13/04/2020

Como el capitalismo “justo a tiempo” propaga el Covid-19

Rutas comerciales, contagio y solidaridad internacional. El capitalismo aceleró el contagio de enfermedades. Históricamente, la mayor parte de las epidemias se propagaron geográficamente a través de dos modalidades comunes de desplazamientos a larga distancia de los seres humanos: la guerra y el comercio. Sin embargo, la temporalidad de esa propagación cambió dramáticamente con la emergencia del capitalismo. Por Kim Moody* | Traducción : Julia Soul para ANRed.


 

En la Edad Media, la propagación de la “muerte Negra” (peste bubónica) desde China hasta Europa pasando por Mongolia a través de la Ruta de la Seda, llevó unos diez años. La propagación desde Sicilia hacia Inglaterra, a través de las las rutas comerciales habituales y de la movilización de los ejércitos en la Guerra de los Cien años, tomó algunos años más. Con el capitalismo ya establecido, la Gripe Española de 1918 se propagó en meses desde España a Inglaterra a través de Francia a mediados de junio y llegó a Estados Unidos y Canadá en Septiembre; siguiendo en gran medida el movimiento de las tropas, las líneas de enfrentamiento y la logística militar de la Primera Guerra Mundial.

En la era de la logística justo a tiempo (“Just-in-Time”) el Corona Virus demoró apenas días en propagarse desde Wuhan a otras ciudades industriales Chinas. Le tomó sólo un par de semanas trascender las fronteras Chinas, a lo largo de las principales cadenas de suministro y de intercambio y de las rutas aéreas hasta los enclaves industriales y comerciales de Medio Oriente, Europa, Norteamérica y Brasil. Para el 3 de marzo, había alcanzado 72 países. Siguiendo el curso de las principales cadenas de suministro, en un principio salteó África y gran parte de América Latina aunque ya alcanzó estos continentes, en los que se incrementa potencialmente el riesgo de vida.

La Pandemia viaja por los circuitos del Capital

Como el guró en logística Yossif Sheffi señaló en The Power of Resilience “La creciente interconexión de la economía global, la hace extremadamente propensa al contagio. Los eventos contagiosos, incluyendo a problemas médicos y financieros, pueden propagarse a través de redes humanas que frecuentemente se relacionan con las redes de las cadenas de suministro”.

De hecho, Dan & Bradstreet estima que 51 mil empresas en el mundo tienen en Wuhanuno o más proveedores directos, mientras que 938 de las primeras 1000 compañías de Fortune tienen proveedores de primer nivel en Wuhan. Las dinámicas de la producción delgada, el suministro justo a tiempo y, más recientemente de la competencia-basada-en-el-tiempo (“Time based Conpetition”) junto con la actualización de la infraestructura de transporte y distribución han acelerado la velocidad de la transmisión.

Un experto de Johns Hopkins en Italia dijo “Pensando en nuestras cadenas de valor – o en la forma en que nuestras industrias producen bienes – los Europeos están mucho más integrados unos con otros que lo que ellos frecuentemente piensan. Si un país europeo se ve afectado severamente, el problema se transferirá rápidamente a todo el resto”. Esto explica por qué el mapa de seguimiento del Centro John Hopkins que muestra la concentración de la infección en Estados Unidos refleja los mapas de concentración de manufactura, de núcleos de transporte y almacenamiento de las investigaciones de Brooking Institution. Este es otro indicador de que el virus se ha trasladado a lo largo delos circuitos del capital y de las personas que trabajan en ellos y no meramente por una“aleatoria” transmisión comunitaria.

Cortocircuitos en las Cadenas de Suministro

La escasez de elementos de protección personal (EPP) en muchos países –especialmente los barbijos N95 esenciales para la seguridad de los trabajadores de la salud – es, en sí resultado de décadas de deslocalización de la producción: firmas como 3M, Honeywell y Kimberly-Clark llevaron su producción a China y otros países de bajos salarios en búsqueda de mayores ganancias. El Washington Post documenta que “Hasta el 95% de los barbijos quirúrgicos se fabrican fuera de Estados Unidos, en lugares como China o México”; como consecuencia uno de los principales distribuidores de insumos médicos advirtió en Marzo “se estima la disponibilidad de los barbijos N95 hasta Abril-Mayo. Muchos son fabricados en China y esto podría acarrear demoras adicionales.

