas de la época y luchar por los derechos de las mujeres. En Rosario, tras dos años interrumpidos ante la pandemia por Covid-19, otro 25 se volvió a marchar, con en otros puntos del país, por la erradicación de la violencia machista y patriarcal. 

La marcha salió de Moreno y Santa Fe, hacia San Lorenzo y Laprida. Las calles fueron tomando color, con carteles, con pañuelos, con globos. Los gritos y cánticos se oyeron en todo su recorrido: «Ya vas a ver las pibas que vos mataste van a volver» en referencia al patriarcado, «Y si mujer, la lucha va a ser de todes o no va ser». Tras pasar por la Plaza 25 de Mayo, donde se realizaba la Ronda de las Madres, las voces se volvieron a unir: «Madres de la Plaza, el pueblo las abraza» y al unísono, frente a la Catedral, custodiada por varias fuerzas policiales, se hizo oír el grito de «Somos las nietas de brujas que nunca pudiste quemar».

Al llegar al Parque Nacional a la Bandera, con una multitud de más de once cuadras, se leyó el documento, expresándose contra todas las formas de violencia: simbólica, mediática, política, física, sexual, psicológica, laboral, económica, que suceden en las casas, las calles, el trabajo, los sindicatos y gremios. La actividad culminó con un festival de artistas, feria y baile.

Se reclamó por la Declaración de Emergencia Nacional por Violencia de Género y desde la Asamblea Autoconvocada de Mujeres y Disidencias señalaron, «durante la pandemia aumentó un 30% la cantidad de denuncias por violencia de género y durante el período de aislamiento, cuando un femicidio se producía cada 37 hs, en octubre, se redujo a un femicidio cada 30 hs». 

«El contexto que atravesamos como pueblo es crítico. Hoy mujeres, diversidades y disidencias encabezamos los números de la pobreza en Argentina, del desempleo, de la indigencia. Sabemos que las tareas de cuidado siguen recayendo sobre nuestros cuerpos, que estos años de pandemia fueron duros, no solo porque la crisis sanitaria se enlazó con una profunda crisis económica, sino porque una vez más decimos: la casa no es un lugar seguro para todes», encabezaba la proclama. Y destacaba que: “No olvidamos, sin embargo, nuestra potencia callejera, nuestra forma de aliarnos, de organizarnos desde abajo para conquistar derechos. Somos el movimiento que dijo Ni Una Menos y puso la vida en el centro, que resistió con unidad, que organizó de manera independiente y entusiasmó a miles de jóvenes. Con esa fuerza ganamos la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Hoy es Ley, le pese a quien le pese. Contra las políticas antiderechos, contra las reacciones conservadoras, seguimos proponiendo unidad de acción y disputas de sentido”

 

En el documento se enumeró importantes reclamos: por la efectiva implementación en todo el territorio de la Ley Nacional de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, urgente tratamiento y aprobación de la Ley de Educación Sexual Integral y la implementación de la ESI, cumplimiento de la ley de parto respetado, reforma judicial transfeminista popular e interseccional, implementación de protocolo frente a la muerte perinatal, Ley de Johana, entre otros.

Se le exigió al Estado: no al pago de la deuda externa y el fin del ajuste. Por un mayor presupuesto para erradicar la violencia de género, la creación de centros integrales territoriales interdisciplinarios, abordaje urgente para los casos de abuso sexual infantil, patrocinio jurídico gratuito para familiares y víctimas, articulación de los diferentes niveles institucionales para garantizar el pleno goce de los derechos de mujeres y disidencias para decidir sobre los propios cuerpos. Se incorporó además el pedido por “ningún antiderecho en el poder”, la separación de la Iglesia del Estado y el desmantelamiento de las redes de trata y aparición con vida de las víctimas. El grito fuerte fue por la aparición de Tehuel de la Torre, por Paula Perassi, desaparecida hace diez años y por el fin de los femicidios, lesbocidios, travesticidios y transfemicidios.

