02/04/2020

A 38 años de la Guerra de Malvinas, haciendo un ejercicio de la memoria desde nuestras casas

38 años han transcurrido de aquellos hechos por los cuales todavía quedan muchas asignaturas pendientes en búsqueda de la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Soberanía. Por Ernesto Alonso*


Si la guerra es la continuación de la política por otros medios, en Malvinas se aplicó la continuidad del terrorismo de estado, cuyas víctimas fueron los jóvenes soldados conscriptos, que soportaron en muchos casos, la violencia institucional que ejercieron las Fuerzas Armadas.

La batalla por la Memoria, es una batalla que exige una tarea cotidiana y como sociedad debemos entender y aprender de los errores propios, y castigar a quienes produjeron graves violaciones a los DDHH durante la guerra de Malvinas, para que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables y no continúen siendo protegidos por un manto de impunidad.

El derrotero de la causa 1777/07 radicada en el juzgado Federal de Río Grande en Tierra del Fuego, donde se investigan las denuncias presentadas hasta ahora por más de 120 soldados conscriptos, lleva trece años desde su el inicio, donde la tarea de investigación de las querellas han devenido en un elemento sustancial a la hora de constatar que en Malvinas se aplicaron las prácticas y doctrinas imperantes durante el período 1976/83 bajo la doctrina de la seguridad Nacional en la región, que encuentran una resonancia de incalculable valor al momento de investigar y eventualmente juzgar a los autores materiales.

Un elemento fundamental en este proceso fue la desclasificación total de los archivos secretos de Malvinas por decreto del PEN 503/2015, allí aparecen los documentos oficiales de las FF.AA donde se comprueban los hechos y se describe minuciosamente el plan de inteligencia y de ocultamiento que planificó la dictadura para que todo quede bajo la impunidad y nada de los hechos relatados por los soldados al regreso de Malvinas salga a la luz de la opinión pública.

A pesar de los ataques que sistemáticamente sufrimos desde medios de comunicación como las editoriales que el diario La Nación nos ha dedicado en estos últimos tiempos, o de las campañas que intentan desprestigiar el trabajo de un organismo de Derechos Humanos como lo es el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas CECIM La Plata y de discursos que pretender sacralizar una guerra, hemos podido avanzar en la búsqueda de la Verdad con Justicia. El pasado 5 y 6 de diciembre el Juzgado Federal de Río Grande en Tierra del Fuego comenzó a tomar las primeras declaraciones indagatorias a los militares acusados de cometer presuntas violaciones a los DD. HH durante la guerra de Malvinas. La jueza Federal de Río Grande Dra. Mariel Borruto procesó a los ex oficiales del Ejército Argentino Miguel Ángel Garde, Belisario Gustavo Affranchino Rumi, Gustavo Adolfo Calderini y Eduardo Luis Gassino considerando que los hechos denunciados se encuadran en delitos de Lesa Humanidad imprescriptibles.

La guerra de Malvinas no solo dejó secuelas en los ex soldados que participaron en ella, sino que dejó en general un profundo dolor en la sociedad argentina y percepciones promovidas desde sectores que reivindican “La Guerra” para construir una realidad mítica y olvidar así que la decisión de llevar adelante la recuperación de los territorios usurpados por la vía militar se tomó durante un gobierno de facto que lamentablemente embargó el futuro de los argentinos. Tanto la guerra como el reclamo de soberanía deben pensarse desde la perspectiva de los derechos humanos. Las graves violaciones que allí se cometieron deben ser investigadas sin más dilaciones, en el contexto de Terrorismo de Estado y en el marco de los procesos de Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía.Las torturas existieron y existen, los torturados existieron y existen, los torturadores existieron y existen.

*Secretario de DD.HH CECIM La Plata Miembro de la Comisión Provincial por la Memoria C.P.M.



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