«Nos faltaba esa vuelta de energía que hace que el ritual sea completo»

Amores Tangos volvió a presentarse en vivo tras 18 meses de conciertos virtuales. La vuelta, entre los cuidados necesarios, mostró esa necesidad de ir recuperando, dentro de lo posible, aquello que extrañamos. En una cobertura de su segundo concierto, conversamos con José Teixidó, director de la banda, y te contamos lo que fue la vuelta al escenario y el viaje por el diverso repertorio que el grupo propone. Por Ramiro Giganti (ANRed). 

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Pasó un año y medio en el que la música en vivo solo se podía disfrutar desde una pantalla, de manera virtual. Lo urgente postergó a lo importante y ahí estaba la música, en ese grupo de lo “importante debajo de lo urgente”. Allí,  numerosos conciertos virtuales funcionaron a modo de resistencia, tanto para que las y los artistas tengan la posibilidad de seguir haciendo música, como para que un pueblo golpeado tenga una alegría para encarar el esfuerzo de cumplir con las restricciones y preservarse, para sobrellevar la situación.

En este contexto, Amores Tangos volvió a presentarse en vivo, después de 18 meses sosteniendo y compartiendo su arte con conciertos virtuales. Las presentaciones del 5 y el 9 de septiembre en el espacio Rondeman, del Abasto, en la Ciudad de Buenos Aires, y la presentación del 11 en  El Gutiérrez, Banfield, marcan su vuelta al escenario y su reencuentro presencial con el público.

Es un día lluvioso de septiembre, como postergando por un lado la llegada de la primavera, pero también las ansiadas ganas de poder retomar actividades. Para amenizar el momento se habla de la vuelta de fútbol con algo de público y la presencia de Messi haciendo tres goles con el seleccionado en cancha de River. Mientras un pequeño grupo de privilegiados vuelve a un estadio de fútbol, otro grupo más reducido tiene el privilegio de volver a conectarse con la música en vivo. Es 9 de septiembre y estamos en el barrio del Abasto, ese que con su nombre nos puede recordar tanto a Carlos Gardel como a Luca Prodan. Allí, entre esas diversas expresiones de la música argentina se encuentra Amores Tangos, retomando ese destino errante de quienes llegaron a Buenos Aires hace un siglo y medio o dos, y la bohemia de un sujeto como Luca mezclando el rock y las tradiciones porteñas con géneros que no se solían interpretar por estos pagos. Amores Tangos propone ese encuentro.

Las luces se apagan, y como solía suceder siempre antes de cualquier evento artístico, una voz pide silenciar los teléfonos celulares, pero hoy se suman nuevos pedidos: “respetar el distanciamientos, no abandonar la ubicación, mantener el barbijo puesto cuando no se está consumiendo” y otras indicaciones vinculadas a la prevención remarcando la importancia del cuidado colectivo para poder recuperar todo aquello que extrañábamos.

Los músicos están ene escenario, y tanto artistas como público empiezan un viaje que recorre las orillas del Rio de La Plata, pero, fiel al destino errante, se escapa por momentos de dichas fronteras: a veces tierra adentro recorriendo estilos del folclore argentino y latinoamericano, otros más “globales” como el rock.

El repertorio alterna composiciones propias con clásicos diversos del tango en distintos momentos, como Taquito Militar, de Mariano Mores o Nada, de Horacio Sanguinetti y José Dames, interpretado con la voz del “Negro” Falótico, vocalista invitado que alterna sus intervenciones con otras instrumentales.

En una conversación con ANRed, José Teixidó, director de la banda, se mostró “muy emocionado”, apenas terminó el evento. “Fue nuestro segundo show después de 18 meses, y la verdad que es una fiesta, “Amores” es una fiesta. El público que tenemos es maravilloso: canta baila, se para, participa… y es como una reunión donde se celebra la amistad, el amor, la música… estoy muy contento”, comento entre los saludos de quienes lentamente abandonaban la sala.

El ecléctico recorrido por diversos géneros musicales también enseña conexiones rítmicas que le permiten a la banda mostrar unos segundos de salsa durante una milonga, o de cumbia en el medio de un tango, pero sin que el cambio sea abrupto. Todo funciona como un recorrido donde un paisaje se va modificando.

Entre las participaciones invitadas también estuvo presente la pareja de bailarines Natalia Fossati y Juan Pablo Güerri, que sumaron su baile en distintos momentos del espectáculo. También subieron al escenario Pablo Marcovsky, quien tocó el piano en las canciones que interpretó Irina Hauser: primero, ironizando sobre su trabajo como periodista judicial cantó la Chacarera del Expediente de Cuchi Leguizamón, aquella canción censurada durante la dictadura por su contenido crítico hacia las desigualdades de clase que exhibe el poder judicial. También interpretó la canción Quién Soy Yo, de la banda, compuesta por José Teixidó, cuyo estribillo dice “Quien soy yo para decirte a vos, lo que tenés que hacer con tu cuerpo”, que en sus conciertos previos a la pandemia, la banda invitaba a todas las mujeres al escenario a cantarla, algo que hoy no es posible por la necesidad de los distanciamientos.

Un momento para Astor

En el año del centenario de Astor Piazzolla, la banda hizo presente su legado. Por un lado la interpretación de Libertango. Pero también con un homenaje muy particular, presentando la canción Palabras para Astor, compuesta para el artista centenario, que desde hace un tiempo la banda interpreta. “Lo homenajeamos componiendo un tema dedicado a él, con letra de Raimundo Rosales. La verdad que creemos que es el mejor homenaje que se le puede hacer a Astor, que es seguir creando tangos, es seguir componiendo, porque el principal legado es ese: él fue un creador y él mismo dijo que se pueden seguir haciendo cosas, se puede seguir componiendo, se puede seguir creando, asique ahí estamos… en su senda” comentó José.

Lo que se viene….

La banda también presentó una nueva composición que aún no tiene nombre, pero que será parte de un disco que están preparando. “Ese tango, es parte del nuevo disco que va a salir entre fines de este año y principios del año que viene. Cuarto disco de Amores Tangos. Mucho tango, va a tener un poco de Rock también, como siempre, un poco de Latinoamérica, y con muchos artistas invitados…. Nos tiene muy contentos” anticipó Teixidó .

Otro anticipo de lo que se viene es el cumpleaños de la banda en noviembre. Para ese mes la banda está pensando en una nueva presentación como lo habían hecho otros años, previo a la pandemia. En noviembre vamos a estar celebrando los 13 años del grupo, con un show que esperamos pueda ser con muchos artistas invitados, con la orquesta ampliada, como grabamos hace muy poco, así que ojalá se pueda dar que podamos estar más de 20 músicos arriba del escenario”.

Tras una hora y media de música, la banda concluye con sus bises. Primero interpretando Sanata, ya convertido en el “hit” de la banda, y luego con una cumbia: Amores Como el Nuestro de Jerry Rivera, popularmente conocida en Argentina por la versión de Los Charros. Ante la imposibilidad de poder bailar, el público acompaña con palmas. Un cierre justo para finalizar la velada con alegría.

Amores Tangos logra ese viaje: el de la oscuridad del tango a la alegría de una milonga o una cumbia, y desde un sombrío presente a la sonrisa compartida en un momento de música.