Continúa el reclamo de justicia a siete años del asesinato impune de Omar Cigarán, víctima de gatillo fácil policial
En el marco de una jornada antirrepresiva convocada por el Colectivo Contra el Gatillo Fácil de La Plata, el sábado pasado se renombró como «La placita de lxs pibxs» a la plaza de la esquina de diagonal 80 y 115 donde, hace siete años, el policía bonaerense Diego Walter Flores asesinó a Omar Cigarán, en una situación armada para simular la «legítima defensa». La noche anterior al crimen, la casa de la familia Cigarán había sido violentamente abordada por oficiales bonaerenses, quienes, arma en mano, dijeron a Sandra, mamá de Omar: «si no entregás al guacho, mañana lo tenés muerto». Crónica y fotos: Lisandro Amado, para ANRed.
Durante toda la tarde del sábado, y a pesar del intenso calor, familiares, amigos, amigas y militantes de víctimas de gatillo fácil participaron de la actividad, durante la cual se repintó el mural del espacio verde, y se emplazó un cartel con su nuevo nombre: «Plazoleta de lxs pibxs». Sandra Gómez, mamá de Omar Cigarán, contó que, aunque le dijeran que la plaza debería llevar el nombre de su hijo, ella quiere que se recuerde con él a todas las víctimas de la represión del Estado.
La jornada contó con la participación del músico Pepo, la banda Cabra da Peste, el músico Abelardo Martín y la murga Tocando Fondo. Además, se presentó el documental antirrepresivo “La ley me quiere muerto”, realizado por el Colectivo Contra el Gatillo Fácil, organizador de las distintas actividades desde el asesinato de Omar.
La noche anterior al crimen, la casa de la familia Cigarán había sido violentamente abordada por oficiales bonaerenses, quienes, arma en mano, dijeron a Sandra, mamá de Omar: «si no entregás al guacho, mañana lo tenés muerto». El policía bonaerense Diego Walter Flores fue absuelto por el Tribunal Oral Criminal 4 de La Plata, a cargo de los jueces Emir Caputo Tártara y Juan Carlos Bruni, por supuesta «legítima defensa» y «cumplimento del deber», fallo convalidado por la Sala 5 del Tribunal de Casación Penal, integrado por los jueces Jorge Celesia y Martín Ordoqui. En el tren que la lleva a su trabajo, Sandra se ha cruzado más de una vez con el asesino de su hijo, quién aún en servicio, muestra el arma en su cintura cuando ella lo expone frente a los pasajeros.
