01/01/2021

Ensenada: la patota de «Secco» y la policía para sacarlos de su tierra

El pasado 23 de diciembre a las 18hs se presentaron cinco civiles junto con la policía para desalojar a un grupo de activistas ambientales que llevan adelante un proyecto de granja agroecológica en las 15 hectáreas del predio que cuenta con el aval del dueño Sergio Quintana. La patota «de Secco» como se  identificaron en referencia Mario Carlos Secco, intendente de Ensenada, destruyo cultivos, propino amenazas e incluso participo junto con los efectivos policiales de las detenciones  sin orden alguna. Por ANRed.


En dialogo con ANRed, las y los agredidos explicaron que la zona esta hostigada por patotas y que el hecho ocurrido se dio más de una vez en la zona. «es un lugar donde el negocio inmobiliario esta al asecho pensamos que la agresión paso por ahí». En la denuncia escrita en las redes explican el proyecto que cuente con un comodato realizado por el dueño de las tierras Sergio Quintana, «Después de 10 años de activismo socioambiental, hace un año compañeras y compañeros de “todos los 25 hasta que se vaya Monsanto” decidimos comenzar un proyecto con las manos en la tierra. Un amigo, Sergio Quintana, nos permitió utilizar su campo en Ensenada para llevar adelante esta idea y poner en práctica la agroecología, agricultura regenerativa, producción de semillas, producción de bio-insumos, construcción sustentable y sobre todo compartir conocimientos a través de cursos y talleres para mostrar las capacidades que estas tienen frente a el sometimiento, envenenamiento y concentración de la riqueza que resultan del agronegocio».

Imagen de tareas de cultivo en la granja agroecológica.

También explicaron que muchos vecinos se acercaron a brindar su solidaridad y que junto a un representante legal esta en marcha ante la fiscalía correspondiente la denuncia «por violación de domicilio, abuso de autoridad y privación ilegitima de libertad».

La denuncia relata aquel día «El 23 de diciembre alrededor de las 18 hs , en medio de una larga jornada de trabajo, irrumpieron en la propiedad 3 policías sin identificación a bordo de un patrullero junto a 5 civiles en dos vehículos particulares. Uno de los civiles manifestaba ser el dueño del lugar, aunque lo único que pudo mostrar fueron unas fotocopias ilegibles preparadas para la ocasión. Se encontraban en el campo Julián, Tamara y Cristina (madre de Tamara), quienes ante la invasión pedían se identificaran y mostraran una orden judicial para ingresar al predio. Los tres policías manifestaron que estaban acompañados por el dueño del lugar y que no necesitaban orden alguna, dijeron además que los llevarían a todos a la comisaría sin dar los motivos. En todo momento se notaba que quienes orquestaban el ilegítimo operativo eran los civiles, quienes por teléfono informaban los resultados del atropello a un tercero. Haciendo caso omiso al legítimo derecho de las compañeras y el compañero, el personal policial junto a los patoteros recorrieron el lugar, pisando los cultivos mientras repetían, “nosotros somos de Secco” (Mario Secco, intendente de Ensenada), “ustedes no saben con quién se metieron” “ya van a ver quienes somos” . Entre golpes y empujones esposaron a Julián y lo subieron por la fuerza al patrullero. A Tamara la tomaron entre tres policías, ejerciendo una violencia innecesaria la esposaron y la subieron al patrullero. Después de esposar violentamente a Cristina, entre insultos la subieron a la camioneta de uno de los patoteros. Dentro del patrullero, Tamara comenzó a tener un ataque de pánico. Julián y Cristina pedían por favor que le permitieran salir para poder tomar aire, al abrir la puerta se desvaneció en el piso, en dónde los policías la samarreaban y decían que dejara de hacer circo, mientras la trataban de histérica. Sin acceder a quitarle las esposas, aún desvanecida la levantaron entre 4 (3 de ellos hombres) y la tiraron en la camioneta del particular en dónde estaba Cristina. Sin permitírseles tomar su documentación, ni barbijos, fueron trasladados a la comisaría 2da de Punta Lara, Ensenada. Julián fue ingresado en un recinto (conocido como locutorio), Tamara quien recién recuperaba el conocimiento junto a Cristina permanecieron en la puerta de la comisaría, aún con esposas, para esperar una ambulancia. Desde la comisaría, Tamara se comunicó con dos compañeros que llegaron al lugar minutos después del acontecimiento, constatando que los patoteros se habían robado el grupo electrógeno (herramienta indispensable, ya que el campo no posee servicio de energía eléctrica).A raíz de los llamados de organizaciones de distintas corrientes políticas, sumado a la presencia del secretario de derechos humanos de UTEP y de un abogado de la defensoría del pueblo, fueron liberados a las 00.30 horas. (…) Mientras escribimos este comunicado, el Ford Falcon de la patota, como en los años más oscuros de nuestro país, pasa frente al campo en una clara intención de hostigamiento a las compañeras y compañeros presentes en el lugar. Sabemos de la codicia del negocio inmobiliario para la construcción de barrios privados en la zona, que atentan contra la biodiversidad, las economías locales, y la salud de nuestras familias. Responsabilizamos al intendente Mario Secco de lo ocurrido, como de cualquier otra hecho de violencia que suframos. Policías que intervinieron: Sargenta Capristo, Oficial Ayudante Nazareno Flores, Oficial ClavijoSubcomisario a cargo de la comisaría 2da de Punta Lara: Hugo AguilarPatota de civiles: Matías Mariano Pallas; Héctor Ariel Álvarez; Ian Gonzalo Carrasco; Eduardo Dimas Núñez; Gastón Agustín Garro (supuesto testigo)».



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