“La pérdida de la vecina dejo un vació irreparable, pero también una bronca que da energía”
Me dicen que los vecinos están tan distintos, casi no hablan, algunos no pueden comer, casi no duermen porque piensan que pueden ir a prenderles fuego, “si fueron capaces de encerrarnos para matarnos como ratas, son capaces de todo”, cuenta una mamá con voz temblorosa de la indignación, “mi nena era tan alegre y ahora no duerme de noche, dice que sueña con fuego”. Así es la vida en esta tierra arrasada por la codicia de unos pocos, que vienen por todo. Por Corresponsal popular para ANRed desde Chubut
También cuentan que todos tienen un gesto perdido, de angustia infinita, que por donde vayas hay dolor, sobre todo esa tarde después del mensaje, cuando llego la muerte esperada, ya sabían, murmuran, pero uno siempre guarda una esperanza…”SE MURIO NUESTRA VECINA”, se escucho en el mensaje, la voz se quiebra y el silencio se hace oscuro. “ni siquiera pudo disfrutar su casa, ella era una mujer alegre con dificultades para moverse y no quiso que la ayuden a salir para no retrasar al vecino que la fue a buscar”; cuando llegaron los brigadistas el daño era muy grave. Los gritos de terror se mezclaron con las corridas, el negro de la humareda y el fuego quemándolo todo se llevaron su sueño, se llevaron a Maruca.
La pérdida de la vecina dejo un vació irreparable, pero también una bronca que da energía, “creían que nos iríamos, pero se equivocaron, nos vamos a quedar y volver a levantar el barrio, nos damos cuenta que buscaron quemar las tomas, pensamos muchas cosas… no, nos quisieron regularizar, hace seis años estamos y habíamos empezamos a pagar la mensura particular y justo esto…sacamos muchas conclusiones, también que puede ser por la minería, la semana pasada hicimos un festival contra la megaminería con los vecinos del Pinar, éramos como 200 personas, ¡estuvo relindo! Baile y música, ¡y justo, que casualidad! a nosotros y a los del Pinar nos quemaron, nos encerraron, nos rodearon con fuego, cosa que no escapemos…”
A las dos pérdidas, Sixto del Maitén y Maruca de la Eco Aldea, se suman las personas quemadas, ampollas en los pies, brazos y caras, además de un nene con quemaduras en el cuello.
“Yo vi el incendio enfrente por el Radal, veía y escuchaba como explotaban las garrafas, fui a mirar a la ruta y vuelvo apurada, voy entrando en la brigada y una vecina me avisa que atrás de mi casa hay fuego, corro y empiezo a gritar, ¡salgan hay fuego! ¡Hay fuego! Y empiezan a escapar”
Le había dicho antes a las nenas que pongan en una bolsita ropa porque veía el fuego, eso solo alcancé a agarrar, después vi a mi vecina con los nenes que iba descalza y subió al auto, no sabíamos por dónde ir porque había fuego por todos lados”, continúa relatando la mama, que prefiere no dar el nombre por temor a las represalias.
La búsqueda de culpables, por parte del gobierno de Río Negro y Chubut, apunta a los pueblos originarios para distraer la atención y crear enemigos entre vecinos, sin embargo, la respuesta es esta, “¿Porque los mapuches querían hacer algo así?, los mapuches son nuestros vecinos, porque van a querer algo así, si perdieron todo, que se dejen de mentir, ya nadie les cree”.
El rechazo hacia la clase política se traduce de muchas formas, por ejemplo, cuando llegan las donaciones, nadie quiere llevar las cosas a los municipios, ya que dicen que se la llevan los punteros o amigos de políticos, por lo tanto, se busca que los camiones descarguen en domicilios particulares y se entregue a personas que figuran en un listado.
La charla finaliza remarcando que ningún político se acercó a la Eco Aldea a ver como estaban, solo enviaron a dos jovencitos asustados a tomar datos, cuando les dijeron que necesitan el acceso al agua y a la luz, contestaron que eso no, que eso no se podía.