”No debe sorprender entonces, que Steve Bannon – antiguo asesor de Trump y analista dela derecha – aproveche la oportunidad para promover su agenda xenófoba. Sin embargo,el hecho de que Estados Unidos o cualquier otro país no puedan poner insumos médicos de emergencia al alcance en un tiempo razonable para que empresas como 3M incrementen sus ganancias es claramente inmoral e imprudente.

A su vez, el impacto del virus toma revancha en los mismos circuitos por los que se propagó, interrumpiendo cadenas de producción y de suministro en formas complejas. A comienzos de Marzo, el 9% de las flotas de containers del mundo estaban ociosas –proporción que seguramente se ha incrementado. El producto manufacturero Chino descendió un 22% según el reporte de Marzo de la UNCTAD (Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo). El mismo reporte consigna que los países y regiones más afectados económicamente por las disrupciones de las cadenas globales de valor que se originaron en China son (en orden de importancia): la Unión Europera, los Estados Unidos, Japón, Sur Corea, Vietnam, Taiwan, Singapure – todos entre los más afectados en las etapas iniciales del virus. Las exportaciones chinas cayeron un 17% en enero y febrero. Para mediados de marzo, el puerto de Los Angeles operaba al 50% yLong Beach entre el 25 y el 50%, principalmente debido al cierre de plantas en Chinasegún consigna el Financial Times

La presión sobre los trabajadores esenciales

las respuestas de los gobiernos, en particular del de Estados Unidos, se diseñan para impulsar la economía en la única dirección que los políticos neoliberales y los “expertos”de la administración Trump conocen: subsidiar a los capitalistas y reducir sus costos. Así,la reacción gubernamental en apoyo al capital en los Estados Unidos comprende: el conocido sesgo pro-empresario del paquete de “estímulo” de dos mil millones de dólares impulsado por Trump, la orden a los trabajadores de permanecer en sus trabajos y un tsunami de desregulaciones a las empresas.

La decisión de qué áreas deben continuar en actividad corresponde al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), no al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades(CDC). Éste ha establecido una lista tan amplia de “tareas esenciales” que incluye virtualmente todo trabajo comprendido en el centro motriz de la ganancia capitalista. Sin quererlo, claramente, el DHS nos recuerda cuán esencial es el conjunto de la clase obrera para el funcionamiento de la sociedad en los malos y en los buenos tiempos.

Esto incluye también a las principales empresas de tecnología de punta como Amazon en las que, según se nos dice todo el tiempo, los robots pueden hacer todo. Como algunos trabajadores de Amazon protestaron y cerca de un 30% se quedó en sus casas, la compañía intenta contratar a miles para llenar ese vacío. Como reporta el New York Times “A pesar de su sofisticación de alta tecnología, el vasto despliegue de comercio electrónico de Amazon depende de un ejército de empleados trabajando en almacenes que, ahora temen, estén infectados con Corona Virus”

Para aligerar aún más la carga (los costos) de las regulaciones sobre las empresas, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha suspendido la aplicación de toda la regulación ambiental (a pesar de la actual crisis climática) y la Administración Federal de Ferrocarriles emitió una exención de emergencia de numerosas normas de seguridad. La Comisión Nacional de Relaciones Laborales ha suspendido todas las elecciones sindicales, incluso aquellas que se realizaban vía correo electrónico.

La Administración Federal de Seguridad en Transporte Automotor (FMCSA) garantizó “el alivio de la regulación de las horas de servicio a los conductores de vehículos comerciales que transporten ayuda de emergencia”. Por supuesto que esto significa mayor tiempo en la ruta. El listado de ítems que la FMCSA considera “ayuda de emergencia” es muy abarcativo, incluye materias primas, combustible y productos de plástico y papel tanto como equipamiento e insumos médicos. Los camioneros moviéndose hacia y desde New York City, el epicentro del virus en Estados Unidos,continuaron trabajando como siempre y se les exigía mantener el distanciamiento social y lavar sus manos.

