24/08/2020

«Tenés que convencerlas, cogerlas, violarlas, manosearlas»

Foto: Cosecha Roja

A partir de una serie de audios publicados por el medio gráfico Cosecha Roja salió a la luz el método atroz empleado por la empresa de servicios de limpieza e higiene Jet Limp S.A. quien, desde su línea gerencial, ordenaba a sus supervisores a ejercer distintos tipos de destratos y violencias a su plantel de trabajadoras. Las acciones ordenadas incluyeron desde el ejercicio del abuso sexual hasta amenazas altisonantes de desvinculación. Si bien la denuncia en el fuero laboral ya se encuentra en curso – una presentación cautelar ya favoreció a una empleada -, la organización de abogados y abogadas que defiende a las asalariadas aseguraron que están trabajando para reproducir la imputación en el fuero penal y, a su vez, en distintos organismos. Por Máximo Paz, para ANRed.


Mediante una denuncia judicial en el fuero laboral un grupo de trabajadoras de Jet Limp S.A. – firma prestadora de servicios tercerizados de higiene para otras empresas -, dieron cuenta del maltrato al que se encuentran sometidas a partir de estrategias de humillación y desgaste volcadas hacia ellas desde el cuerpo patronal a fines de que la ponga en práctica la línea de supervisores.

“A ver qué parte no entendés que tenés gente de más boludo (…) tenés mujeres (…) Vos tenés que cubrir la carga horaria, a ver, tenés mujeres, subilas a una máquina, tenés mujeres hacelas fregar, sino las tenés que echar (…) Con los encargados tenés que convencerlas, cogerlas, violarlas, manosearlas. A ver, hace lo que quieras Luis, pero las minas tienen que salir renunciando. No tengo lugar, entonces las tenés que hacer renunciar”, dice uno de los audios que trascendieron a medios y que solidifican la denuncia.

Las labores que presta la tercerizada fueron consideradas por el Gobierno como esenciales a partir del advenimiento de la pandemia. Jet Limp S.A., por su parte, brinda sus servicios a las empresas supermercadistas Coto, Chango Más, Vital y Día %, negocios paradigma en el descuido de su personal en tiempos de contagios masivos. También trabaja para el shopping Alto Palermo, del grupo IRSA, cuyo dueño es Eduardo Sergio Elsztain -cabeza privatizadora del banco hipotecario en los ’90- y para Rodríguez Larreta a través de la contratación propiciada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La violencia laboral que exhibe la firma sobre el trato a sus empleadas detonó sobre un caso puntual: bBueno Luis, esa que te está llamando que está descompuesta, llamala y decile, loca vení a laburar que te voy a echar. Llamala y amenazala, no podés ser tan buenito”.

La expresión está referida sobre Mari, una empleada con 10 años de antigüedad en la firma limpiadora. La trabajadora había pedido licencia tras recomendación médica a partir de un dolor en la rodilla. Además de artritis, Mari porta mal de chagas, enfermedad que ataca al sistema cardiovascular.

Sin dudar, la patronal le negó el permiso médico a su asalariada, Mari, y dejó de pagarle el sueldo. El abuso empresarial derivó en una cautelar judicial que recayó en el Juzgado 50 del fuero laboral de la CABA. La defensa de Jet Limp argumentó de inmediato que la enfermedad (mal de chagas) de la empleada no estaba incluida en la lista de la resolución MTEySS 207/2020.

La resolución de la medida cautelar fue contundente y salió a favor de la trabajadora. De esta manera, el Juzgado Laboral 50 ordenó que se le paguen los salarios adeudados desde marzo y se le garantice el mismo hasta tanto se encuentre en condiciones de retomar sus tareas.

El coronavirus amplió la gama de actividades de la firma privada: sobre el cumplimiento de labores de limpieza, se sumaron las de desinfección, fumigación y sanitización. Como sistema, la compañía aplica turnos rotativos, sin horarios fijos y sueldos por debajo de la línea de pobreza. A todo ello, la violencia laboral también es efectuada, de acuerdo a las denuncias recientes, por la falta de elementos de protección para realizar los trabajos. Lo peligroso también resulta exteriorizar una queja, dado a que la respuesta puede resultar ser la pérdida de su exigua fuente de ingresos.

Aldana Cepeda, patrocinante de las trabajadoras de Jet Limp, informó a través de una entrevista al  programa Abogados de radio que los graves sucesos acontecidos rebasarán la instancia laboral: “Si, estamos preparando denuncias en varios organismos y también en (el fuero) Penal”. Es que de acuerdo a los audios recogidos, cabría la posibilidad del inicio de un proceso por instigación al delito.

A su vez, la letrada expresó que “hasta ahora no tenemos conocimiento, no lo sabemos” cuando se le preguntó acerca de la actitud del sindicato sobre el tema. Al momento, tampoco hay información alguna acerca de que el Ministerio de Trabajo de la Nación vaya a tomar cartas en el suceso.

Lo que sí dio conocimiento en la entrevista es que los sueldos del personal de limpieza son los más bajos: “Estamos hablando que junto con los convenios colectivos de Seguridad son los más bajos del mercado laboral y salarial”, aclaró.

Sobre los audios que vieron la luz mediante su publicación en el medio gráfico Cosecha Roja, a partir de un artículo de Matías Máximo, también se puede escuchar: “yo necesito que cumplan la carga horaria. Poné a las mujeres a fregar con una mopa. No se les cae el útero ni la matriz por una rotativa, ponelas a laburar (…) ¡Que se muera en el servicio! Le decís que ella sale de ART de licencia y sabe que está afuera. ¡Ya decile! No sé cómo hizo para golpearse con un tacho de basura la cabeza (…) Andá al kiosko, comprate una gotita y pegasela en la cabeza a la idiota esa”.

Cepeda, integrante de la organización Abogades en Cooperativa, también tomó la tarea denunciante del comportamiento de Jet Limp sobre todo el personal malogrado, en donde se da cuenta que la empresa ejerce una política de maltrato sistemático para con las trabajadoras de la empresa mediante un mecanismo perverso de disciplinamiento laboral a partir de la orden para que sus supervisores lo lleven adelante desde conductas violentas y misóginas.



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