21/06/2020

Angela Davis: “No podemos erradicar el racismo sin erradicar el capitalismo racial”

En una entrevista, la reconocida activista estadounidense, Angela Davis, analiza la coyuntura actual y discute las posiciones tanto de Dondald Trump como de Joe Biden ante los reclamos de desmantelamiento de la policía. Esta es una traducción de la entrevista realizada por Amy Goodman a Angela Davis, transmitida en el programa Democracy Now! el 12 de junio de 2020 (www.democracynow.org). Traducción de Pablo Abufom para Posiciones, Revista de Debate Estratégico.


AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, The War and Peace ReportThe Quarantine Report. Soy Amy Goodman. A medida que el levantamiento a nivel nacional contra la brutalidad policial y el racismo sigue difundiéndose por el país y el mundo, derrumbando estatuas confederadas y forzando su reconocimiento en municipalidades y en las calles, el Presidente Trump defendió a los oficiales de policía el jueves, desechando los crecientes llamados a desfinanciar la policía. Hizo un discurso en un evento de campaña en una iglesia en Dallas, Texas, donde anunció una nueva orden ejecutiva recomendando a los departamentos de policía que adopten estándares nacionales para el uso de la fuerza. Trump no invitó a los tres principales oficiales de policía de Dallas, que son todos afroamericanos. Esto ocurre después de que Trump llamó a los manifestantes “MATONES” y amenazó con desplegar al ejército para terminar con “los disturbios y el desorden”. Este es Trump hablando el jueves.

PRESIDENTE DONALD TRUMP: Quieren deshacerse de las fuerzas policiales. En efecto quieren deshacerse de ellas. Y eso es lo que hacen, y allí es donde quieren ir. Y ustedes saben que en las posiciones de más arriba, no va a haber mucho liderazgo. No queda mucho liderazgo.

En cambio, tenemos que ir en la dirección contraria. Debemos invertir más energía y recursos en la formación y el reclutamiento y la vinculación con la comunidad. Tenemos que respetar a nuestra policía. Tenemos que cuidar a nuestra policía. Ellos nos protegen. Y si se les permite hacer su trabajo, van a hacer un gran trabajo. Y siempre hay manzanas podridas, sin importar adonde vayas. Encuentras manzanas podridas. Y no son muchas. Y puedo decirles que no hay muchas en el departamento de policía. Todos nosotros conocemos a muchos miembros de la policía.

AMY GOODMAN: El nominado presidencial de los Demócratas, Joe Biden, también llamó a un aumento del financiamiento policial. En una columna en USA Today, llamó a que los departamentos de policía reciban US$300 millones adicionales para “reforzar el control del orden público en las comunidades de nuestro país”. El miércoles por la noche, Biden se refirió al financiamiento policial en The Daily Show.

JOE BIDEN: No creo que deba desfinanciarse la policía, pero creo que deben establecerse condiciones y que los departamentos tengan que tomar medidas significativas de reformas con respecto a eso. Debemos establecer un estándar nacional del uso de la fuerza.

AMY GOODMAN: Pero muchas personas sostienen que una reforma no arreglará el sistema policial inherentemente racista. Desde que comenzó el movimiento global de protestas, Minneapolis se ha comprometido a desmantelar su departamento de policía, los alcaldes de Los Ángeles y la Ciudad de Nueva York han prometido disminuir los presupuestos policiales, y la demanda de “desfinanciar la policía” se empieza a escuchar en espacios en los que hubiese sido impensable hace solo algunas semanas.

Bueno, para profundizar en este momento histórico, estaremos el resto del programa con la legendaria activista e investigadora Angela Davis, profesora emérita en la Universidad de California en Santa Cruz. Durante medio siglo, Angela Davis ha sido una de las activistas e intelectuales más influyentes en los Estados Unidos, un ícono del movimiento por la liberación negra.  El trabajo de Angela Davis sobre problemáticas de género, raza, clase y prisiones, ha influido el pensamiento crítico y los movimientos sociales de varias generaciones. Es una destacada defensora de la abolición de la prisión, una posición marcada por su propia experiencia como prisionera y fugitiva en la lista de los 10 más buscados del FBI hace más de 40 años. Una vez que fue arrestada, podía haber sido condenada a la pena de muerte en California. Después de ser absuelta de todos los cargos, ha pasado el resto de su vida peleando por transformar el sistema de justicia penal.