A pesar de la recesión económica, que comenzó antes que la pandemia y del hecho deque los primeros diecisiete casos en Estados Unidos fueron reportados oficialmente en Enero, la Oficina de Estadísticas Laborales reportó que, en febrero, la nómina de empleo no agrícola había aumentado y el desempleo se mostraba estable. Salud, empleo estatal,gastronomía, construcción y, por supuesto servicios financieros, habían incrementado su personal, mientras que “el empleo en otras ramas industriales incluyendo minería,manufactura, comercio mayorista y minorista, transporte y almacenamiento e información mostraron variaciones muy leves a lo largo del mes”. La jornada promedio semanal se incrememtó un 0.3% en Febrero”

Transport Topics, la revista de los empresarios del transporte escribió “Mientras América lucha contra el corona virus y la vida cotidiana de todos se ve alterada, los conductores de camiones del país están entre aquellos que arriesgan su salud personal, haciendo el trabajo duro de mantener el movimiento, llevando los productos a las tiendas, los hospitales y a todas partes”. La American Truckers Association (ATA) reportó que el tonelaje transportado se incrementó 1.05% en Enero y 1.8% en Febrero, demostrando que, de hecho, los camioneros están “arriesgando su salud personal”

Aunque el transporte de carga ferroviario ha estado disminuyendo desde hace unos años,la Asociación de Ferrocarriles Americanos (AAR) nota que durante 2020 se incrementaron tres tipos de carga (químicos, alimentos y misceláneas) y que “los volúmenes transportados vía intermodal por los ferrocarriles conectados a los puertos en la CostaOeste que reciben el grueso de las importaciones de China parecen haberse estancado en las cuatro últimas semanas, indicando que hemos visto los peores impactos del COVID19 en el comercio asiático”

Esto es altamente improbable. En realidad, en Marzo, los trabajadores de las líneas de carga del Union Pacific y del Canada Pacific se contagiaron el virus. El servicio postal de Estados Unidos reportó 111 casos de COVID 19, en tanto 300 trabajadores del sistema de tránsito de New York estaban infectados hacia Abril. Una nueva “gig economy” se está volviendo viral, en tanto empresas de delivery como Instacart, Amazon y Walmart contratan por miles y acumulan grandes sumas de dinero de quienes, aislados y asustados, están en sus hogares.

Despidos masivos, desempleo nivel Depresión y desigualdad viral

Este cuadro cambiará rápidamente, en tanto el comercio global se realentice y más y más actividades se vean forzadas a disminuir el ritmo o detenerse debido a la enfermedad, los cierres por “distancia social” y el auto-aislamiento. Por una parte, millones de trabajadores no tendrán otra opción que trabajar más horas exponiéndose al contagio, mientras que millones de otros enfrentarán el desempleo y la pobreza. Los trabajadores están condenados si trabajan y están condenados si no trabajan, ahora de modo más evidente.

Con la abrupta caída del empleo, mayor que en 2008, el Instituto de Economía Políticaestima que para Julio se perderán unos 20 millones de puestos de trabajo. Ya a inicios de Abril, 10 millones de trabajadores solicitaron el seguro de desempleo. El New York Times estima que el índice de desempleo es del 13%, el más alto desde la Gran Depresión de la década del 30. Además, como sugiere el economista Michael Roberts, este parece ser el momento inicial de una recesión global más profunda.

Sin embargo, el hecho de que tantos tendrán que continuar trabajando para empleadores privados durante la epidemia nos recuerda tanto que el deseo del capital de continuar produciendo ganancias depende de ellos como que “la compulsión silenciosa de las relaciones económicas” que sufren aquellos trabajadores que “viven de salario en salario”está viva y goza de buena salud en esta crisis sanitaria mortal.

Además, y aunque a algunos les gusta decir que el virus no discrimina – porque el Primer Ministro Boris Johnson está en Terapia Intensiva mientras escribo este artículo – el impacto del virus es claramente desigual. En la New York azotada por el virus, The NewYork Times reporta “Diecinueve de los veinte barrios con la proporción más baja depositivos se encuentran en las zonas más ricas de la ciudad”. Como explican los expertos del Centro Johns Hopkins para Coronavirus: “El parate económico que provoca el distanciamiento social, que es frustrante aunque manejable para mucha gente, tiene consecuencias brutales para los miembros de nuestra sociedad más pobres, vulnerables y marginalizados”.

