Crece el descontento de las bases por la mala paritaria de ferroviarios
Organizaciones gremiales ferroviarias autoconvocadas convergieron este miércoles en las puertas de la sede central del sindicato de la Unión Ferroviaria para poner en manifiesto el descontento de fracciones de las bases trabajadoras de trenes a partir del acuerdo paritario establecido por las conducciones del sector, patronales y el Estado. A su vez, en el acto reivindicativo, denunciaron el acoso oficialista al activismo gremial opositor y se invitó a una nueva convocatoria previa a las nuevas negociaciones de diciembre. La actividad tuvo tintes históricos, en tanto que hacía desde por lo menos veinte años que no se protestaba frente al sindicato que conduce Sergio Adrián Sasia. Por Máximo Paz, para ANRed.
Alrededor de las 11 del mediodía de ayer, y a partir de un corte parcial en la Avenida Independencia, frente al edificio sindical, que permaneció con su entrada cerrada al público y custodiada por la Policía de la Ciudad, trabajadoras y trabajadores pertenecientes en su mayoría a la tercerizada Emprendimientos Ferroviarios S.A. (EMFER) y que fueran trasladados al Ferrocarril Sarmiento, acompañados por listas antiburocráticas como la Gris, Roja, Negra y personal de las líneas Mitre, San Martín y Roca, más el apoyo de organizaciones sociales, hicieron expresar su descontento creciente ante lo pactado.
Si bien en un primer momento las fuerzas de seguridad se opusieron al diseño del acto propiciado por un piquete, quema de gomas, cánticos, despliegue de banderas y una sucesión de oradores, la fuerza trabajadora pudo imponer su voluntad.
«El conflicto tiene un cúmulo de bronca desde las bases. Hoy (por ayer) la manifestación contempla como eje principal exigirle a la conducción que nos escuche», comentó a este medio Juan, trabajador de los talleres de Haedo de la Línea Sarmiento.
Es que desde el punto de vista salarial, las y los ferroviarios vieron liquidarse, año a año, lo que en algún momento fue un sueldo medio. Por ello, la última y reciente paritaria acordada por los secretarios generales de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia; de La Fraternidad, Omar Maturano; de Jerárquicos (Asociacion del Personal de Direccion de Ferrocarriles Argentinos-APDFA), José Silva; y de Señaleros (Anuncio de Señales y Frenado Automático-ASFA), Carlos Epelbaum, hizo estallar la bronca.
«Otra vez la conducción chupándole las medias al gobierno de turno. Porque otra cosa no queda. ¿7% de acuerdo salarial de paritarias? ¡Ni ellos se la pueden creer! O sea, otra vez firmando a espaldas de los trabajadores», sentenció el entrevistado.
En concreto, los cuatro sindicatos ferroviarios firmaron un arreglo a la baja del 7% desde octubre a diciembre, más $4.000 a cuenta de futuros aumentos y $10.000 de suma fija con el salario de noviembre. El acuerdo no tiene retroactivo y, desde luego, no procura, bajo ningún punto, satisfacer la recomposición del salario ferroviario, que se viene desplomando desde 2008.
«Esta es la paritaria más baja que se tenga memoria. Vergonzosa. No pueden (por la dirigencia) tener siquiera el orgullo de sacarse una foto», agregó el entrevistado.
Una referencia que marca el retraso salarial se constituye en la comparación que consta entre los sueldos del Subterráneo y Ferrocarriles. Por ejemplo, hoy en la empresa Metrovías (subte) la o el asalariado que se inicia en la última categoría (limpieza) cuenta con $53.000 mensuales, mientras un trabajador de Trenes Argentinos que ingresa al mismo escalafón, su retribución apenas es de $38.000.
Los argumentos esgrimidos por las cúpulas que justifican el acuerdo magro e insuficiente giran en torno al contexto del sorpresivo advenimiento del coronavirus y la dificultad que representa amoldarse a una discusión dentro de los parámetros normales de la actividad económica. De todos modos, las y los trabajadores, desde siempre, estuvieron denunciando las paupérrimas condiciones en las que les tocó –y les toca- trabajar en el marco de la pandemia. Ante el riesgo en sí mismo por el tipo de estructura laboral, este año muchos trabajadores del ferrocarril se contagiaron de Coronavirus y desde la empresa hubo un manejo discreto y precario del asunto en paralelo con el silencio cómplice de los sindicatos.
«Si bien el Estado considera que somos trabajadores esenciales, no pasa lo mismo con la conducción, que nos tira el salario a la baja y no solo eso: hoy un trabajador que ingresa a la categoría más baja -como aprendiz, por ejemplo-, no cubre siquiera el salario mínimo, vital y móvil», aseguró Juan.
Frente a la situación de bronca, que se meditó por abajo entre las y los trabajadores, creció el “boca en boca”, que desembocó en la intensa manifestación.
«Esta es una marcha histórica. Hace muchos años que no nos juntamos por un reclamo genuino. Además, esto es un inicio, con perspectivas a organizar un plenario de organizaciones para venir nuevamente antes del 15 de diciembre, que es cuando se va a reunir la Unión Ferroviaria con el Estado para ver nuevamente paritarias. Nosotros queremos postular una nueva marcha para un día próximo anterior a esa convocatoria«, concluyó Juan, mientras las voces reclamantes se aunaban en un solo y fuerte grito: «Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode».
