04/09/2020

¿A quién le regala tierras el Estado?

Foto: Alberto Fernández y la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina en una reunión el 18 de diciembre de 2019.

Las tomas de tierra están en el foco de las noticias y funcionarios del gobierno expresaron públicamente su posición al afirmar que el Estado debe desalojar cualquier intento de tomas por parte de gente que necesita «una tierra para vivir». Desde los medios de comunicación intentan construir un perfil del tomador de tierras: inmigrante y beneficiario de asignaciones sociales, como atributos negativos, para generar consensos que habiliten la represión y el desalojo. Sin embargo, el Estado cede tirras fiscales a instituciones como la Iglesia Católica, que son usados para su propio beneficio. «Estamos permitiendo que un estado extranjero (Vaticano) se lleve al menos 400 mil metros cuadrados por año de tierras y propiedades públicas. De las cuales rara vez paga los impuestos, los cuales le son condonados por diversos municipios, lo que significa un tipo de subvención indirecta multimillonaria», sostenía en 2015 Fernando Lozada, ateo activista y director de la Asociación Internacional del LibrePensamiento, organización internacional que lucha por la separación absoluta de las iglesias y los Estados. Por ANRed.


“Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: «Cierren los ojos y recen». Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.”

Eduardo Galeano

“El Estado tiene que hacer cumplir la ley, y si hay gente tomando tierras lo que tiene que hacer es desalojar”, dijo el presidente de la Cámara de diputados Sergio Massa. En sintonía, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni publicaba un video de campaña llamando a respetar la “propiedad privada” .

En los medios de comunicación cobra interés el tema y se evidencia la avanzada política de sectores reaccionarios representados en la oposición pero también dentro del propio gobierno.

“No podemos tener una mirada contemplativa con aquellos que utilizan las necesidad de la gente para llevar adelante sus negocios inescrupulosos. Condenamos rotundamente la ocupación ilegal de tierras y viviendas”, expresaba el comunicado que firmaron 14 intendentes del Conurbano, exigiendo firmeza al gobierno nacional en relación a las tomas de tierra.

Sin embargo, cuando el Estado regala tierras a instituciones como la Iglesia Católica, rara vez estas cesiones cobran estado público ni son sujetas a críticas ni pedidos de desalojo.

Fernando Lozada es ateo activista y director de la Asociación Internacional del LibrePensamiento, organización internacional que lucha por la separación absoluta de las iglesias y los estados. En el 2015 participó como orador en Audiencia pública en la Legislatura de la CABA exigiendo el «No a la entrega de tierras públicas a la Iglesia Católica». Compartimos extractos de su intervención:

«Ya hace unos años que nuestros legisladores nacionales han visto la necesidad de poner un límite a la extranjerización de la tierra por cuestiones de soberanía y seguridad nacional. El primer paso fue establecer un régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales y sobre zonas de seguridad. Respecto al ejido urbano aún no hay normativa vigente y ahí la Iglesia Católica Apostólica Romana (ICAR) es la segunda más grande propietaria después del Estado Argentino.

Todas las instituciones de la ICAR son propiedad del Vaticano según el Código de derecho Canónico, libro V, de los bienes temporales de la iglesia (Cann. 1254 – 1268), además el nuevo Código Civil, establece que las personas jurídicas de carácter público se regirán por sus propia normativa. Es decir que para nuestra legislación todo lo que posee el clero apostólico romano en Argentina es propiedad de ese estado extranjero y teocrático. La ICAR posee incluso la tenencia de propiedades estratégicas dentro de entidades estatales, por ejemplo dentro de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad.

La ICAR sigue acumulando propiedades a pesar de que se encuentra hace mucho tiempo en proceso de contracción, el porcentaje de católicos cayó un 15%, al pasar del 90,48% que alcanzaba en 1960 al 76,5% en el 2008, la tendencia se sostiene hasta la actualidad y la cantidad de practicantes no alcanza a representar al 20% del total de fieles. Es decir que quienes utilizan los templos periódicamente son apenas un 15 % de la población.

Sin embargo, una iglesia cada vez menos numerosa en fieles y funcionarios, recibe cada vez más del erario público. Actualmente solo la ICAR es sistemáticamente financiada por el Estado argentino. Esto se hace por medio de diferentes mecanismos e instituciones estatales. Desde la última dictadura cívica-militar-eclesiástica, por medio de decretos ley aún vigentes, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto garantiza que la Conferencia Episcopal Argentina reciba partidas anuales para: remuneraciones y pensiones de obispos, arzbispos y auxiliares; sueldos a curas párrocos de frontera; viáticos a toda la curia dentro y fuera del país y becas a seminaristas. Aunque la suma es significativa en valores absolutos esto solo representa una pequeña porción de todo lo que recibe ese culto del erario público. A la mayoría de las escuelas que posee y gestiona la ICAR, se le otorgan subsidios cercanos a cubrir el 100% de los sueldos de sus docentes, este ítem representa prácticamente la mitad de todo el financiamiento estatal del culto.

Cáritas recibe por decretos de los diferentes ejecutivos y por ordenanzas o leyes de los legislativos, donaciones millonarias, siendo la función de contralor del Estado para verificar su efectivo destino, totalmente nula. Como ejemplo también podemos citar que un tercio del presupuesto del SEDRONAR se destina a la pastoral de la ICAR».

En cuanto a las propiedades que el Estado cede a la Iglesia Lozada explica: «existen 5.493 parroquias, cientos de edificios administrativos y escuelas católicas y propiedades comerciales. Casi nada fue comprado, proviene de la época colonial o donado por el estado.

En diferentes municipios que tienen su digesto digitalizado encontré que todos realizan periódicamente cesiones a título gratuito o donaciones de propiedades fiscales a la ICAR, algunos ejemplos:

Ciudad de Córdoba: 9 propiedades en los últimos 20 años.

Santa Fe: 10 propiedades en los últimos 20 años.

Mar del Plata: 24 propiedades en los últimos 30 años.

La Plata: 18 propiedades en los últimos 30 años.

Bahía Blanca: 12 propiedades en los últimos 20 años.

Salta: 7 propiedades en los últimos 30 años.

Catamarca: 16 propiedades en los últimos 30 años.

En el 2015, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pretendió regalar a la Iglesia de una sola vez lo que otros municipios han hecho en 30 años. La ciudad no tenía antecedentes de donaciones de este tipo al clero.

Sacando una cuenta burda y de mínima, tenemos que se regala a la ICAR un terreno cada dos años por Municipio, hay unos 2100 municipios. Esto quiere decir que estamos permitiendo que un estado extranjero se lleve al menos 400 mil metros cuadrados por año de tierras y propiedades públicas. De las cuales rara vez paga los impuestos, los cuales le son condonados por diversos municipios, lo que significa un tipo de subvención indirecta multimillonaria».

Finalmente, y a pesar de las intervenciones, el Gobierno de la Ciudad regaló 14 propiedades a la Iglesia católica, extranjerizando territorio que podría significar la solución habitacional para miles de personas que necesitan un lugar dónde vivir».



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