10/12/2019

Ana Almada: «hay un entrenamiento sistemático para formas novedosas de tortura en América Latina»

Ana Almada es una de las coordinadoras nacionales del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), organismo de derechos humanos que hace 45 años que está en la Argentina y otros países de América Latina, cuyo presidente y fundador es el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. En los últimos días estuvo en Chile y nos contó sus impresiones: «los jóvenes están pidiendo un cambio en la matriz económica y eso da mucho miedo al gobierno. Si no, no se puede justificar porque hay 200 jóvenes con sus ojos lastimados. Son métodos de tortura que aprendieron en su momento de los soldados israelitas para aplicar a los palestinos. Tiene que ver con esta metodología de desfigurarles la cara porque es un modo de tortura que te dejaba sin imagen. El amedrentamiento, sobre todo el no te metas, porque si te metes no vas a poder mirar más y te vamos a sacar los ojos. Creemos que esto es sistemático, que no es así porque a un ‘loco’, al carabinero, se le dio de pegarle en los ojos o al policía de Bolivia de romperle las manos. Creemos que hay un entrenamiento sistemático para estas formas novedosas de tortura en América Latina», sostuvo. Por ANRed.


Sabemos que estuvieron en Chile los últimos días, ¿cómo fue ese viaje, con qué sensaciones y reflexiones volvieron de allá? 

Era un viaje que estaba armada u organizado anterior al 18 de octubre cuando comenzaron las protestas, un viaje en que el obispado de Aysen lo invita a Adolfo a una semana de unas acciones que ellos hacen, así que hace como cuatro o cinco meses que esto estaba en agenda. Si bien no fue organizado el viaje justamente por lo que había pasado y lo que estaba pasando en Chile, se decidió viajar igual. Estaba toda la agenda estaba muy cerrada y no había mucho tiempo para nada. La idea era llegar a Santiago y desde ahí mismo tomar otro vuelo a Coyhaique que está a 1500 km de Santiago de Chile. Perdimos el vuelo y nos quedamos en Santiago y entonces un día, SERPAJ Chile organizó conferencia de prensa que se realizó en el Museo por la Memoria y los Derechos Humanos y ahí Adolfo tuvo la oportunidad de reunirse con algunas organizaciones de Derechos Humanos. Una de ellas le alcanzó un informe de lo que había sucedido hasta ese momento. Un informe sobre las violaciones a los Derechos Humanos por parte de las Fuerzas de Seguridad en ese momento en el que había toque de queda.

Pudimos relevar esa situación, pudimos pasar por Plaza Italia una tarde, vimos unos actos bastante feos de represión hacía una multitud que en realidad no estaba haciendo nada, estaba manifestándose. Después sí pudimos llegar a Coyhaique, un pueblito muy chico y justo cuando llegamos había una manifestación de estudiantes totalmente pacifica. Venían caminando por la calle con cánticos, después nos enteramos que había sido reprimida y que en esa represión habían detenido a dos chicos, dos menores de 18 años. Por la tarde, un nuevo grupo se manifiesta pidiendo la libertad de estos dos chicos y nuevamente hay una represión donde también encarcelan a algunos adultos y a otros jóvenes. Cuando nos enteramos de esto fuimos a la comisaría junto con Adolfo, el obispo del lugar, organizaciones de Derechos Humanos del lugar a ver cuál era la situación de los chicos. Nos atendió un coronel que estaba a cargo de la comisaría y nos dijo que no podíamos ver a los jóvenes, que estaban en buenas condiciones, para esto ya estaba o llegaba en ese momento gente del Instituto Nacional de Derechos Humanos que sí pudieron ingresar, a nosotros no nos dejaron ver a los jóvenes. Luego de esto pedimos que se hiciera presente el Fiscal Penal Juvenil y la Jueza de Garantías. Esta jueza ordena por teléfono de que lo dejen en libertad a los chicos pero el coronel se niega a hacerlo. La jueza se presenta en el lugar y cuando le dijo que los dejen en libertad el coronel le contesta que él no se iba a mover ni un centímetro del procedimiento, que era que al otro día la jueza lo tenía que indagar y después solicitaba su libertad. Luego llegaron los padres de los chicos que pudieron estar con ellos.