Entre los más duramente golpeados se encuentran quienes están cerca de la base de las cadenas de suministro de alimentos del país – trabajadores agrícolas y de depósitos que cosechan y trasladan la mayor parte de los productos estacionales del país. La mayoría de estos trabajadores son inmigrantes indocumentados. Irónicamente – o cínicamente –han sido considerados “trabajadores esenciales”, lo que indica la importancia que tiene para la economía que permanezcan en sus lugares de trabajo, donde son vulnerables al virus. A la vez, siguen estando en riesgo de deportación. A veces, sus empleadores les dan notas en las que los declaran esenciales, pero esas notas no los protegen de la deportación, especialmente una vez que dejan de ser esenciales a los ojos del gobierno o cuando la temporada termina. Es un escándalo que los Estados Unidos no les haya garantizado residencia legal a estos trabajadores y a otros en su misma situación, comoha hecho el gobierno de Portugal.

La Lucha de Clases en Tiempos de Pandemia y Recesión

Dos temas surgen en la vasta mayoría de protestas laborales alrededor del mundo:licenciamiento con paga y la provisión de elementos de protección personal. Pago y Protección, las dos P de la lucha de clases en tiempos de pandemia. El paquete“coronavirus” del Congreso establece dos semanas de licencia paga para aquellos que contraigan el virus, pero sólo para quienes están empleados en firmas de menos de 500 trabajadores, lo que excluye a casi la mitad de la fuerza laboral del sector privado. El paquete no establece ninguna medida relativa a los elementos de protección personal.

Trabajadores de call centers, servicios postales y de reparto, hospitales, ferrocarriles y varios más están reclamando tanto licencias pagas como elementos de protección personal a empleadores que hablan de seguridad pero no satisfacen estas demandas,que son necesidades inmediatas para los trabajadores.

La federación de sindicatos de base Ferroviarios circuló una resolución reclamando estas cosas esenciales. Una petición de Teamsters for a Democratic Union (fracción del sindicato de camioneros estadounidense N de la T) ganó dos semanas de licencias pagaspara los trabajadores de UPS que hayan contraido el virus – ellos o algún integrante de su familia. Los trabajadores de Starbucks exigen no ser considerados “esenciales” y licencias pagas.

Los trabajadores de servicios de delivery, ventas minoristas y almacenes llevaron la lucha por las dos P un paso más allá. El Sindicato de Trabajadores de Alimento y Comercio(UFWC) de Ohio fue a la huelga en las tiendas de comestibles demandando licencias pagas. Los trabajadores de un almacén de Kroger en Menphis, pararon cuando un compañero fue diagnosticado con coronavirus. Los trabajadores de Instacart, quereparten comida a domicilio, pararon en todo el país en reclamo de elementos deprotección personal y de licencias pagas para todos aquellos con algún riesgo médico.Acciones similares se dieron por parte de los trabajadores de McDonalds en Tampa, StLouis, Menphis, Los Angeles y San José, mientras que los trabajadores de Amazon enStaten Island hicieron abandono de tareas el 30 de marzo. Amazon, finalmente, garantizó licencias pagas para los trabajadores de sus almacenes después de que los empleados de los establecimientos de Chicago realizaran un petitorio y una manifestación en los lugares trabajo.

Los trabajadores manufactureros también pasaron a la acción. Cincuenta trabajadores avícolas, no sindicalizados en una planta de Perdue Farm en Georgia, abandonaron sus tareas, declarando que estaban cansandos de “arriesgar sus vidas por pollo”. La mitad delos trabajadores de los astilleros General Dynamics de Bath se ausentaron del trabajo cuando uno de ellos contrajo el virus. Los trabajadores de Fiat- Chrysler en SterlingHeights en Michigan y en Windsor, Ontario se manifestaron reclamando el cierre de las plantas. Los trabajadores de la autopartista American Axle también dejaron de trabajar demandando licencias pagas. Varios locales del Sindicato Internacional de Trabajadores Eléctricos, Electrónicos y de la Comunicación (IUE – CWA) reclaman no solamente los elementos de protección personal (EPP) sino también que la General Electric reconvierta su producción y utilice las plantas ociosas para producir los respiradores necesarios para las víctimas del coronavirus.