Angela Davis, bienvenida nuevamente a Democracy Now! Es muy bueno tenerte con nosotros el resto del programa.

ANGELA DAVIS: Muchas gracias, Amy. Es maravilloso estar aquí.

AMY GOODMAN: Bueno, ¿piensas que estamos viviendo un punto de quiebre, un punto decisivo? Tú, que has estado involucrada en el activismo por casi medio siglo, ¿ves este momento como diferente, quizá más diferente que cualquier otro periodo de tiempo que hayas vivido?

ANGELA DAVIS: Absolutamente. Este es un momento extraordinario. Nunca he experimentado nada como las condiciones que vivimos actualmente, la coyuntura creada por la pandemia del COVID-19 y el reconocimiento del racismo sistémico que ha sido visibilizado bajo estas condiciones dada la desproporcionada mortalidad de personas en las comunidades negras y latinas. Y es un momento que no sé si alguna vez esperaba vivir.

Por supuesto, cuando comenzaron las protestas, en torno al asesinato de George Floyd, Breonna Taylor, Ahmaud Arbery y Tony McDade y muchos otros que han perdido sus vidas ante la violencia estatal racista y la violencia de grupos armados racistas –cuando estallaron estas protestas, recordé algo que he dicho muchas veces para alentar a las activistas, que a menudo sienten que el trabajo que hacen no les lleva a resultados tangibles. A menudo les pido que consideren la larguísima trayectoria de las luchas negras. Y que lo más importante ha sido forjar legados, los nuevos escenarios de lucha que pueden ser transmitidos a las nuevas generaciones.

Pero a menudo he dicho que uno nunca sabe cuándo se den las condiciones que hagan emerger una coyuntura como la actual, que produce un giro rápido en la conciencia popular y repentinamente nos permite movernos en la dirección de un cambio radical. Si uno no se involucra en un trabajo permanente, entonces cuando llega ese momento, no podemos aprovechar las oportunidades para el cambio. Y, por supuesto, este momento va a pasar. La intensidad de las actuales manifestaciones no puede mantenerse a lo largo del tiempo, pero tendremos que estar listos para cambiar la velocidad y abordar estos asuntos en los diferentes escenarios, incluyendo por supuesto el escenario electoral.

AMY GOODMAN: Angela Davis, durante mucho tiempo has sido una líder del movimiento de resistencia crítica, el movimiento por la abolición. Y me pregunto si podrías explicar la demanda, tal como la vez, qué sientes que debe hacerse, en torno al desfinanciamiento de la policía, y luego en torno a la abolición de la prisión.

ANGELA DAVIS: Bueno, el llamado a desfinanciar la policía es, yo creo, una demanda abolicionista, pero refleja solo un aspecto del proceso que representa la demanda. Desfinanciar la policía no se trata solamente de retirar fondos para la actividad policial y no hacer nada más. Y parece que esta es la mirada más bien superficial que ha causado que Biden se desplace en la dirección en que lo ha hecho.

Se trata de transferir fondos públicos hacia nuevos servicios y nuevas instituciones –consejeros en salud mental, que puedan responder a personas que están en crisis, pero sin armas. Se trata de transferir fondos a la educación, a la vivienda, a la recreación. Todas estas cosas contribuyen a crear un ambiente seguro. Se trata de aprender que la seguridad, salvaguardada por la violencia, no es realmente seguridad.

Y yo diría que la abolición no es principalmente una estrategia negativa. No se trata principalmente de desmantelar, de deshacerse, sino de reimaginar. Se trata de construir de nuevo. Y plantearía que la abolición es una estrategia feminista. Y uno ve que en estas demandas abolicionistas emerge la influencia crucial de las teorías y prácticas feministas.

