25/10/2021

Soberanía alimentaria y agroecología en el encuentro feminista de la UTT

Fotografía: Marina Espeche para ANRed

Este 23 y 24 de octubre, en la sede de la UTT en Olmos, La Plata, las trabajadoras de la tierra de todo el país se reunieron para compartir las problemáticas que atraviesan como mujeres campesinas y productoras de alimento en cada territorio. Lo que las une: la necesidad de la Ley de Acceso a la Tierra, pero además talleres de plantas medicinales, de sexualidad, teatro, alimentación sana, tejidos, fiesta y agite son parte de lo que las encontró. Compartimos con ellas ambos días de encuentro y entrevistamos a productoras de Misiones, Mar del Plata, Olmos y la secretaria de Género y una de las fundadoras de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), Rosalía Pellegrini en el marco del Segundo Encuentro Nacional de Mujeres trabajadoras de la tierra. Fotografías: Marina Espeche para ANRed. Por Manuela Wilhelm (ANRed)

Es el primer día del Encuentro Nacional de Mujeres Trabajadoras de la Tierra. El sol y el viento pegan fuerte sobre el campo de Olmos, en 197 y 36 donde la UTT tiene una de las sedes. “Han venido más de 200 promotoras rurales de género de más de quince 15 provincias, mujeres rurales campesinas productoras de alimentos que organizadas en la Secretaría de Género estamos no solo combatiendo, concientizando acerca del machismo en nuestros territorios sino también desarrollando distintas iniciativas que tienen que ver con agroecología, perspectiva de género, con la construcción de una soberanía alimentaria que incluya a las mujeres» dice Rosalía Pellegrini, secretaria de Género y una de las fundadoras de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT).

Rosalía durante el plenario de talleres. Fotografía: Marina Espeche para ANRed

La primera vez que las mujeres trabajadoras de la tierra hicieron su encuentro fue durante el 34° Encuentro Plurinacional de MTTBNb, en La Plata. «También desarrollamos ideas que tiene que ver con el protocolo contra la violencia de género dentro de la organización que se aplica a lo largo del territorio nacional. Porque decimos, si la justicia es patriarcal desarrollemos nuestra propia justicia feminista y nos hacemos cargo dentro de la propia organización” dice Rosalía antes de agarrar el megáfono para organizar la primera parte de los talleres y canta: «Olé olé, olé olá, es por la tierra pa trabajar, soberanía alimentaria popular». Las mujeres de Tucumán, Misiones, Córdoba, Mendoza, Mar del Plata, Corrientes, Jujuy, Salta y otras seis provincias se suman y los talleres comienzan.

Estela Miranda, pequeña productora de la zona de Olmos impulsa la formación en Alimentación Sana, Segura y Soberana. Juntas buscamos un lugar al reparo del viento y la entrevistamos sentada en el frente del Refugio para Mujeres que construyó la UTT. Antes que todo, Estela sostiene: «Estar en la Unión de los Trabajadores de la Tierra es la lucha por el acceso a la tierra» y explica: «No queremos que nos regalen la tierra, sino poder tener un crédito blando para poder ir pagando de a poco la propia tierra que plantamos, en vez de pagar un alquiler a Cattoni o Matioli (inmobiliarias de la zona) queremos acceder a un pedazo de tierra y el día de mañana construir una casa digna para nosotras y nuestros hijos».

Fotografía: Marina Espeche para ANRed

En La Plata son 5000 pequeños productores que sólo se llevan el 30% del precio final del producto en la góndola. Uno de los principales motivos es que la mayoría alquila. «Las quintas que alquilamos a grandes costos tienen casillas de madera en malas condiciones, no podemos hacer casa de material y se sufre mucho por el temporal que te hace caer todo, o se prende fuego la casilla y quedás con lo puesto; por eso luchamos por acceso a la tierra y vivienda digna«.

Fotografía: Marina Espeche para ANRed

¿Cómo afecta no tener tierra propia a las mujeres en particular? «Si yo alquilo una quinta el contrato está a nombre de un hombre, no puedo decidir qué plantar, si yo no quiero usar químicos el patrón viene y me lo da y lo tengo que poner, y ¿por qué? porque no soy dueña de la tierra, entonces cuesta que la mujer sea visibilizada«, dice Estela.

Taller de teatro y preparación de intervención en la planta de Bayer Monsanto en Zárate. Fotografía: Marina Espeche para ANRed

¿Qué sucede en los Encuentros de Mujeres Trabajadoras de la Tierra? «Para mí es una alegría; crecimos muchísimo, podemos decir no a cosas que antes no podíamos. Hoy en el encuentro de mujeres ver a tantas compañeras que pasan por cosas duras nos fortalece. El día de mañana si alguien viene y me quiere humillar ya no le dejamos hacerlo, por eso la importancia de saber a dónde acudir, tener compañeras que sepamos apoyarnos. Yo antes era una mujer callada, sumisa, era una mujer de casa, siempre atendiendo al marido, a mis hijos, tuve que pasar muchas cosas, tener que salir a trabajar, y hoy en día pasó ya tiempo, tengo mis compañeras de género que estuvieron ayudando y pude salir y me siento fortalecida, por más que venga un hombre y me diga no vas a ser capaz me entraría por un oído y me saldría por el otro, es bueno que se hagan estos encuentros para poder ayudarse» rescata Estela. Hoy en día impulsa la capacitación en alimentación sana en el Mercado Central a través de una diplomatura y salen por el conurbano bonaerense a enseñar a compañeros de la organización cómo preparar su propia verdura.

Verdurazo frente al Congreso por la ley de acceso a la tierra. Fotografía: Marina Espeche para ANRed

Desde marzo del 2020, la UTT preside el centro comercializador de frutas y hortalizas que abastece a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y al Gran Buenos Aires, donde viven 12,8 millones de personas; con el objetivo de permitir el acceso de pequeños productores y cooperativas a los grandes mercados.

Otra de las luchas que impulsa la UTT es la Ley de Etiquetado Frontal porque apuntan que son las mujeres y sus familias quien más sufren las reglas de etiquetado de productos, y las que van al frente en las tareas de cuidados, las cuales no son reconocidas. «Trabajo en la quinta pero aprendí a variar de verdura, que se pueden mezclar colores y a implementar legumbres, no solamente comiendo carne, a veces no es necesario. El cambio es difícil pero se puede cambiar a una alimentación sana, porque hay mucho sobrepeso por la comida rápida, y también saber lo que estamos comiendo, aprender a leer como está compuesto un producto comprado, es algo que antes no lo hacía y lo aprendí, no dejarme llevar por un dibujito. A veces también el tiempo: somos mujeres que trabajamos en la quinta, y es volver a la casa, cocinar rápido, estamos al cuidado de los hijos. Necesitamos que la mujer sea visibilizada porque está al frente de todo: la casa, los niños, el trabajo, lo económico, no nos tienen en cuenta, somos las que trabajamos a la par del hombre y más que ellos», dice Estela. Le preguntamos si le podemos hacer un retrato fotográfico pero con una sonrisa nos dice que no.

Fotografía: Marina Espeche para ANRed

Leé la segunda parte acá



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