Naturalmente, los sindicatos docentes combativos de Estados Unidos tienen un rol de liderazgo en la lucha por protección. El Sindicato de Docentes de Chicago y los trabajadores de salud del Sindicato Internacional de Servicios (SEIU) de esa ciudad se unieron para reclamar quince días de licencia paga y el reparto de comida en los hogares.El sindicato de docentes de Los Angeles demanda “un subsidio semanal por desastre para que los padres puedan permanecer en las casas con sus hijos”. Los docentes deNew York en el Movimiento de Educadores de Base (MORE) en la Federación de Docentes, organizaron una “salida masiva por enfermedad” y jugaron un rol fundamental para obligar a la ciudad al cierre de escuelas.

Los recolectores de residuos de Pittsburgh pararon sus tareas en demanda de elementos de protección personal, mientras que los de Hamilton, Ontario lo hicieron demandando elementos de protección personal y la separación de residuos orgánicos antes de la recolección. Los colectiveros de Birmingham Alabama rechazaron continuar los recorridos habituales hasta que la gerencia accedió a proveerles elementos de protección personal,eliminar el cobro de boletos y garantizar licencias pagas para quienes contraigan el virus.

Aprendiendo nuevas formas de lucha

La expansión del corona virus ayudó a revelar que los espacios de trabajo contemporáneos están conectados por múltiples redes. Trump intenta sostener el funcionamiento de la economía haciendo que el Departamento de Seguridad Nacional defina como “esencial” casi a todos los grupos. Esto evidencia que los circuitos de capital y trabajo conectan a los trabajadores alrededor del mundo y a través de las ciudades.

Los productores Chinos de barbijos N95 se conectan con las enfermeras de New York,con los trabajadores de Amazon en el Condado Will de Illinois y con los conductores de UPS en Chicago. Trabajadores ferroviarios, camioneros y postales se conectan con casi todos. Las acciones de los trabajadores, incluso aquellas limitadas, pueden tener un impacto más allá de los lugares de trabajo en el mundo del Justo-a-Tiempo actual.

No se puede producir ningún bien ni prestar ningún servicio sin que las cosas que lo hacen posible se movilicen por medio del trabajo humano. Si los circuitos del capital y el trabajo promovieron la expansión de la enfermedad, también pueden las acciones de los trabajadores en distintos eslabones ayudar a configurar un nuevo tipo de relaciones de poder entre las clases cuando pase la epidemia. Esa solidaridad desinteresada que muchas personas despliegan hacia otros en esta crisis, esa misma solidaridad que atraviesa las fronteras de empleadores, sectores industriales, ocupaciones y nacionales será necesaria para luchar por un mundo mejor en la pos-pandemia.

Muchos analistas dicen “las cosas nunca serán igual que antes”. Seguramente habrá cambios importantes, pero al menos que sean conducidos desde abajo por acciones delas grandes mayorías, el proceso será más parecido a “Las cosas cambiarán para que nada cambie” 1 . Las empresas van a cambiar su estructura, a medida que se hundan van a proliferar las fusiones, se racionalizarán las cadenas de suministros y se reducirá el personal mientras los fondos gubernamentales se vierten en las arcas corporativas y las ganancias se reavivan. Difícilmente se abandonen las prerrogativas gerenciales o de los accionistas. Gobiernos liberales o conservadores gastarán como Keynesianos en tiempos de guerra para reforzar las ganancias empresarias. Pero, recompondrán los ingresos que millones de trabajadores perdieron? Posibilitarán la representación sindical? Repondrán la vigencia de aquellas ya trilladas regulaciones ambientales que suspendieron, se prepararán para la próxima pandemia o tomarán medidas reales para evitar la catástrofe climática?

A menos que surja una masiva movilización desde abajo, las relaciones de poder inherentes a las relaciones de producción capitalistas y su extensión en la “sociedad civil”y el Estado, serán reafirmadas como lo fueron después de 2008. A pesar de las esperanzas de muchos y de las obvias diferencias entre los candidatos, las políticas impulsadas por el capital que son la norma en los Estados Unidos hoy, asegurarán su continuidad en mayor o menor medida, no importan quien gane las elecciones en Noviembre. La creación de una nueva relación de fuerzas sociales y de un mundo saludable y sustentable dependerá de todos esos “trabajadores esenciales”.

1 Respuesta cínica del aristócrata Siciliano Don Fabrizio a la Revolución de 1848 – 1849 en Italia.

*Kim Moody. Fundador de Labor Notes. Su libro más reciente es On New Terrain. How capital is reshaping the Battleground of class war (Haymarket. 2017)Publicado por Spectre Journal.



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