AMY GOODMAN: Por favor profundiza en eso.

ANGELA DAVIS: Bueno, quiero que veamos que el feminismo no aborda solamente problemáticas de género, sino como un enfoque metodológico que comprende la interseccionalidad de las luchas y problemáticas. Un feminismo abolicionista se contrapone a un feminismo carcelario, que desafortunadamente ha asumido que los problemas tales como la violencia contra las mujeres puede ser enfrentado efectivamente usando la fuerza policial, usando el encarcelamiento como solución. Y por supuesto sabemos que Joseph Biden, en 1994, que señala que la Ley sobre Violencia Contra las Mujeres fue un momento tan importante en su carrera –esta Ley se enmarcaba dentro de la Ley Criminal de 1994, la Ley Criminal de Clinton.

Y lo que proponemos es un proceso de descriminalización –reconociendo que las amenazas a la seguridad, no vienen principalmente de lo que se define como crimen, sino del fracaso de las instituciones de nuestro país de abordar las problemáticas de la salud, la violencia, la educación, etc. Por ello, la abolición en realidad se trata de repensar el tipo de futuro que queremos, el futuro social, el futuro económico, el futuro político. Yo diría que se trata de una revolución.

Angela Davis el viernes pasado en la «Juneteenth March» , junto a trabajadores portuarios en Oakland, Claifornia. – Foto: Redfish

AMY GOODMAN: Escribes en La Libertad es una Batalla Constante, “La ideología neoliberal nos lleva a enfocarnos en los individuos, en nosotras mismas, víctimas individuales, agresores individuales. Pero ¿cómo es posible resolver el masivo problema de la violencia estatal racista haciendo que los oficiales de policía como individuos carguen el peso de esa historia y que asumamos que, al perseguirlos penalmente, al llevar a cabo nuestra venganza sobre ellos, de algún modo hemos progresado en la erradicación del racismo?”. Entonces, explícanos qué es exactamente lo que se demanda.

ANGELA DAVIS: Bueno, la lógica neoliberal asume que la unidad fundamental de la sociedad es el individuo, y yo diría el individuo abstracto. Según esa lógica, las personas negras pueden combatir el racismo levantándose de sus propios cordones individuales. Esa lógica reconoce –o más bien, no logra reconocer que hay barreras institucionales que no pueden ser derrumbadas mediante la decisión individual. Si una persona negra es materialmente incapaz de asistir a la universidad, la solución no es la acción afirmativa, dicen ellos, sino que esa persona simplemente debe esforzarse más, sacarse buenas notas y hacer lo que sea necesario para conseguir fondos para pagar su arancel. La lógica neoliberal nos disuade de pensar en la solución más simple, que es la educación gratuita.

Pienso en el hecho de que hemos tenido conciencia de la necesidad de estas estrategias institucionales al menos desde 1935 –por supuesto que, desde antes, pero elijo 1935 porque fue ese el año en que W.E.B. Du Bois publicó su fundacional Black Reconstruction in America [“La Reconstrucción Negra en Estados Unidos”, sobre el periodo inmediatamente posterior a la abolición de la esclavitud y la Guerra Civil, entre 1865 y 1877]. Y la cuestión no era qué debían hacer las personas negras, sino cómo reorganizar y reestructurar la sociedad post-esclavitud para garantizar la incorporación de aquellas personas que habían sido esclavizadas. La sociedad no podía seguir siendo la misma –o no debiese haber seguido siendo la misma. El neoliberalismo resiste el cambio al nivel individual. Le pide al individuo que se adapte a las condiciones del capitalismo, a las condiciones del racismo.

