30/09/2020

¿Que sucede entre Armenia y Azerbaiyán?

El conflicto recrudeció el pasado fin de semana. Foto: EPA

La disputa territorial entre Armenia y Azerbaiyán en relación a la región de Nagorno-Krabaj o Republica de Artsaj, se recrudeció este fin de semana. Pasados tres días de enfrentamientos ya hay un centenar de muertes en ambos bandos, entre ellos una decena de civiles. El conflicto, de larga data, podría estar también afectado por disputas geopolíticas en relación a recursos estratégicos como el gas. El rol de Turquía, que pasados más de 100 años sigue negando el genocidio Armenio, la fuerte presencia de Rusia, y las contradicciones de occidente, frente a un conflicto bélico cuyo riesgo puede ser a escala global. Por Ramiro Giganti (ANRed).


El conflicto se da en la autodenominada Republica de Artsaj, una región dentro Azerbaiyán, llamada “Nagorno Karabaj” (Altos de Karabaj) por el pueblo azerí, pero de población mayoritariamente armenia de religión cristiana, en un país mayoritariamente túrquica chií. Desde la entrada de los territorios a la esfera soviética a principios del siglo XX ha habido reordenamientos territoriales en el Cáucaso.

¿Nagorno-Krabaj o Republica de Artsaj? Una historia larga y compleja

Artsaj representa el nombre más antiguo y es utilizado sobre todo por los armenios en referencia a la décima provincia del antiguo Reino de Armenia o “Gran Armenia”, que existió como reino independiente entre el 190 a. C. y el 165 d. C., y luego protectorado del Imperio romano entre el 165 y el 428.

Por su parte la opinión mayoritaria es que la palabra Karabaj tiene un origen túrquico y persa y que su significado literario es «jardín negro». El término ruso Nagorno Karabaj, que fue empleado mayormente por la prensa anglohablante, es de construcción moderna ya que “Nagorno” deriva de la expresión rusa “Nagorny” que significa “territorio elevado”, de allí la traducción “Alto Karabaj”.

Monumento Tatik Papik, al norte de Stepanakert, Artsaj. Representa la herencia armenia sobre la región de Nagorno-Karabaj. Foto: Artsakh Parl.

Este territorio se convirtió en objeto de controversia entre Armenia y Azerbaiyán cuando ambos países se independizaron del Imperio ruso en el año 1918. Después la Unión Soviética estableció el control sobre la zona. En 1923, se formó la óblast autónoma del Alto Karabaj dentro de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Así, a pesar de mantener vínculos nacionales y culturales con Armenia, la región de Nagorno-Karabaj se encontraba, como se menciona, dentro de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, con un autogobierno reconocido.

Desde ese entonces, así tensiones étnicas y los choques fueron aplacados bajo el control de la Unión Soviética, al menos durante 65 años, pese a algunas tensiones iniciadas durante los años 60. En los años 80, con el auge del nacionalismo en la URSS, se produjeron múltiples brotes de violencia interétnica en la región, afectando principalmente a las comunidades armenias de Azerbaiyán pero también a las azeríes en la región del Karabaj. A principios de 1988, todavía dentro de la URSS, comienzan las manifestaciones a favor de la reunificación entre la Región de Artsaj o Nagorno Karabaj, y Armenia.

Manifestaciones a favor de la reunificación de Nagorno Karabaj ( Artsaj) y Armenia. Año 1988 – Fuente: Diario Armenia

La respuesta a las movilizaciones de febrero de 1988 fue el pogromo de Sumgait, una serie de matanzas y ataques contra la población armenia que vivía en Azerbaiyán. Hubo asesinatos, robos, personas quemadas vivas, torturas, violaciones, saqueos y destrozos por parte de grupos no identificados. En 1991 tanto Armenia como Azerbaiyán se convierten en Estados soberanos independientes con la disolución de la URSS y Azerbaiyán decide eliminar el gobierno autónomo del Alto Karabaj. Como respuesta, la población, mayoritariamente de origen armenio, votó en un 99’8% a favor de la creación de la República de Nagorno-Karabaj el 10 de diciembre de 1991.

Tras numerosos enfrentamientos y la muerte de mas de 30.000 personas, en 1994, gracias a la mediación de Rusia y el Grupo de Minsk de la OSCE (Organización para la Seguridad u Cooperación en Europa), Armenia y Azerbaiyán llegaron a un acuerdo de alto el fuego para parar la guerra.

En 2016 se reactivaron las hostilidades en la conocida como ‘Guerra de los 4 días’, que se extendió a otros puntos de la frontera y que supuso un primer avance de las fuerzas de Azerbaiyán en la captura de algunos territorios. La República de Nagorno-Karabaj decidió formalmente cambiar su nombre oficial a República de Artsaj entre el 28 de febrero y el 5 de marzo de 2017, en referencia al nombre utilizado por la Gran Armenia siglos antes, renunciando a su denominación azerí.

La República de Artsaj todavía no tuvo el reconocimiento de la comunidad  internacional. Sin embargo, tiene el reconocimiento de tres Estados no reconocidos: Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria. Los tres territorios son fruto de otros conflictos congelados tras la reordenación del espacio post-soviético; los dos primeros, además, también se encuentran en el desordenado mapa del Cáucaso, mientras que el tercero se encuentra en la frontera entre Moldavia y Ucrania.

La cuestión geopolítica y los recursos estratégicos

En cuestiones cuantitativas el panorama en cuanto al poderío económico y militar se presenta favorable a Azerbaiyán: población es 3’3 veces superior a la de Armenia (10’1 millones frente a 3 millones de habitantes), su PBI es 5’5 veces superior y su presupuesto militar es 3’5 veces superior al de Armenia. De hecho, el presupuesto militar de Azerbaiyán es superior a todo el gasto público de Armenia.