A todo esto pedimos antes un registro de los detenidos y ahí nos dimos cuenta de que estos tres chicos que estaban detenidos dos estaban en comisaría y dos en hospital según lo que decían, descompensado por un consumo de drogas y que estaba con familiares. Cuando pedimos el libro de guardia había un cuarto chico que no nos habían dicho que estaba y que siempre lo señalo porque me parece importante, era un muchacho que tenía apellido mapuche y además no tenía familiares.

Nosotros sostenemos que sabían de su situación. Inmediatamente se da aviso a lo que sería la Secretaría de Niñez para que se hagan cargo del muchacho. También acudimos a la comisaría porque este coronel la gente del lugar decía que conformaba un grupo de élite que se llama “Jungla” que interviene en territorios mapuches para amedrentar y torturar y hasta se lo consideraba que estaba implicado en el asesinato de Camilo Catrillaca que había sucedido justo hacía un año en ese momento. Después no sé qué pasó y lo habían mandado a este coronel a este pueblito como para poder bajar un poco. Después estuvimos en Concepción. Ahí estaba bastante calmo los lugares donde fuimos porque tampoco íbamos estratégicamente a relevar la situación sino que íbamos por otras cuestiones, Adolfo pudo dar sus charlas con total normalidad pero las manifestaciones eran constantes, Concepción es una de las ciudades más importantes después de Santiago, un lugar de muchos obreros, mucha lucha y mucha historia. Sí se habían sucedido algunos hechos bastante importantes, con muchos arrestos y mucha represión, después estuvimos en Coronel, una ciudad cerquita ahí también la gente se manifestaba.

Lo que pudimos ver también es que las escuelas muchas ya habían cerrado el ciclo lectivo, no porque lo decidiera el Ministerio sino porque los chicos, los jóvenes y muchos de los profesores y profesoras salían a manifestarse también.

Lo otro que vimos que nos conmovió bastante fue que nos encontramos con el papá y la mamá de Manuel Rebolledo Navarrete, uno de los chicos que los primeros días, no sé si el 20 o 21 de octubre en un barrio de Talcahuano, que salió por todas las redes, fue atropellado por uno de los camiones de los carabineros. El chico finalmente muere, era también de un barrio portuario muy humilde, un barrio muy populoso. Con total impunidad, porque lo desaparecen en cierto modo, porque de casualidad se enteran de que está en un hospital en el que nunca habían ingresado el cuerpo. La familia muy humilde y sin ningún recurso lo retira del hospital y lo sepulta como puede. Quedamos comprometidos en que ese caso (como tantos otros, pero ese porque teníamos un testimonio de primera mano) de que no quede impune así que los compañeros de SERPAJ Chile se están encargando de llevar adelante esa causa.

También SERPAJ Chile en su momento había hecho un relevamiento de casos de violaciones a Derechos Humanos en este caso de la infancia así que tenía un informe de 20 casos totalmente relevados a lo que le sumamos los chicos de Coyhaique. Cuando tuvimos toda esa información la preparamos y se la enviamos al Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas. Cuando el director Pedernera (es uruguayo así que conoce bastante la situación de América Latina) recibe el informe, inmediatamente elevó ese informe al alto comisionado para que investigue ese caso de violación a los Derechos Humanos. Todo esto ahora está haciendo el seguimiento y acompañamiento SERPAJ Chile.

¿Con qué pueblo se encontraron en Chile? ¿Hay en estos momentos niveles de resistencia muy altos?

Para mí, una mirada muy personal desde un lugar feminista si se quiere, lo que vi en las calles es muchos jóvenes y demandas muy distintas. Antes por ahí se salía a la calle pidiendo que se fuera un gobierno o pidiendo una demanda en particular y acá las demandas son muchas, no tenía solo que ver con un aumento de un boleto de subte o de transporte sino que tiene que ver con el derecho a una educación pública, acceso a la salud, el tema de las jubilaciones que son están muy privatizadas y lo único que hacen es perjudicar a los más grandes, a las personas mayores, hay una serie de demandas que con un gobierno como el que está no se va a solucionar. Me da la impresión que por parte de los jóvenes se está pidiendo un cambio en la matriz económica y creo que eso es lo que joroba y da mucho miedo al gobierno. Si no, no se puede justificar porque hay 200 jóvenes con sus ojos lastimados, (algunos de ellos hasta perdieron la vista) supongo que tiene que ver con esto de amedrentarlos, infundir el miedo en los otros para que no salgan, pero yo creo que los jóvenes están en un momento que se dan cuenta de que así como estamos no vamos a mejorar. Lo mismo creo del movimiento de mujeres, me parece que el otro día 25 de noviembre las mujeres chilenas hicieron una performance sobre el tema de la violencia hacia la mujer, impresionante, donde básicamente la cuestión es el patriarcado, y el patriarcado responde a un estado totalmente capitalista.

Se está hablando mucho de los métodos que están usando las fuerzas de seguridad chilenas, que si no entendemos mal, fueron formadas en Israel

Si, son métodos de tortura (por lo que pude leer de fuentes seguras y confiables) que aprendieron en su momento los soldados israelitas para aplicar a los palestinos, esto tenía que ver con esta metodología de desfigurarles la cara porque es un modo de tortura que te dejaba sin imagen. Y no sé por qué después lo de los ojos de los chilenos lo asocié después con esta cuestión del amedrentamiento sobre todo el no te metas porque si te metes no vas a poder mirar más y te vamos a sacar los ojos, me pareció que ese era el mensaje. Y después me pasó que justó pasa la de Bolivia y también las Fuerzas de Seguridad de Bolivia utilizaron un método que no era en los ojos sino en las manos. Hay muchos heridos en donde tienen sus manos totalmente destruidas. Y generalmente el campesino o el indígena se expresa a través de sus manos porque son sus modos de trabajo. Y creemos que esto es sistemático, que no es así porque a un “loco”, al carabinero se le dio de pegarle en los ojos o al policía de Bolivia de romperle las manos. Creemos que hay un entrenamiento sistemático para estas formas novedosas de tortura en América Latina.

¿Cómo analizarías la relación entre estas democracias de hoy y los Derechos Humanos? ¿Es posible pensar otro tipo de democracias bajo este capitalismo de hoy? 

Lo que pudimos observar en Chile fue esta falta de institucionalidad en todos los ámbitos. Después el tema de los Derechos Humanos tiene que ver primero por una cuestión de coyuntura si se quiere con el tema de las fuerzas de seguridad la represión, la tortura, la muerte y las violaciones. Eso creo que es lo central, pero también viene digamos de una falta de derechos a la educación, a la salud, a la vivienda que son demandas de hace mucho tiempo; y con respecto a la democracia creo que democracias que sostienen un modelo capitalista no pueden funcionar porque es capitalismo.

Yo veo que hay cuestiones diferentes en el modo de manifestarse, no lo sé. Pero espero que se dé una solución que pueda beneficiar al pueblo. Y con este tipo de democracias delegativas que se tienen no se va a lograr. Por ahí se puede pensar en hacer pasos hacia algo mejor como una democracia participativa, por ahí eso podría dar un pié, me parece que es necesario ir pensando otras formas.

Hablábamos antes de la entrevista del caso de Manuel Rebolledo Navarrete, la estigmatización que hicieron los medios locales al otro día y que podría hacer pensar en una hipótesis de que Carabineros aprovecha la circunstancia y se profundiza el racismo hacia los jóvenes pobres. ¿Cómo lo ves vos esto?

Si, por lo que comentaron los padres, el papá y la mamá tiene que ver básicamente con esto. No sólo lo asesinaron por manifestarse sino que lo asesinaron por pobre. Manuel vivía en uno de los barrios más humildes a unos 30 km de Concepción (Talcahuano), un barrio pobre de gente trabajadora y todos sostienen que la muerte fue a propósito. De hecho hay un periódico amarillista de la zona que titula «Un delincuente menos en el barrio» y eso es terrible, los familiares no pudieron acceder a la justicia, ahora recién se está averiguando el caso porque es una familia muy humilde, con pocos recursos tanto materiales como también de conocimiento para estas situaciones y su hijo estaba como un cuerpo NN en un hospital y alguien de corazón le dijo ahí hay alguien que no está identificado, sino todavía lo estarían buscando. Asique tiene que ver con una estigmatización no solo porque te manifestás, sino también porque sos joven y de un barrio populoso.



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