AMY GOODMAN: Quiero preguntarte, Angela Davis, sobre los monumentos a los racistas, colonizadores y Confederados, que siguen siendo derrumbados a lo largo de Estados Unidos y el mundo. En St. Paul, Minnesota, activistas del Movimiento Indígena Americano [AIM por sus siglas en inglés] pusieron una cuerda alrededor de una estatua de Cristóbal Colón y lo sacaron de su pedestal en el Capitolio de ese estado. Los miembros de AIM luego hicieron una ceremonia en torno al monumento caído. En Massachusetts, las autoridades dijeron que van a remover una estatua de Colón de un parque en la Zona Norte de Boston, después de que fuese descabezada por manifestantes el miércoles en la mañana. En Richmond, Virginia, manifestantes derrumbaron una estatua del presidente Confederado Jefferson Davis en la Monument Avenue el miércoles en la noche. En la ciudad cercana de Portsmouth, manifestantes usaron martillos para destruir un monumento a los soldados Confederados. Una persona recibió una herida grave y fue hospitalizado luego de que la estatua le cayera sobre la cabeza. En Washington, D.C., la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi junto a otros legisladores demandaron la remoción de 11 estatuas Confederadas del Salón Nacional de Estatuas en el Capitolio.

Mientras tanto, el presidente Trump dijo que “ni siquiera considerará” renombrar las bases del Ejército que llevan nombres de oficiales militares Confederados. Hay 10 bases con esos nombres, todas en estados sureños. Trump publicó en Twitter el miércoles, “Estas bases monumentales y muy poderosas se han convertido en parte de un Gran Legado Estadounidense, y una historia de Triunfos, Victorias y Libertad”. El tweet de Trump contradijo al Secretario de Defensa Mark Esper y al Presidente del Estado Mayor Conjunto General Mark Milley, quienes sugirieron que están abiertos a discutir el renombramiento de las bases. Y un comité Republicano en el Senado acaba de votar que se renombren dichas bases, como Benning y Bragg y Hood, que tienen el nombre de líderes Confederados.

Mientras tanto, Angela, en tu ciudad natal de Birmingham, Alabama, el comediante Jermaine Johnson se declaró no culpable del cargo de “incitar un disturbio” luego de que instó a manifestantes en una marcha del 31 de mayo a dirigirse hacia una estatua de Charles Linn, un oficial de la Armada Confederada.

¿Pensabas que ibas a ver esto alguna vez? Pensemos en Bree Newsome después del horror en la Iglesia Mother Emanuel en Charleston, Carolina del Sur, quien se subió al asta en el Congreso de Carolina del Sur y bajó la bandera Confederada, y la repusieron inmediatamente. ¿Qué piensas de lo que estamos viendo hoy?

ANGELA DAVIS: Bueno, por supuesto, Bree Newsome fue una pionera maravillosa. Y pienso que es importante vincular esta tendencia con la campaña en Sudáfrica, Rhodes Must Fall [“Rhodes Debe Caer”, un movimiento que surgió en 2015 para acabar con el legado colonialista británico en Sudáfrica]. Y por supuesto creo que esto refleja la medida en la que estamos siendo llamados a reflexionar profundamente sobre el rol de los racismos históricos que nos han llevado hasta este punto en el que estamos hoy.

Tú sabes, el racismo debió haber sido confrontado inmediatamente después del fin de la esclavitud. De esto se trataba el análisis del Dr. Du Bois, no tanto en términos de “Bueno, ¿qué vamos a hacer por esta pobre gente que ha estado esclavizada durante tantas generaciones?” sino más bien “¿Cómo podemos reorganizar nuestra sociedad para garantizar la incorporación de personas que habían sido esclavizadas?”

Ahora se está prestando atención a los símbolos de la esclavitud, los símbolos del colonialismo. Y, por supuesto, todas las campañas contra el racismo en este país tienen que abordar, en primer lugar, las condiciones de los pueblos indígenas. Creo que es importante que estemos viendo estas manifestaciones, pero creo que al mismo tiempo tenemos que reconocer que no podemos simplemente deshacernos de la historia. Tenemos que reconocer el rol devastadoramente negativo que esa historia ha tenido en marcar el rumbo de los Estados Unidos de América. Y entonces, pienso que estos ataques a las estatuas representan un intento de comenzar a pensar lo que tenemos que hacer para derrumbar las instituciones y reimaginarlas, reorganizarlas, crear nuevas instituciones que puedan responder a las necesidades de todas las personas.

