05/06/2020

Las patotas del Frigorífico Penta

Son grupos armados que se encuentran dentro de la planta del Frigorífico Penta desde que se inició el conflicto. El martes pasado desde la planta dispararon contra los trabajadores. ¿Quiénes son? ¿Qué vínculos tienen con Ricardo Bruzzese? ¿Por qué no interviene la policia? Por ANRed.


Se acerca a la reja que separa a la planta del Camino General Belgrano y grita: “¡alcahuete, cagón!, ¿cuánto te pagan forro?”. Es uno de los laburantes que paran la olla “popular” frente a los portones del Frigorífico Penta. Están embroncados porque hace 75 días que no ven un mango. A unas decenas de metros, desde las primeras edificaciones del frigorífico, una silueta hace señas con la mano y se escuchan insultos. Se pueden observar a un grupo de jóvenes, vestidos con ropa deportiva. Son “la patota” y están desde que Ricardo Bruzzese, el indicado como dueño de este frigorífico y otros dos (Arenales y La Huella) decidió paralizar la planta, desviar la faena a sus otros establecimientos y dejar en la calle a 240 familias como escarmiento por apoyar a una comisión interna de tres delegados que se plantaron con los reclamos de condiciones laborales.

 

Hay insultos y desafíos a pelear. A lo lejos, siguen apareciendo figuras que gritan. De este lado no se escatima en ofensa y de repente suenan los estampidos. Seis disparos que provienen desde adentro. Los trabajadores se refugian. A unos metros, en la rotonda, hay un puesto de la policía local que ante los disparos corta el tránsito y se excusan: “Nosotros no nos metemos con lo que sucede en Penta”. La denuncia realizada en la Comisaría 5° de Quilmes y recibida por el inspector Nelson Pereyra dice: «del interior de la empresa salen un grupo de entre 30 a 40 sujetos de genero masculino aproximadamente quienes se encuentran ocupando la fábrica, los cuales de manera agresiva y provocadora, proceden a buscar pleito y la reacción de los empleados que se encontraba en el lugar, de la misma manera el denunciante observa a dos sujetos que extraen armas de fuego de puño, a lo que seguidamente comienzan a disparar a los mismos escuchando este la suma de seis detonaciones».

El arribo de las patotas a Penta data del 17 de marzo, cuando el empresario Bruzzese inició el conflicto cerrando la planta y dejando de pagar salarios. Los trabajadores realizaron un acampe en el portón sobre el Camino General Belgrano, y la reacción de la empresa fue convocar a la policía y a un grupo parapolicial constituido por civiles armados. Según fuentes cercanas y testimonios de los trabajadores que llevan dos meses y medio de conflicto protestando afuera de la planta, la patota esta constituida por un grupo entre 40 y 50 personas que realizan turnos rotativos. Habrían sido reclutados de dos grupos: uno de la barra del club de fútbol Defensa y Justicia. Curiosamente, la misma hinchada en donde fue reclutado Cristian Favale, quien ejecutó los disparos que asesinaron al militante Mariano Ferreyra e hirieron de gravedad a Elsa Rodríguez. El otro grupo provendría desde la Isla Maciel.

El de la foto es Cristian Favale, quien mató a Mariano Ferreyra. Hace ocho atrás ya era parte de las patotas dirigidas por Pedraza en la Unión Ferroviaria.

Ricardo Bruzzese arrancó en La Matanza. Una de sus primeras carnicerías se llamaba “El padrino de Don Corleone” . Luego fue presidente de la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif), que agrupa a los principales frigoríficos que atienden el consumo en el mercado bonaerense. Como titular del grupo Penta fue el mentor del programa gubernamental “Carne para Todos” y en aquel entonces desde su oficina en Puerto Madero tenía asidua comunicación con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Bien vestido y con reloj de oro, se candidateó en la lista de Mario Alberto Ishii para intendente por La Matanza y perdió la interna con Fernando Espinoza. Siempre en la esfera del peronismo, se describió así en una entrevista realizada por Laura Vales en el 2011: “Es que el peronismo en la Argentina siempre fue de centroderecha, y yo no (se ríe y aclara). Está bien, vivo como uno de centroderecha, pero mi ideología y mi accionar no son así”.

Las primeras semanas apenas se podían ver personas no identificadas dentro del establecimiento, pero puertas adentro “la patota se la pasaba chupando y drogándose”. Cada soldado que resguarda el interior del frigorífico cobra unos 2 mil pesos por día, “aunque se ve que hay un jefe. Un gordo grandote que les da órdenes”, relató uno de los trabajadores a ANRed.

Pero el 9 de abril la situación se tensó, cuando un centenar de trabajadores se acercaron mientras se abría el portón para dejar pasar a unos de albañiles y efectivos policiales comenzaron a golpear y disparar balas de goma. La jornada terminó con decenas de heridos, algunos graves. Pero entre los golpeados, hubo un joven que fue alcanzado por la patota que aquel día se encargó de reprimir en la retaguardia. “Lo corrieron y lo molieron a palos. Estaban adentro. El pibe trabajaba por día en el frigorífico y ese día estaba con nosotros en la protestas. Le rompieron la cabeza y lo patearon por todo el cuerpo. Se refugió en la casa de una vecina a la planta y luego, lo llevaron al hospital Oñativia. Después no lo vimos más”, relató uno de los laburantes. Aquel día, se hizo presente el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni, para decir que nadie había ordenado la represión. Luego fue destituido el jefe del operativo pero nadie aclaró cual fue el motivo de semejante represión, que involucró a unos 300 efectivos. Pero a pesar del cimbronazo que dieron las imágenes de la represión y las promesas de solución no llegaron. Y la empresa continuaba desconociendo la conciliación obligatoria que ordenaba la reactivación de la producción. Mientras Ricardo Bruzzese, en sintonía con los acontecimientos se mostraba desafiante en las redes sociales y decía: “soy de los que siempre dicen si vamos a pelear, sepan que es a muerte y estoy dispuesto a morir. Pero el que me enfrente a mi también debe estarlo”.

El 26 de mayo se viraliza un video filmado por los trabajadores en el que por primera vez queda registrado la presencia de un grupo extraño en el interior de la planta del frigorífico montando guardia. El video evidencia la permanencia de “la patota” . Los vecinos hablan de “alcohol, drogas y bullicio”.

Al día siguiente, 27 de mayo, un auto que pasa por el portón de Penta sobre la calle Lamadrid filma cuando la policía bonaerense custodia la salida de un grupo no identificado. Algunos hablan de desalojo por parte de la policía ante la difusión del video, aunque hasta hoy no se sabe que dependencia policial actuó. Otros afirman que el propio Bruzzese decidió cambiar de grupo por el nivel de indisciplina entre los reclutados para hacer guardia. Luego, delegados y familiares de trabajadores, señalaron que un nuevo grupo volvió a ingresar al establecimiento. Esta vez más discretos.



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba