14/01/2021

Adiós, asado, adiós

Foto: Nuestra Córdoba

Entre los periódicos golpes al bolsillo que significan los aumentos en los precios de los bienes y servicios de consumo popular, el valor de la carne parece haber picado en punta y, así, retirarse de modo categórico de las mesas argentinas. Un relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) realizado en la zona del AMBA observó, dentro de la vorágine inflacionaria, cuáles fueron los cortes que más incrementos sufrieron en 2020, qué sector social tuvo mayores alzas y en qué lugares del cinturón poblacional analizado cayó con mayor afectación. A su vez, una cámara patronal reflejó que el consumo de carne tocó un piso histórico y que la suba del valor del asado se llevó el primer puesto. Por Máximo Paz, para ANRed.


“La vida es una sucesión de asados” supo cantar Willy Polvorón, artista freak con cierto renombre en escenarios específicos con el fin de anclar en clave histriónica una práctica que conquista a patios, balcones y terrazas para impartir una idiosincrasia particular. En la actualidad, aquella línea en tono de cumbia tiene menos sentido si se miden las prácticas que sostienen las y los argentinos en cuanto a lo que atañe al consumo de alimentos cárnicos y su relación con los incrementos para su adquisición.

Por caso, los números recientes de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) aseveraron que el consumo alimenticio vacuno cayó a 49,7 kilos por persona por año, demostrando una caída del 2,3% en comparación con 2019.

Según se estima, habría que remontarse hasta 1920 para encontrar una cifra más baja de acuerdo al informe que distribuyó la CICCRA. El cociente medio histórico de los últimos 20 años es de 60 kilos anuales por habitante, pero se encuentra en un desmoronamiento profundo si se observan los 91 kilos que se consumían a fines de la década del ’70 (gobierno de facto de Jorge Videla) o, mismo, el récord de 101 kilogramos per cápita bajo la administración de Juan Perón, en 1954.

No es para menos, el saldo de fin de año en lo económico determinó la supresión del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) a millones de personas, un ajuste en las jubilaciones y paritarias que, en términos promedio, perdieron contra la inflación. Por otro lado, los alimentos y bebidas, entre otros, fueron en sentido contrario y la carne no fue la excepción, en tanto que percibió una suba de 20% intermensual y 78% en todo el año (AMBA). Mismo, si se calcula desde julio de 2019, esta acumula una suba del 150%.

Por su parte, el asado marcó una diferencia mayor al lograr un 95%, ubicándose en el podio de la tabla de posiciones de todos los bienes alcanzados por la inflación.

En ese sentido, el IPCVA reveló un informe realizado durante la primera y la segunda quincena del mes de diciembre de 2020, mes clave a partir de la disparada significativa sobre los precios de la carne.

Allí, en el relevamiento, el Instituto pudo diferenciar sobre los distintos tipos y cortes y sus incrementos, al aseverar que “el precio del pollo fresco mostró precios con alzas significativas, con una variación del +19,1% en el mes de diciembre de 2020 con respecto a noviembre. Por su parte, el precio del pechito de cerdo mostró precios con subas más moderadas en el mismo período, avanzando un +4,4% con relación al mes anterior. Con respecto a los valores de diciembre de 2019, el pollo incrementó su precio en un +57,9% y el cerdo un +59,3%”.

Asimismo, el IPCVA pudo distinguir los aumentos entre los distintos sectores sociales, al asegurar que “los precios de la carne vacuna tuvieron incrementos significativos, del +21,6%, en diciembre de 2020, con respecto a noviembre último, en los puntos de venta que atienden en barrios de nivel socioeconómico alto. En los puntos de venta que atienden al nivel socioeconómico medio, los precios mostraron alzas también significativas, que resultaron del +18,4%; mientras que en aquellos que atienden al nivel socioeconómico bajo los precios mostraron las subas de mayor magnitud, que resultaron de un +22,1%.”

También el estudio pudo revelar diferencias en las alzas sobre las distintas calidades de los cortes en relación al mes anterior: “la carne de novillitos mostró precios con alzas significativas, del +20,6%; la carne de novillos mostró valores que presentaron subas más marcadas, +25,5%; mientras que la carne de vaquillonas y terneras mostró precios que exhibieron valores con una significativa tendencia alcista, que resultó de un +20,8%, con respecto a noviembre.”

La discriminación por territorio igualmente estuvo presente: “el comportamiento de los precios de la carne vacuna mostró pequeñas diferencias entre en las distintas zonas geográficas: se registraron subas significativas de los precios en la Capital Federal, y en todas las zonas del Gran Buenos Aires; aunque las mismas fueron más marcadas en la zona oeste del GBA”.

Del mismo modo, se abordó el tema de acuerdo a tipos de comercio: “durante el último mes de diciembre, los precios mostraron subas significativas, del +21,7%, con respecto al mes anterior en las carnicerías; mientras que en los supermercados se observaron precios con alzas bastante más atenuadas, +13,7%”.

“En el caso del lomo, la diferencia se acerca a un nivel de $77, pero en este caso exhibiendo un precio superior en las carnicerías con relación a los supermercados. En los casos de los cortes de mayor consumo, como los cortes de la rueda utilizados en la preparación de milanesas, la diferencia de precios supera los $62, en el caso de la nalga, siendo los precios más económicos en los supermercados; en carne picada los supermercados venden el producto a un precio $21 más económico, mientras que, para el asado, los supermercados ofrecen el producto a un precio inferior en cerca de $71 por kilogramo al de las carnicerías”.

El dato de color lo agrega el hecho de que la producción de la industria de las vacas creció un 1,3%, pero la referencia se tradujo en una amplificación del 9,4% en ventas al exterior respecto a 2019. En ese marco, los salarios del sector crecieron sólo 26,5% hasta noviembre del año anterior y 30,7% interanual, según marcó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

En lo que concierne al muestreo del IPCVA, este estuvo ejecutado a partir del relevo telefónico a 80 carnicerías de Capital y Gran Buenos Aires. El seguimiento de los precios en supermercados se realizó siguiendo el canal de venta on-line en alrededor de 15 puntos de venta, relevados de forma presencial.



1 comentarios

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  1. carlos · 2021-01-15 11:48:11
    El asado, carne vacuna y todo producto con proteina animal como el pollo y el cerdo deberia ser lo mas barato para el consumo en la mesa Argentina. Es importante que los niños consuman proteina animal ademas de frutas, verduras y lacteos. Este menu es para unos pocos, es un doloroso privilegio que sea asi.Vemos a diario niños gordos, petisos y mal nutridos de tanto comer harinas..Una verdadera pena.

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