AMY GOODMAN: ¿Y qué crees que debe hacerse con estatuas, por ejemplo, de Padres de la Patria esclavistas, como George Washington y Thomas Jefferson?

ANGELA DAVIS: Bueno, sabes, los museos pueden cumplir un rol educativo importante. Y no creo que debamos deshacernos de los vestigios del pasado, sino que tenemos que definir el contexto en el que las personas puedan entender la naturaleza de la historia de Estados Unidos y el rol que el racismo y el capitalismo y el heteropatriarcado han desempeñado en forjar esa historia.

AMY GOODMAN: ¿Puedes hablar sobre el racismo y el capitalismo? A menudo escribes y hablas sobre cómo están íntimamente conectados. Y cuéntanos sobre el mundo que imaginas.

ANGELA DAVIS: Sí, el racismo está inherentemente vinculado al capitalismo. Y pienso que es un error asumir que podemos combatir el racismo y dejar el capitalismo donde mismo. Como ha señalado Cedric Robinson en su libro Black Marxism, el capitalismo es capitalismo racial. Y, por supuesto, hay que señalarlo, Marx hablaba de lo que él llamó la acumulación primitiva, que el capital no apareció de la nada. El capital original fue proporcionado por el trabajo de esclavos. La Revolución Industrial, que se fundó sobre la producción de capital, fue permitida por el trabajo esclavo en Estados Unidos. Entonces estoy convencida de que la erradicación final del racismo va a requerir que avancemos hacia una organización más socialista de nuestras economías, de nuestras instituciones. Pienso que nos queda un largo camino antes de que podamos hablar de un sistema económico que no esté basado en la explotación y la super-explotación de personas negras, latinas y otras poblaciones racializadas.

Pero pienso que ahora tenemos los medios conceptuales para embarcarnos en discusiones, discusiones masivas, sobre el capitalismo. Occupy nos dio un nuevo lenguaje. La noción del complejo industrial de prisiones requiere que comprendamos la globalización del capitalismo. La conciencia antiapitalista nos ayuda a comprender la situación dramática que viven la población migrante, que son expulsados de Estados Unidos por el muro que ha sido creado por el actual ocupante. Estas condiciones han sido creadas por el capitalismo global. Y pienso que este es un periodo en el que necesitamos comenzar ese proceso de educación popular, que permitirá que las personas comprendan las interconexiones entre racismo, heteropatriarcado y capitalismo.

AMY GOODMAN: Angela, ¿crees que necesitamos una Comisión de Verdad y Reconociliación en este país?

ANGELA DAVIS: Bueno, esa podría ser una forma de comenzar, pero sé que vamos a necesitar mucho más que verdad y reconciliación. Pero ciertamente necesitamos verdad. No me queda claro cómo puede emerger la reconciliación. Pero pienso que la noción misma de verdad y reconciliación nos permite pensar de una manera distinta sobre el sistema legal penal. Nos permite imaginar una forma de justicia que no está basada en la venganza, una forma de justicia que no es retributiva. Entonces pienso que esas ideas pueden ayudarnos a comenzar a imaginar nuevas formas de estructurar nuestras instituciones, tales como –bueno, no estructurar la prisión, porque el punto es precisamente que tenemos que abolir esa institución para comenzar a imaginar nuevas formas de abordar las condiciones que llevan al encarcelamiento masivo, que llevan a tragedias tan horrendas como el asesinato de George Floyd.

AMY GOODMAN: Vamos a volver a estar conversación y también hablaremos sobre el evento del Presidente Trump en Tulsa durante Juneteenth. Estamos conversando con Angela Davis, abolicionista mundialmente reconocida, autora, activista y profesora emérita en la Universidad de California en Santa Cruz, autora de muchos libros, incluyendo La Libertad es una Batalla Constante. Quédate con nosotras.

[pausa]

AMY GOODMAN: Esa era “Shanty Tones” de Filastine. Esto es Democracy Now! The Quarantine Report. Soy Amy Goodman, y estamos en el programa con la legendaria activista, investigadora, Angela Davis, profesora emérita en la Universidad de California en Santa Cruz.