En relación a los apoyos Azerbaiyán mantiene una sólida relación con Turquía, con quien comparte la raíz étnica túrquica y son socios estratégicos. Turquía se ha posicionado claramente del lado azerí y está empleando una retórica contra Armenia según la cual Turquía se ve directamente interpelada por los ataques contra Azerbaiyán. Un dato no menor es la histórica tensión entre Turquía y Armenia, que a principios del siglo pasado supuso uno de los mas tremendos genocidios hoy en día no reconocido por Turquía. Se estima que se asesinó a un millón de armenios entre 1915 y 1923, lo que supone un tercio de la población actual, además de otros millones de personas desplazadas. Actualmente existen sectores que apoyan abiertamente la toma de casi toda Armenia en lo que llaman el Azerbaiyán Occidental. Del mismo modo existe también una visión del Gran Azerbaiyán que incluiría, no solo Armenia casi al completo, sino una amplia región étnicamente túrquica del noroeste de Irán.

Por su parte, un actor de peso en la región, como es Rusia, se posiciona mas cerca de Armenia. Si bien la revolución de terciopelo de 2018 enfrió un poco las relaciones entre ambos países con un cambio de gobierno que busca reducir la dependencia rusa en Armenia, la relación se mantiene aceptable entre ambos países. Vladimir Putin se manifestó a favor del cese del conflicto. El posicionamiento ruso se vuelca hacia Armenia, pero de una manera mas moderada manifestándose a favor de una salida pacífica, mientras Erdogan pronuncia su apoyo a Azerbaiyán de manera mas beligerante.

Otro país que toma partido por Armenia es Chipre quien se encuentra desde hace años enfrentado con Turquia. De hecho, allí es delito el negacionismo sobre el genocidio armenio desde 2015.

Los hidrocarburos, como el petróleo o el gas, son recursos estratégicos de esta región. El gas, recurso que Azerbaiyán posee, puede ser llevar este conflicto a otra escala incidiendo en la tensa relación entre Rusia y Europa Occidental. Rusia es uno de los principales exportadores de gas y abastece a el Europa. También controla gran parte del gas de la región de Asia Central (Turkmenistán, Afganistán, etc.).

Desde Europa y se buscan alternativas desde hace muchos años para evitar la dependencia del gas ruso. Un proyecto trunco fue el gasoducto Nabucco, proyectado en el año 2002 y firmado en julio del año 2009. Este proyecto de gasoducto de un costo aproximado de 31.000 millones de dólares fue concebido para arrancar Asia Central de la influencia rusa. Un grifo gigantesco diseñado para alejar 30.000 millones de metros cúbicos de gas (casi un 10% del consumo anual de Europa) de los gaseoductos rusos. El proyecto Nabucco consistía en llevar el gas del Mar Caspio, tanto desde Azerbaiyán como desde Irán, a Erzurun, Turquía, y desde allí abastecer a Europa.

Recorrido del gasoducto Nabucco en rojo, otros gasoductos en negro.

El proyecto Nabucco fue abortado en el año 2013. Su fracaso fue considerado un triunfo geopolítico de Rusia sobre Europa y Estados Unidos. A su vez su fracaso se explica por la caracterización como «gasoducto político» ya que la motivación no era por beneficios concretos de rentabilidad sino por el interés geopolítico de debilitar a Rusia por parte de occidente. En contraposición sigue avanzando el proyecto «Nord Stream 2», nombre con que se conoce un gasoducto que conectará Rusia con Alemania y Europa Central y del Este a través de 1.200 kilómetros por el mar Báltico. Este ultimo proyecto fue duramente criticado por Donald Trump, acusando la dependencia europea del gas ruso.

De esta manera el conflicto puede sacudir la región, pero a su vez los apoyos pueden estar condicionados por cuestiones económicas especulativas. Occidente desde sus instituciones como la ONU, o la Unión Europea, se ha limitado a tibios pedidos del cese a la violencia. Mientras en otros territorios resulta implacable, no ha tomado parte en el asunto.

Desde numerosas, y a veces dudosas, mediciones sobre el respeto a las libertades democráticas occidente ha condenado a países fomentando golpes de estado o generando desestabilizaciones en diversos países, sin embargo no se ha pronunciado cuando todas las mediciones muestran a Armenia como un país mas «democrático y libre» que Azerbaiyán y Turquía.

Comparación de diversos indicadores entre Armenia, Azerbaiyán y Turquía. Fuente: Datosmacro.com

En su momento, el proyecto Nabucco suponía un posible nuevo intento de ingreso a Europa por parte de Turquía. Las denuncias por violaciones a los Derechos Humanos por parte del gobierno Turco y los cuestionamientos de numerosos organismos por negar el genocidio armenio, al igual que las denuncias por vinculaciones con el DAESH (Estado Islámico) son uno de los motivos de la negativa europea. Sin embargo tampoco hay un claro pronunciamiento al respecto.

Mientras tanto el Consejo de Seguridad de la ONU al igual que la Unión Europea se limitan a tibios pronunciamientos. Algo similar ocurre con el Grupo de Minsk, encargado de garantizar la estabilidad en la región. «Condenamos enérgicamente el uso de la fuerza y lamentamos la pérdida de vidas, incluidas las de civiles» dice un comunicado emitido por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Mientras Israel es el principal proveedor de armas de Azerbaiyán (el 60% de su armamento es importado a Israel), distintos datos muestran como un negocio puede conspirar contra una salida pacífica.



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba