José Alperovich: cambio de nombre de su principal empresa y escrache a su sobrina denunciante por abuso
Montado sobre los pocos movimientos que se acurrucan en las causas sobre abuso sexual denunciado por su sobrina segunda, el ex gobernador y ahora senador por Tucumán, el peronista José Alperovich, concretó el cambio de firma de lo que fue su famosa concesionaria de autos para colocarla a nombre de su hermano mientras jueces en cadena se declararon incompetentes, las causas no logran unificarse, las investigaciones se ganan a cuentagotas, la querella apuntó a Beatriz Mirkin – senadora pejotista – por encubrimiento y el imputado se encargó de divulgar chats, fotos y nombre de la denunciante. Por Máximo Paz, para ANRed.
El boletín oficial de la provincia publicó la noticia: el ex gobernador y ahora senador tucumano José Alperovich modificó el nombre de la razón social de su cadena de concesionarias automovilísticas, compañía emblema en la provincia del empresario y funcionario peronista. Tal determinación ocurrió en el marco de los procesos abiertos al ex gobernante a partir de las denuncias realizadas por su sobrina por abuso sexual.
La firma comercializa los automóviles Ford en exclusiva en toda la provincia tucumana. El nombre con el que recorrió el negocio se llamó hasta hace horas “León Alperovich Group SA” – es decir, el nombre propio del denunciado – para pasar a denominarse al momento “AG NAUM. S.A” (AG por Alperovich Group y NAUM por Naum Alperovich, nombre del hermano del ex gobernante).
Según manifiestos al respecto en medios locales, el plan de cambio de razón social a la empresa comenzó a considerarse hace alrededor de dos meses y a partir del estampido legal y mediático que significó la grave acusación realizada en noviembre pasado, pese a la pronta desmentida del entorno Alperovich: «El cambio de razón social es parte de un proceso que llevamos adelante con la terminal desde hace varios años», aseveró, por caso, el hermano del funcionario peronista.
Más allá de la determinación comercial, lo que aflora en concreto sobre el avance de las causas configuradas a partir de siete hechos denunciados configuran una densa espesura que envuelve diversos criterios, actores e intereses. Del lado del imputado, ante el puntapié de la carta pública de la denunciante y las respectivas acusaciones en los tribunales de Tucumán y CABA – jurisdicciones dónde ocurrieron los hechos denunciados – se declaró inmediatamente inocente y rechazó el pedido de sus pares de la Cámara alta del Senado para tomarse licencia por seis meses. Pedido que terminó por aceptar horas después, casi en el mismo momento en que decidió dar a conocer el nombre completo de su sobrina, la denunciante, quién, por contrario, quería preservarse en el anonimato.
La licencia, a su vez, no le impidió que su defensa – encabezada por el mediático Mariano Cúneo Libarona, ladero del programa del conductor Alejandro Fantino a la noche por TV – intercediera de modo incisivo a la hora de establecer la jurisdicción precisa a fines de implantar la unificación de las causas. Además de denuncias por amenazas a funcionaros judiciales, se conoce que Alperovich pretende que tal unificación se realice en su provincia y no en CABA, y que tal determinación, aún inconclusa, forma que todo el proceso se retarde de forma significativa.
José Alperovich y Beatriz Rojkés, en polémicas vacaciones en los Emiratos Árabes en 2013.
Lo mayúsculo del caso fue la apelación del denunciado ante la intención de unificar la causa en CABA, mediada, tal apelación, por un vaivén llamativo entre jueces que se declararon incompetentes para atender la causa.
Hasta ahora, solo hubo una audiencia oral y pública para resolver la apelación de la defensa de Alperovich. El senador nacional en uso de licencia no se hizo presente, mientras que la denunciante siguió la misma desde una sala contigua.
Un fallo provisorio resuelto por el juez Enrique Pedicone, ordenó avanzar en los tribunales porteños y tucumanos hasta que la Corte Suprema de Justicia de la Nación solucione la problemática de la resolución de la jurisdicción hacia la unificación de la causa. Además, por su parte, el magistrado, -ante la desidia manchada por las presiones-, exigió a la justicia tucumana que inicie la investigación correspondiente a sus casos.
Por parte de la denunciante, se tiene por entendido que esta fue asesora del senador licenciado y que, a partir de la relación laboral, surgieron los aberrantes hechos que, aunque plagada de trabas, investiga o pretende investigar la justicia. Ante las circunstancias, la sobrina realizó un pedido público para que se acelere la investigación, al tiempo que su abogado Morales denunció a la senadora nacional Beatriz Mirkin (PJ) en el fuero penal por encubrimiento agravado en la causa por presunto abuso sexual.
El abogado tucumano Gustavo Morales fue el encargado de realizar la presentación escrita en donde da cuenta que la sobrina segunda de Alperovich «le había contado a Mirkin sobre los abusos que sufría, pese a lo cual no hizo nada y le pidió que aguante hasta después de las elecciones para denunciar los hechos».
A su vez, en días pasados recientes se realizó el primer allanamiento al funcionario justicialista en uno de sus domicilios en el barrio porteño de Puerto Madero.
La noticia sobre el oportuno cambio de firma dentro de las directrices que se mueven centralmente sobre la carga de un presunto comportamiento deleznable encuentra mayor sentido cuando se repasan declaraciones juradas del funcionario peronista millonario y, más aún, si se coloca la lupa sobre el año 2018, donde el crecimiento de su patrimonio se descubre con un contundente incremento, ya que a fines del mencionado año, Alperovich declaró bienes por $750.498.161, a contrapelo de los $460.148.341 que había declarado a principios de 2018.
Escrache realizado hace unos días a una de las concesionarias de Alperovich, por el aumento de la cuota. «Estafadores» y «violín» las palabras escritas en el frente de la empresa.
Es decir, un incremento de $290.349.828 sólo en meses. Y, en ese sentido, se reconoce que Alperovich había informado a la Oficina Anticorrupción que su ensanchamiento exponencial de su fortuna se debió a sus empresas, que incluyen en primer plano a Avanco SRL (empresa constructora); La Galesa SRL (compañía agropecuaria) y la ex León Alperovich, la concesionaria en las que emplea 218 trabajadores y contrata 430 empresas y proveedores y que detalló que la mayor parte de esos ingresos, un total de $178.000.244 (tras el pago del impuesto a las ganancias por $97.808.680), provinieron de las ventas realizadas por la concesionaria, bastión fundamental de su pública y privada existencia fatua que cuida con creces.