El Presidente Trump ha anunciado que va a tener su primer acto de campaña desde la cuarentena, desde los cierres en todo el país, desde la pandemia. Va a ser en Tulsa, Oklahoma el 19 de junio –un día tremendamente simbólico. Fue el 19 de junio de 1865 que africanos y africanas esclavizadas en Texas supieron por primera vez que eran libres, dos años después de que Abraham Lincoln firmase la Proclamación de Emancipación. El día hoy se celebra como Juneteenth. La senadora de California Kamala Harris respondió a través de Twitter, “Este no es solo un guiño a los supremacistas blancos –está levantándoles una fiesta de bienvenida”.

Además, Tulsa recientemente conmemoró el 99°aniversario de uno de los más sangrientos asesinatos en masa de afroamericano en la historia estadounidense. En 1921, una turba de blancos asesinó a alrededor de 300 personas, la mayoría de ellas negras, luego de que un hombre negro fuese acusado de atacar a una mujer blanca. Las turbas de blancos destruyeron un floreciente barrio comercial afroamericano conocido en esa época como el Wall Street Negro de Estados Unidos.

Y todo esto ocurre mientras el mayor de la policía de Tulsa ha recibido acusaciones por negar el racismo sistémico en la fuerza policial de la ciudad y por decir que a los afroamericanos probablemente se les debiese disparar más. Escuchemos con atención. Este es el Mayor Travis Yates en una entrevista con KFAQ.

MAYOR TRAVIS YATES: Si cierto grupo comete más delitos, más delitos violentos, entonces el número va a ser más alto. ¿Quién en su sano juicio podría pensar que disparamos siguiendo un criterio demográfico? Todas nuestras estadísticas muestran que le disparamos a los afroamericanos un 24% menos de lo que probablemente deberíamos, sobre la base de los delitos cometidos.

AMY GOODMAN: ¿”Les estamos disparando menos de lo que probablemente deberíamos”? El alcalde y el jefe de la policía de Tulsa han atacado a Yates por el comentario, pero sigue en la policía. Y el viernes, el Presidente Trump estará allí. Angela Davis, ¿qué piensas sobre el significado del momento, del lugar?

ANGELA DAVIS: Bueno, es –bueno, tú sabes, ya ni siquiera puedo responder a nada de lo que hace. Es tan, pero tan tan ridículo. Y, sin embargo, es importante reconocer que representa a un sector de la población de este país que quiere volver al pasado –“Make America Great Again”– con toda su supremacía blanca, con toda su misoginia. Y pienso que en este momento estamos reconociendo que no podemos ser frenados por fuerzas como las que representa el actual ocupante de la Casa Blanca.  Dudo seriamente de si las personas que van a ir escucharlo en Tulsa en este día histórico –por supuesto, en todo el país, personas de descendencia africana estarán conmemorando Juneteenth como un momento de emancipación en nuestra historia.

Pero pienso que nuestro rol es comenzar a traducir parte de esa energía y pasión en transformar las instituciones. Ese proceso ya ha comenzado, y no puede desandarse, al menos no por parte del actual ocupante de la Casa Blanca. No sugiero que sea fácil crear transformaciones duraderas, pero al menos podemos ver que es posible. Cuando alguien como Roger Goodell dice “Las vidas negras importan”, aunque no mencione a Colin Kaepernick, y aunque lo haya hecho –probablemente no lo sentía realmente, lo que eso significa es que la NFL reconoce que ha comenzado un nuevo proceso, que hay una expansión más profunda de la conciencia popular.

En Nueva York, por supuesto, debes preguntarte si realmente quiere crear nuevas cárceles en los distintos sectores después del cierre de la cárcel de Rikers, o si necesitas nuevos servicios. Sabes, he estado pensando en el caso de Jussie Smollett, y me pregunto por qué –en Chicago, dadas las condiciones que rodean al asesinato de Laquan McDonalrd, el departamento de policía debiese ser investigado a fondo. Y debemos preguntarnos: ¿Cómo es que el público puede ser tan fácilmente arrastrado por el relato de la policía sobre lo que ocurrió en el caso de Jussie Smollett?

