11/08/2021

El titular de la UIA, Funes de Rioja, promueve que las empresas no paguen salario a quienes no se vacunaron

Fuente: El Economista

«El que no quisiera vacunarse, no podrá ingresar a trabajar», expresó el flamante presidente de la Unión Industrial (UIA), Daniel Funes de Rioja, al comunicar que la Junta Directiva de la entidad tomó la decisión de avanzar en un petitorio al Ministerio de Trabajo para penalizar con el no pago de salarios a los trabajadores que no estén vacunados. ¿Qué se esconde detrás de este pedido? ¿Un aporte a la campaña de vacunación o una «avivada empresaria» para seguir quitando derechos laborales? Por Ramiro Giganti (ANRed).


Esta declaración se da en paralelo al pedido de que todos los trabajadores que hayan recibido las primeras dosis vuelvan a las plantas, pese a no estar completamente inmunizados.

Se dio también a menos de dos semanas de un reclamo de trabajadores de la Empresa Tenaris Siat de Techint, que se manifestaron reclamando (entre otras cuestiones vinculadas a quitas salariales) por la devolución del transporte privado por el Covid que les quitaron recientemente. La  firma viene desplegando desde hace tiempo pequeñas rebajas de sueldo, al no realizar la correspondiente recomposición de los adicionales, mientras se halla en medio de un aumento de la producción, en tanto que la capacidad instalada alcanzó en marzo el mayor nivel desde noviembre de 2018. Se trata de una empresa que en Italia por obligar a trabajadores a asistir en plena pandemia generó miles de muertes por Coronavirus.

La declaración de Funes de Rioja se da un mes después de que trabajadores de la metalúrgica Sempere S.A. de Quilmes hayan tomado la fábrica en reclamo por sueldos adeudados, allí el no pago de salarios que la UIA contempló en paz no tenía nada que ver con la campaña de vacunación.

Casos como los anteriormente mencionados abundan, enumerarlos a todos resulta imposible. Como también hubo numerosos reclamos de trabajadores por el incumplimiento de los protocolos sanitarios por parte de las empresas.

La polémica decisión no será obligatoria. «Lo decidirá cada empleador», completó Funes. «La vacuna existe, tengo el derecho a no adoptarla, pero existe el cese de dispensa. Respecto a las charlas con los sindicatos, lo veremos sector por sector», aseguró el dirigente empresarial.

¿Quién es Funes de Rioja?

El flamante presidente de la UIA, asumió el cargo el pasado 8 de junio en reemplazo de Miguel Acevedo, quien lideró a los industriales durante dos mandatos. Antes se desempeñaba como  presidente de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal) y es un dirigente con una larga trayectoria en el gremialismo empresarial. Bautizado como «el caballero del lobby empresario» es una de las voces que promueven una reforma laboral que preocupa a toda la clase trabajadora por ser un paso mas en la recurrente pérdida de derechos.

Funes de Rioja junto a Mauricio Macri. Fuente: InfoAlimentación

Con una vasta carrera como abogado laboral de empresas que lo llevó como representante ante distintos foros y organizaciones internacionales como el Foro Económico Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Funes de Rioja fue también el jefe del Departamento de Asuntos Jurídicos de la UIA e integra el Consejo del Salario Mínimo en representación del sector empresarial. También, entre otras, representó a la aceitera AGD (la empresa del anterior presidente de la UIA) y a la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) en varias discusiones con el sindicato.

“Yo soy un dialoguista. Tengo 40 años de experiencia en organismos internacionales y ahí aprendí lo que es la concertación. Para mí hay tres C: certidumbre, confianza y concertación. Todas están ligadas. Hay que trabajar con convicciones. Vamos a defender el interés industrial pero eso no significa tener una actitud meramente confrontativa. Desde hace 50 años que me reúno con los sindicatos, hemos tenido desacuerdos, pero eso nunca se tradujo en batallas campales o destrucción. Tengo diálogo con el ministro de Desarrollo Productivo, el de Economía, con todo el Gobierno. Nadie sale solo de la crisis y concertar no significa claudicar. Nos eligen para representar intereses legítimamente y dentro de la ley”, había declarado antes de asumir la presidencia de la UIA al ser consultado por el periódico El Economista.

En septiembre de 2019, antes de la pandemia, pidió una «emergencia laboral» para despedir sin indemnizaciones. «Tenemos que generar un contrato de emergencia laboral para que las pymes puedan contratar sin pagar cargas sociales por dos a tres años, sin indemnizaciones y reforzando el seguro de desempleo», sostuvo el dirigente.

Funes de Rioja junto al ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas. Fuente: El Economista

Desde antes de asumir en le cargo viene pidiendo por una reforma laboral. Abogado laboralista que hizo carrera representando a grandes empresas de distintos rubros, el dirigente también criticó la «industria del juicio» como una de las causas que no hacen crecer el empleo registrado. «Desde septiembre (por las reaperturas), el empleo repunta poco, pero la curva de horas extras trepa 30%. Eso me demuestra que la pyme no contrata porque tiene miedo de contratar, porque acá hay una patología que es el juicio laboral. Un empresario suizo me dijo ‘en Argentina he decidido tener galpones, porque a las 24 horas de instalado tenía juicios laborales», dijo en una entrevista con el medio Letra P.

¿Quién decide la obligatoriedad de la vacuna?

La respuesta debería ser obvia pero no lo es. Si en lugar del estado son las empresas las que deciden la obligatoriedad de una vacuna, entonces ¿Quién gobierna? Las declaraciones de Funes de Rioja, de algún modo, desenmascaran una situación que suele permanecer oculta: la gubernamentalidad de las empresas. Nadie vota a los empresarios, pero deciden por miles de trabajadores, es decir que, de algún modo, gobiernan.

Actualmente una gran cantidad de vacunas, vigentes desde hace años, son obligatorias en las escuelas y su vacunación masiva fue fundamental en el pasado para erradicar enfermedades. Actualmente las vacunas contra el Covid-19 no son obligatorias debido a la necesaria aceleración de sus procesos por las urgencias de la pandemia. En todo el mundo se está debatiendo la obligatoriedad, y actualmente muchos países implementan incentivos para fomentar la vacunación. Los incentivos podrían ser bienvenidos y un buen aporte por las empresas: beneficios a trabajadores vacunados. Pero las declaraciones de Funes de Rioja van en dirección opuesta: las empresas no aportan, castigan. Al menos, así lo manifiesta el titular de la UIA.



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