“A mi hermana la mató la policía”
La mañana del 5 de abril, Florencia Magalí Morales salió de su casa, donde vivía con dos hijos y su nieta. A las 5 de la tarde apareció muerta en la comisaría 25ª de Santa Rosa de Conlara, San Luis. En un caso lleno de irregularidades, su hermana asegura que fue asesinada y ruega lo que debe ser una responsabilidad colectiva: mantener su memoria hasta que haya justicia. Por Movimiento Etiopía para ANRed.
En los medios de comunicación se habló del femicidio de Florencia Magalí Morales, pero para ella era simplemente “Maga”. Era su hermana de 39 años, que estaba feliz después de haberse ido de Mendoza a San Luis y de haber conseguido vivir junto a dos hijos y, especialmente, junto a su nieta. Andrea Morales, hermana de Maga, vive en Mendoza y el 5 de abril se enteró del supuesto suicidio de su hermana. Pero, llena de razones, no duda: “a mi hermana la mató la policía”.
Entre la rebuscada versión policial y lo que denuncia Andrea existe un abismo de distancia. ¿Cuál fue la explicación oficial? Que Florencia Magalí Morales fue detenida el domingo 5 de abril, alrededor de las 10 de la mañana, por circular en contramano, en bicicleta, por la calle Rivadavia, en Santa Rosa de Conlara, provincia de San Luis. Que intentó fugarse, fue detenida por la fuerza y llevada a la comisaria 25ª. Y que poco después, a las 17 horas, “apareció” muerta, colgada dentro de una celda.
“Es una causa llena de mentiras y cosas sin sentido –asegura Andrea–. Supuestamente, la policía la detuvo porque circulaba en contramano. ¡En bicicleta, en una calle de pueblo casi sin señalización! Y supuestamente, también, le pidieron el documento y por su número no le correspondía salir, entonces dicen que intentó fugarse, pero es mentira. A Maga la detuvieron directamente en la comisaría, cuando pasaba por ahí. Y cuando detienen a alguien se hace una requisa donde se sacan cinturones, cordones, corpiño, todo. Pero justo a ella le hicieron mal la requisa y no se los sacaron. Y justo aparece ahorcada con un cordón”.
Comisaría 25ª de Santa Rosa de Conlara, San Luis.
Las irregularidades de la versión policial surgen por todas partes. “La metieron en una celda, sola, y en la celda de al lado había dos hombres detenidos, que declararon y dejaron claro lo extraño que fue todo –continúa Andrea–. Dijeron que escuchaban los gritos de mi hermana pidiendo por favor que le dieran agua, le dieran comida, que la dejaran ir al baño, y nadie la asistía. Después declararon que escucharon más gritos de mi hermana, pero pidiendo auxilio. Todo esto está en la declaración. Y de pronto, sin motivo, los trasladaron a otra seccional, no se entiende por qué. Si es por el pretexto de que estaban con una mujer, no tiene sentido, porque eran celdas separadas desde las que ni se veían. Mi hermana pedía auxilio y de pronto la dejaron sola, aislada, en una comisaría donde solo había personal masculino. Y poco después aparece muerta”.
A la familia de Maga le comunicaron que se había suicidado. Otra de sus hermanas y uno de sus sobrinos fueron a reconocer el cuerpo. “Cuando ellos entraron a la celda, donde la policía dice que se suicidó, se dieron cuenta enseguida que era imposible que se hubiera ahorcado, porque la bisagra de la puerta de la celda era altísima. Midieron y tiene 2,30 metros. ¡Es imposible que llegara! Mi hermana medía menos de 1,70. ¿Cómo habría llegado a atarse? No había mesa, sillas, cama, nada, era un cuarto vacío. Y cuando vieron el cuerpo, observaron que Maga tenía hematomas, marcas de dedos en el cuello”.
La violación de derechos continuó incluso después, describe Andrea: “ni siquiera les permitieron cambiarle la ropa para el entierro, siendo que ellos tenían derecho porque habían firmado todos los papeles. Pidieron cambiarle la ropa y no se lo permitieron: mi hermana fue enterrada con ropa sucia”. La versión policial, para Andrea, es una cadena de absurdos: “Ella había luchado para poder criar a su nieta, y estaba feliz con ella, con sus hijos, no cierra por ningún lado que se haya matado. Es mentira: mi hermana no se suicidó, a mi hermana la mató la policía”.
¿Cómo sigue la causa? En periodo de investigaciones. Hubo allanamientos, secuestro de cámaras en la zona y suspensiones provisionales para parte del personal policial. Pero, como es usual en estos casos, es fundamental la presión popular para que no quede en la nada. Es fundamental que todas y todos sepamos quién fue y exijamos justicia para Florencia Morales. Para Maga. Como lo hace su hermana Andrea: “Hubo violación de derechos, mentiras, abuso de poder. No voy a parar hasta ver a sus asesinos encerrados».