Entonces hay mucho por hacer. Y pienso que los actos de campaña que está organizando el actual ocupante de la Casa Blanca se van a desvanecer –ni siquiera merecen una nota al pie en la historia.

AMY GOODMAN: Angela Davis, quisiera preguntarte sobre otro evento que va a ser en Juneteenth, el 19 de junio. El Instituto de Derechos Civiles de Birmingham finalmente va a entregarte el Premio Fred L- Shuttlesworth durante un evento virtual ese día. Y quisiera preguntarte sobre esto, porque retornaste a tu ciudad natal de Birmingham, Alabama, en febrero pasado luego de que el instituto había inicialmente rescindido el premio por tu apoyo al movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) y por tu apoyo al pueblo palestino. Luego de mucha protesta, el instituto revirtió su decisión. Más de 3.000 personas se reunieron para ver tu charla en un evento alternativo en tu honor, que fue organizado por el Comité de Verdad y Reconociliación de Birmingham. Este es un fragmento de tus comentarios ese día.

ANGELA DAVIS: Se me hizo evidente que este podría, en efecto, ser un momento enseñable.

IMANI PERRY: Sí.

ANGELA DAVIS: … Que podríamos aprovechar este momento para reflexionar sobre lo que significa vivir en este planeta en el siglo XXI y nuestras responsabilidades no solo hacia personas en nuestra comunidad inmediata, sino hacia personas de todo el planeta.

AMY GOODMAN: Estuvimos cubriendo ese maravilloso momento, cuando el Instituto de Derechos Civiles de Birmingham había rescindido el premio que te iban a entregar, el Premio Fred L- Shuttlesworth, y que causó mucho revuelo. El alcalde de Birmingham, muchas personas de todo el espectro los criticaron por eso, pero luego ocurrió este proceso, y vas a recibir el premio finalmente. ¿Puedes hablar sobre el significado de este momento? ¿Y qué piensas decir en Juneteenth, el día en que el Presidente Trump estará en Tulsa?

ANGELA DAVIS: Bueno, gracias por recordarme que ambos eventos ocurrirán el mismo día. Y sí, por supuesto, esa fue la última vez, creo, que nos vimos en persona, Amy, en Birmingham. Han ocurrido muchas cosas en este último tiempo, incluyendo dentro del contexto del Instituto de Derechos Civiles de Birmingham. Se han reorganizado por completo. Han reorganizado su directorio. Han estado involucrados en conversaciones con la comunidad. Por supuesto, como sabes, el alcalde de Birmingham amenazó con retirar el financiamiento del Instituto. Hubo un levantamiento generalizado en la comunidad negra.

Y, sabes, aunque al comienzo fue un shock total para mí que me hubiesen ofrecido este premio, y luego lo rescindieran, ahora me doy cuenta de que fue un momento importante, porque impulsó a las personas a pensar sobre el significado de los derechos humanos y por qué ocurre que el pueblo palestino podía ser excluido del proceso de trabajar por los derechos humanos. Los y las activistas palestinas han respaldado durante mucho tiempo la lucha de las personas negras contra el racismo. Cuando estuve en prisión, la solidaridad que llegaba desde Palestina era una fuente muy importante de coraje para mí. Cuando ocurrió lo de Ferguson, los palestinos fueron los primeros en expresar solidaridad internacional. Y ha existido esta conexión muy importante entre ambas luchas durante muchas décadas, entonces voy a estar muy feliz de recibir este premio, que ahora representa el volver a pensar de la posición más bien retrógrada que asumió el Instituto, de que los palestinos podían ser excluidos del círculo de quienes trabajan por un futuro de justicia, igualdad y derechos humanos.

