14/10/2021

Se cumplen 20 años de la elección que anunció el Argentinazo

Boleta con la imagen de Clemente, una de las tantas boletas irónicas que muchas personas pusieron en la urna para expresar su bronca

El 14 de octubre del 2001 se desarrollaron las elecciones legislativas en Argentina, en el medio de una crisis económica y política durante el gobierno de Fernando de la Rúa. El resultado exhibió una contundente derrota del oficialismo, pero a su vez, también una pérdida de votos en el peronismo, principal fuerza opositora. El gran ganador había sido el “voto bronca”, principalmente impugnado, y también se vio un crecimiento de diversas propuestas de izquierda. Por Ramiro Giganti (ANRed).


Una crisis económica azotaba el país. Se cumplían varios años consecutivos de recesión. El desempleo crecía, al igual que el malestar que azotaba a la mayoría trabajadora con cada medida de ajuste implementada. Lo único que crecía, además del malestar generalizado, era el descrédito sobre la clase política. El resultado electoral del 14 de octubre del 2001, fue el anticipo del “que se vayan todos” que luego sería la consigna emblema de lo que fue el Argentinazo.

El contexto político electoral previo

En las elecciones de 1999 De la Rúa había derrotado a Duhalde en primera vuelta. La tercera fuerza era el partido creado por Domingo Cavallo Acción por la República, que había logrado un considerable 10%. Pocos meses después, Cavallo había competido pro la jefatura de gobierno porteño siendo segundo, detrás de Aníbal Ibarra. Pero su caudal político se estaba derrumbando después de haberse incorporado al gobierno de la Alianza y cuyas iniciativas económicas, lejos de solucionar la crisis, la profundizaban cada vez más.

En este contexto, ante el repudio generalizado a las dos principales fuerzas políticas que se alternaron el gobierno, la tercera fuerza tampoco era alternativa. Crecía el voto bronca con un fuerte componente escéptico. Aquel llamativo y marginal “Movimiento 501” que en las elecciones de 1999 viajó 501 kilómetros para no votar y del cual habían formado parte personajes referentes de la política actual como el senador Mariano Recalde y el gobernador Axel Kicillof, hoy era más masivo, pero con otras formas de expresión: el voto impugnado. Lo que había empezado como una propuesta autonomista, se había vuelto un elemento masivo y difuso que nucleaba a Anarquistas, izquierdistas, derechistas y sobre todo a una mayoría despolitizada, golpeada y furiosa.

Una oferta electoral difusa

Al el fuerte desencanto de las dos principales fuerzas políticas, y la cooptación de la tercera fuerza, se le sumaban las divisiones internas. La Alianza ya tuvo su escisión de centroizquierda nucleada en el ARI, creado por Elisa Carrió. Tal vez quienes sean mas jóvenes no lo sepan, pero en aquel entonces «Lilita» se presentaba como una posición progresista. Dejando a la UCR formó el frente junto con el Partido Socialista y agrupo a cuadros del Frepaso y algunas celebridades de perfil progresista.

El peronismo porteño fue dividido: por un lado Daniel Scioli encabezó la lista del Partido Justicialista aliada al residual del partido creado por Domingo Cavallo, Acción por la república, con la presencia (como suplente) de un  ex funcionario menemista como Armando Caro Figueroa, quien había sido candidato a vicepresidente en la candidatura de Domingo Cavallo y de la mando del mismo se desempeñaba como Administrador de Ingresos públicos. Caro Figeroa, había sido Ministro de Trabajo durante el avance de la flexibilización laboral.

Pero la otra boleta que representaba a una escisión del peronismo porteño es la que resulta mas llamativa teniendo en cuenta la actualidad.  El Frente por un Nuevo País, creado por Gustavo Beliz, actualmente se desempeña como Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación Argentina. Beliz había sido candidato a senador, y había tenido un fuerte cruce con a Alfredo Bravo, con agravios comparables a los que actualmente se le escuchan a Javier Milei con comentarios despectivos hacia «la izquierda». Su suplente era el inefable Fernando Niembro. En la lista de candidatos a diputadas, figuraba Diego Santilli, quien 20 años después encabeza la lista de diputados por la alianza «Juntos» y es un importante referente del PRO. Detrás de Santilli en la misma lista figuraba Pimpi Colombo.

Detrás del voto impugnado y de una importante elección del ARI que rescató gran parte del voto progresista, algunas propuestas de izquierda salieron triunfantes: por un lado Luis Zamora fue uno de los grandes ganadores en la Ciudad de Buenos Aires, ganando un voto entre progresista, izquierdista y «honestista», tras haber dejado la política y dedicarse a vender libros renunciando a su jubilación de privilegio, algo que sedujo a una parte considerable del electorado y materializó en un candidato real el «voto a Clemente». Izquierda Unida también había tenido  una buena elección llevando a Patricia Walsh al congreso. Lejos de disputar una banca, otras fuerzas de izquierda o progresistas también registraron crecimiento.

Oídos sordos y la crítica a la oposición como respuesta

Tras conocerse el duro resultado electoral, en el búnker oficialista, el vocero presidencial Juan Pablo Baylac solo respondió con un tono arrogante que «el peronismo también perdió 500.000 votos», mostrando una falta de autocrítica enorme. Dos meses después el pueblo en las calles volvería a expresarse, esta vez sin interlocutores institucionales.



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  1. Argentina: Se cumplen 20 años de la elección que anunció el “Argentinazo” · 2021-10-17 09:11:19
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