08/06/2020

Brasil se suma a las protestas antirracistas

Masiva manifestación en Belo Horzonte

Miles de manifestantes recorrieron este domingo las calles de las principales ciudades brasileras contra la ultraderecha de Jair Bolsonaro, de la mano de las protestas contra el asesinato de George Floyd que recorrieron el mundo. Exigieron una cuarentena con derechos: “el pueblo negro quiere vivir”. Por Alicerce, desde Porto Alegre, para ANRed | Traducción: Natalia D’Amico.


Este domingo, en Brasil, el segundo país del mundo con más muertes y casos de coronavirus, ocurrieron importantes manifestaciones contra el presidente protofascista Jair Bolsonaro. Las grandes capitales brasileras, como São Paulo (São Paulo), Rio de Janeiro (Río de Janeiro), Porto Alegre (Río Grande Do Sul), Salvador (Bahía), Goiânia (Goiás) y Belo Horizonte (Minas Gerais), marcharon en lucha antifascista y antirracista.

En el Brasil muere más de una persona por minuto a consecuencia del nuevo coronavirus (Covid-19). La grave crisis económica que se inició en 2017 y elevó el desempleo hasta más de 12 millones de trabajadores y trabaajadoras se profundizó en el último período, con las contrarreformas neoliberales de Michel Temer y Jair Bolsonaro: contrarreformas de trabajo, de la previsión y la imposición de límite de gastos en políticas sociales. Además de no resolver la cuestión del desempleo, esas reformas elevaron el número de trabajadores y trabajadoras precarizadas o informales sin derechos (59.8 millones sin derechos laborales), y rebajaron las condiciones de vida y trabajo.

Movilización en Rio de Janeiro – Foto: Luna Costaol

La situación de crisis sanitaria se sumó a las diversas cuestiones históricas y estructurales del período colonial jamás resueltas en el país. En Brasil, último país del mundo en abolir la esclavitud, los datos son deslumbrantes: el 75% de las personas más pobres son negros y negras, y el 63% de las casas sostenidas por mujeres negras están debajo de la línea de pobreza. El racismo se presenta en la negación de los derechos más básicos, como salud, educación, techo, saneamiento básico y empleo. Negros y negras, marrones y marronas sin escolaridad, mueren cuatro veces más por el nuevo coronavirus que blancos y blancas con nivel superior en Brasil.

Jair Bolsonaro, alineado al gobierno de Donald Trump, negó la situación de pandemia y la clasificó como una “gripezinha”. Hasta el momento, 691.962 brasileros y brasileras fueron infectadas y 36.499 murieron. No obstante, como no hay una política de testeos en masa, sabemos que ese número es mucho mayor y hay estudios que sugieren que el registro debe ser de 4 a 14 veces mayor.

Manifestación en Rio de Janeiro Foto: Luna Costaol

La política del gobierno federal para las trabajadoras y trabajadores fue el lanzamiento de la Ayuda de Emergencia durante tres meses. Ese auxilio financiero consiste en una transferencia mensual de 600 reales, un poco más de medio salario mínimo, que ya es extremadamente insuficiente para vivir. Más de 96 millones de brasileras y brasileros solicitaron el auxilio, pero sólo 59 millones lo recibieron. Por otro lado, el gobierno lanzó la Medida Provisoria (MP 927/20), en que autorizó la reducción de la carga horaria con reducción de salarios y no existe una política contra los nuevos despidos. Hasta el momento, se han gastado 152 mil millones de reales en Ayuda de Emergencia y 1.2 billones de reales puestos a disposición de los bancos brasileños.

Movilización en Brasilia – Foto: Dani Asssis

En las comunidades de la periferia de las grandes ciudades brasileras, el coronavirus tiene su mortalidad potenciada. Se estima que 11,5 millones de brasileros/as viven en casas superpobladas, con más de tres personas por dormitorio, y 31 millones no tienen acceso a una red de distribución de agua. En el 2010, se contabilizaron 6.329 favelas en 323 municipios. En combinación con eso, la mercantilización de la política pública de salud y la privatización de cauces de agua refuerzan la segregación racial y económica, además de la ausencia de condiciones de trabajo para los trabajadores y trabajadoras esenciales como la falta de equipamientos de protección individual.

La juventud, trabajadoras y trabajadores empiezan a ganar las calles brasileras en un contexto de mucha inestabilidad y con potencial explosivo. Las grandes promesas que nacieron con la globalización y el neoliberalismo se desintegraron en el aire. En un país polarizado y en lucha contra la extrema derecha, la justicia es el protagonismo de la comunidad negra conquistando dignidad, el respeto y la riqueza que le fue robada por siglos de esclavitud. La salida para la situación brasilera pasa, necesariamente, por el derrumbe del gobierno de Bolsonaro y por una política de superación del genocidio del pueblo negro y de conquista de la igualdad sustancial.

Movilización en Porto Alegre



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  1. Brasil se soma aos protestos antirracistas - Karen Santos · 2020-06-09 11:00:06
    […] Brasil se suma a las protestas antirracistas […]

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