AMY GOODMAN: A propósito de lo que está ocurriendo ahora en la Cisjordania y sobre todo el tema de la solidaridad internacional, la respuesta global al asesinato de George Floyd. En la Cisjordania ocupada, manifestantes denunciaron el asesinato de Floyd y el reciente asesinato de Iyad el-Hallak, un estudiante palestino de 32 años con necesidades especiales que fue abatido a balazos por fuerzas israelíes en la Jerusalén Éste ocupada. Se dice que estaba gritando “Black Lives Matter” y “Palestinian Lives Matter”, cuando la policía israelí le disparó, afirmando que estaba armado. Estos vínculos que ves, no solo en Palestina y los Estados Unidos, sino en todo el mundo, el tipo de respuesta global, las decenas de miles que marcharon en España, en Inglaterra, en Berlín, en Munich, en todo el mundo, ya que esto toca una fibra y se impulsan demandas de sus propios países, no solo en solidaridad con lo que ocurre en Estados Unidos. Y luego quiero preguntarte sobre la elección en Estados Unidos que viene en noviembre.

ANGELA DAVIS: Bueno, sí, los y las activistas palestinas hace mucho tiempo que respaldan las luchas del pueblo negro contra el racismo, como he dicho. Y espero que los jóvenes activistas de hoy reconozcan lo importante que ha sido la solidaridad palestina con la causa negra, y que reconozcan que tenemos una profunda responsabilidad de respaldar las luchas palestinas, también.

Pienso que es importante que observemos Brasil, cuyo actual líder político compite con nuestro actual líder político de muchas maneras peligrosas, yo diría. Brasil –si pensamos que tenemos un problema con la violencia policial racista en Estados Unidos, miremos a Brasil. Marielle Franco fue asesinada porque estaba desafiando la militarización de la policía y la violencia racista desatada allí. Creo que el año pasado en Brasil, 4.000 personas fueron asesinadas solamente por la policía. Entonces, digo esto porque…

AMY GOODMAN: Y, por supuesto, el presidente de Brasil es un aliado cercano del Presidente Trump. Solo tenemos dos minutos, y quiero que hablemos de la elección. Cuando te entrevisté en el 2016, dijiste que no ibas a respaldar a ningún candidato de los dos principales partidos en ese momento. ¿Cuál es tu posición hoy para el 2020?

ANGELA DAVIS: Bueno, mi posición en realidad no ha cambiado mucho. No voy a respaldar a ninguno de los dos candidatos principales. Pero sí pienso que tenemos que participar en la elección. Quiero decir, no es que no vaya a votar por el candidato Demócrata. Lo que digo es que en nuestro sistema electoral tal como existe, ningún partido representa el futuro que necesitamos en este país. Ambos partidos siguen conectados al capitalismo corporativo. Pero esta elección no será tanto sobre quién va a liderar el país hacia un mejor futuro, sino cómo podemos apoyarnos y apoyar nuestra propia capacidad de seguir organizándonos y presionando a quienes están en el poder. Y creo que no hay duda sobre qué candidato permitiría que ese proceso se despliegue.

Entonces pienso que vamos a tener que traducir parte de la pasión que ha caracterizado a estas manifestaciones hacia el trabajo en el escenario electoral, reconociendo que ese no es el mejor lugar para que se exprese una política radical. Pero si queremos continuar este trabajo, ciertamente necesitamos que en la presidencia haya una persona que sea más susceptible a la presión de las masas. Y para mí, eso es lo único que representa alguien como un Joe Biden. Pero tenemos que persuadir a las personas de que salgan a votar y garantizar que el actual ocupante de la Casa Blanca sea expulsado para siempre.

AMY GOODMAN: Angela Davis, quiero agradecerte mucho por este tiempo, abolicionista mundialmente reconocida, autora, activista, profesora emérita en la Universidad de California en Santa Cruz, autora de muchos libros, incluyendo La Libertad es una Batalla Constante: Ferguson, Palestina y los Cimientos de un Movimiento. Soy Amy Goodman. Muchas gracias por estar hoy con nosotras. Cuídense.

Fuente: Posiciones, Revista de Debate Estratégico.



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