Los derechos laborales también se sumaron. Reclamaron por la paridad en los sindicatos, modificación de la ley de asociaciones sindicales, condiciones dignas para la economía popular, derecho a la desconexión fuera de la jornada laboral, igualdad de representación en gremios y sindicatos, capacitación en Ley Micaela en los mismos, cumplimiento del convenio 190 de la Organización Mundial del Trabajo contra el acoso laboral y reconocimiento de personería gremial de trabajadores de mensajerías, cadetería y aplicaciones de reparto. Por sindicatos libres de violencia machista, se repudió la violencia que viene padeciendo Norma Mores, sindicalista gastronómica, por parte de la UTHGRA (Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina). Se exigió la despenalización del trabajo sexual, basta de clandestinidad, reforma de la ley anti trata, derechos laborales y sociales para trabajadores sexuales.

 

Afirmando que “eso que llaman amor es trabajo no pago” se pronunciaron por presupuesto y reconocimiento a las tareas de cuidado, paridad en las licencias por nacimiento, adopción y cuidados, y agregaron que no pagar las cuotas alimentarias es violencia económica.

Porque según enunciaron, “ni la tierra ni nuestros cuerpos son territorios de conquista”, se incorporaron a la proclama: cese de represión en los territorios ancestrales, el pedido de justicia por Elías Garay asesinado en la reivindicación territorial de la Lof Quemquemtreu, solidaridad con las familias de la Villa 31, de Guernica y no a los desalojos en Magaldi, Tio Rolo y República de la Sexta. 

“No tenemos planeta B, basta de fumigarnos, basta de quemas que producen un ecocidio ¡Todo fuego es político! Ley de humedales ya!. ¡Basta de transgénicos! ¡No a la nueva ley de agroindustria! Producción de alimentos saludables y de cercanía”, expresaron en defensa de la soberanía alimentaria y por el respeto a los bienes comunes y la biodiversidad. “Nuestra vida depende de ello. Que no se contaminen nuestras aguas. Que no se desvíen nuestros ríos. El agua no se vende!, agregaron.

Finalmente demandaron por “ los derechos a migrar, por el fin de los femicidios territoriales y políticos, justicia para las lideresas sociales criminalizadas y encarceladas en Abya Yala , Lolita Chavez, Carmen y Laura Villalba, libertad a Milagro Sala. Basta de hostigamiento a las defensoras del pueblo garífuna. Justicia para las 56 niñas calcinadas en Guatemala.” Y A un año del crimen de las niñas en Paraguay, Lilian Mariana y María Carmen Villalba exigieron justicia y la aparición con vida de Lichita. La solidaridad y el repudio llegó también a las víctimas de abusos sexuales perpetrados por las fuerzas de seguridad en Chile y en Colombia, a las mujeres de Afganistán y el pedido de juicio y castigo a los golpistas en Bolivia.

Porque detrás de cada estadística fría de números de víctimas de violencia de género, están las vidas arrebatadas, la proclama culminó con los nombres al que otra vez se le agrega la palabra “justicia».

JUSTICIA POR: Chiara Paez, Rosalía Jara, María de los Ángeles París, Silvia Suppo, Fabriana Poggiani, Vanesa Celma, Guadalupe Medina, Nerea Barbosa, Vanesa Zabala, Azul Montoro, Pamela Tabares, Sandra Cabrera, Karen Peralta, Raquel Benavidez, Florencia Coria, Julieta del Pino, María Florencia Gómez, Lorena Riquel , Debora Mansilla, Daiana Capacio, Berta Caceres, Mariell Franco, Jessica Olivera, Maria del Rosario Vera, Angie Ríos, Marisell Girardi, Nadie Benitez, Vanesa Olguín, Lilian y Maria del Carmen Villalba, Fatima Florencia Acevedo, EMilse Estefania Gajez, Esther Mamani, Florencia Gomez y para las 231 víctimas de femicidios en el 2021 en el país!



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