Mendoza: esenciales para el pueblo, invisibles para Suarez
Las trabajadoras de la salud de la provincia de Mendoza continúan las medidas de lucha en reclamo por aumento salarial al gobierno de Rodolfo Suárez. En los últimos días, se movilizaron masivamente el jueves 29, y desde el sector de residentes realizaron un paro por 48hs a partir del viernes 30 que incluye acampe y olla popular, redoblando la apuesta luego de las marchas y asambleas de los últimos días. Por Corresponsal popular para ANRed.
Lo que llama a la calle ampliamente a los y las trabajadoras es la pelea por sueldos dignos, pase de prestadores y trabajadores con contrato, reconocimiento de licenciaturas en enfermería, y también en reclamo de los derechos de les residentes. Quienes han estado en la primera línea frente a la pandemia del COVID19 son desdeñados por el gobierno provincial, ya que se desconocen los reclamos e incluso se amenaza con sanciones a quienes protestan.
La propuesta del gobierno de llevar a un 29% el aumento del 20% decretado en diciembre pasado (junto con el pago de bonos no remunerativos) es rechazada ampliamente. La razón principal es que a lo largo del 2020 no hubo aumentos, el gobierno provincial dio de baja la cláusula gatillo que indexó salarios entre 2016 y 2019, y el atraso salarial ante la inflación es muy marcado.
El conflicto se encuentra en un momento clave. El Gobierno intentó dividir a les trabajadores firmando un acuerdo también con las direcciones provinciales de ATE y UPCN, y también amedrentar a les residentes con amenazas de sanciones disciplinarias y descuentos Sin embargo, las movilizaciones y paros continúan, endureciéndose las actividades en pos de lograr ganar los puntos reclamados.
Les trabajadores estatales cuentan con un frente gremial que no fue desbaratado al firmar ATE la paupérrima paritaria. Las respuestas combativas se sostienen desde un conglomerado de gremios donde se cuentan el numeroso SUTE (docentes), Judiciales, APOC (organismos de control), SITEA (estatales autoconvocades), SIPES (salud-CTA-A), FADIUNC (docentes universitaries), APROCEM (profesionales de ciencia económica) y AMPROS (salud). Esta articulación es una de las principales diferencias con el conflicto de les trabajadores de la salud de Neuquén, donde fueron asambleas autoconvocadas las que pusieron en jaque la producción de Vaca Muerta y el abastecimiento de combustibles en el Alto Valle luego del cierre inconsulto de una paritaria del 12% tras un año y medio de congelamiento salarial. En la provincia de Vaca Muerta, les trabajadores lograron traspasar el techo salarial que había firmado el Gobierno, UPCN y ATE.
Entre los sindicatos mendocinos, destaca AMPROS que canaliza gran parte de la rebeldía de les profesionales de la salud, dándole cobertura a quienes se encuentran en situación de precariedad laboral bajo la figura de las residencias. Sin embargo, es la propia actividad desde abajo de les trabajadores de la salud la que instala con sus medidas de lucha la necesidad de condiciones dignas de trabajo. La respuesta que hasta ahora dio el gobierno no pasa de una mínima recepción de los reclamos, tal como informo la Secretaria Adjunta de AMPROS, Claudia Iturbe, luego de una reunión con funcionarios el viernes 30.
Rodolfo Suarez encara una apuesta política arriesgada al oponerse a un reclamo tan legítimo ante la opinión pública como el de les trabajadores de la salud, en plena campaña electoral. Para esta pelea cuenta por un lado con el apoyo de los dirigentes sindicales Cristian Galdeano de UPCN y Roberto Macho de ATE, y un notorio blindaje mediático del conflicto a nivel nacional.
Del otro lado, enfrenta la fortaleza y el enojo de la organización de las bases del sector salud. Desde las asambleas, se preanuncian medidas por tiempo indeterminado que le darán un marco de lucha y conflicto a la actual campaña.