08/02/2021

Comienza el juicio oral contra Santiago Almirón: denuncian que es víctima de una causa armada

La madre de Plaza de Mayo Norita Cortiñas se sumó también a la campaña por la libertad y absolución de Santiago Almirón. | Foto: Libertad para Santiago Almirón

Hoy comienza el juicio oral contra Santiago Almirón, acusado por el fiscal Mario Alberto Ferrario de la UFI Nº 3 de haber robado en un local de comidas de esa localidad y asesinado a un cliente. Familiares, amigos y amigas de Santiago, junto con la Coordinadora Contra La Impunidad Policial, organizaciones sociales, políticas y personalidades de derechos humanos concentran desde las 8 frente a los Tribunales de Morón, porque consideran que el joven es víctima de una causa armada por la policía local y la justicia el 31 de agosto de 2018, por un delito que no cometió, por lo que exigen su absolución y libertad. Además, denuncian que el juicio será a puertas cerradas y que se negó el acceso a veedores de organismos de derechos humanos. «Hoy Santi enfrenta un juicio, a pesar de que cuatro testigos presenciales del hecho no lo reconocieron. Los dichos de un jefe de calle hace que hoy Santiago esté sentado en el banquillo de los acusados», sostiene Romina Lovillo, tía del joven. La segunda audiencia del juicio será el jueves 11. Por ANRed.


Desde la Campaña Libertad para Santiago Almirón denuncian que «la Justicia pretende condenar a Santiago Almirón por un homicidio que no cometió». En la misma línea, señalan: «el TOC 3 del departamento judicial de Morón, conformado por la presidenta Mariela Moraleja Rivera, el vicepresidente Alfredo Bonanno y el vocal Alejandro Rodriguez Rey del TOC 6 (en reemplazo del juez Toto), decidió arbitrariamente no permitir el ingreso de público a la sala ni aprobar la transmisión del mismo por plataformas virtuales. También la denegatoria de dar enlaces a terceros para seguir el debate. Ya que se desarrollará a puertas cerradas».

A esto se suma que se le negó «el acceso a los veedores de organismos de derechos humanos» y que «Santiago estará presente de forma remota desde la unidad donde está alojado, limitándose el derecho de llevar comunicación fluida con su abogado. Y como alternativa se le permitiría tener para el efecto un teléfono celular», denunciaron familiares y amigos del joven en un comunicado. «Más allá del Covid-19, que da lugar a que las decisiones del poder judicial se resuelvan con total abuso y arbitrariedad de la situación, es una sumatoria a varias irregularidades que venimos denunciando desde hace dos años», sostienen.

Justamente, en una entrevista brindada a ANRed, Romina Lovillo, tía del joven, explicó: «el de Santiago es un caso testigo porque él está ahí señalado por un jefe de calle, Matías Barcos, que se sienta y dice que un vecino, que no se quiere identificar, le habría dicho que el autor del hecho es un pibe llamado Santiago Almirón, y que a su vez le acercó el Facebook para que lo busque. Y con eso nada más hoy Santi enfrenta un juicio, a pesar de que cuatro testigos presenciales del hecho no lo reconocieron. Los dichos de un jefe de calle hace que hoy Santiago esté sentado en el banquillo de los acusados«, remarcó la tía del joven.

Los familiares y amigos del joven, junto a los organismos y organizaciones que acompañan, denuncian las siguientes irregularidades en la causa:

  • «Ningún testigo presencial del hecho reconoce que Santiago haya sido el autor del mismo. Fue sometido a  ruedas de reconocimiento. Todas dieron negativo. Los testigos del hecho describen al asaltante como un hombre de unos 25/30 años, de 1,65 mts aproximadamente, con barba tupida. Santiago, al momento de su detención tenía 22 años, mide 1,83 mts y no usaba barba».
  • «Esta causa fue armada por el policía Matías Barcos y avalada por la fiscalía, y ahora sostenida por toda la familia judicial corrupta y podrida. Previamente, en una recorrida por el barrio, el jefe de calle lo ve a Santiago cortando el pasto para una cooperativa en la que trabajaba, le pide el DNI y le saca una foto. Posteriormente, este policía se presenta a declarar en la comisaría de la zona exponiendo que un testigo de identidad reservada menciona que un chico, llamado Santiago Almirón, había cometido el hecho. Este testigo nunca fue citado a declarar».
  • «Que con el cuento de impartir justicia pueblan una y otra vez las cárceles con los pibes y pibas pobres de nuestro pueblo. De sobra sabemos que la policía arma causas penales, y le atribuye un delito a personas que no lo cometieron, plantándoles armas o drogas. Tienen margen de total impunidad para ocultar o manipular pruebas y así dirigir la investigación hacia sujetos determinados, con el fin de hacer estadística, que responde a una demanda política e institucional. También las causas armadas se suelen utilizar para dar una respuesta rápida donde la opinión pública y las autoridades presionan para tener una respuesta inmediata. En este caso, han decidido que Santiago, de apenas 24 años de edad, deberá seguir su juicio virtualmente desde el penal de Magdalena».

Foto: Libertad para Santiago Almirón

Por todo lo denunciado, es que tanto los familiares como la Coordinadora Contra La Impunidad Policial – que reúne a varias familias de víctimas de causas armadas, y de la cual forma parte la familia de Santiago – llaman «a todas las organizaciones que acompañan a la familia Almirón a no permitir un atropello más» y «arrancar la absolución de Santiago Almirón a sus verdugos».


Contacto:



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba