22/11/2019

La Justicia como Utopía: denuncias, luchas y lazos que alumbran lo pendiente

El pasado 5 de noviembre se cumplieron ocho años del asesinato y desaparición de Daniel Solano y hubo distintas actividades, tanto en Salta como en Río Negro, para conmemorar a Daniel, a su padre Gualberto y alzar el reclamo de Justicia; porque aunque se logró llevar a juicio a los siete policías rionegrinos culpables del asesinato, tras lograr condena unánime a perpetua, a un año del fallo no se hace efectiva la pena y los asesinos están libres. Por Eugenia De Rossi y Jessica Visotsky.


Si asumes que no existe esperanza, 

entonces garantizas que no habrá esperanza. 

Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, 

entonces existen oportunidades de cambiar las cosas.

Noam Chomsky

En Choele Choel (Río Negro). Pintadas callejeras en vìsperas del 5 de noviembre son vigiladas por el ex juez de instrucción Guillermo Bodrato quien alumbraba al grupo activista con las luces de su vehículo. 

«Tienen una perpetua y caminan libres por la calle sin ningún tipo de culpa». Vía Antena Libre.

En Tartagal (Salta). La Escuela Técnica 3109 OEA, la secundaria a la que asistió Daniel y en donde finalizó sus estudios, instaló una placa en su homenaje y también reconoció la lucha de los familiares en la búsqueda de los restos de Daniel y en la búsqueda de Justicia. La placa fue elaborada por la compañía “Trabajadores de Zanon bajo Control Obrero” de Neuquén, fábrica recuperada por los trabajadores.

A 8 años de su desaparición, recordaron a Daniel Solano en Tartagal y exigieron justicia. Vía El Tribuno Salta.

En redes. El recuerdo de Alejandro Cabrera Britos en Facebook, artista callejero, músico y militante, un ser muy conocido y querido que recorría todas las luchas. Falleció en un accidente automovilístico en mayo de este año. También se hizo presente en el recuerdo de Mónica Alegre, madre de Luciano Arruga, quien reconoció que fue a través de Alejandro que llegó a conocer la lucha de Gualberto Solano en Choele Choel.

«Hace 8 años desaparecía a Daniel Solano / Sé que andas por algún camino / sé que estás con el saxo tocándole a Gualberto unos temas / Ojalá estén los 3 / para que cuando termines / con tu sonrisa característica le digas ‘Tu viejo nunca se rindió'». Vía Cronopia Serendipia en Facebook.

En Valle Medio (Río Negro). En Darwin, un grupo de amigos y amigas de la familia Solano fue invitado por la comunidad educativa de la ESRN 135, para hablar con estudiantes secundarios sobre el Caso Solano. En Choele, el Consejo Deliberante declaró de interés la jornada de lucha y movilización programada para 9/11 organizada por Amigos y Compañerxs del Acampe por Daniel Solano, en la carpa que montó la familia Solano en 2012 frente al Juzgado Nº30. Vía 7 en Punto.

Misa en el acampe. El mismo 5 de noviembre por la tarde se celebró una misa en el Acampe con los  Padres Alfredo Torqui y Cristian Bonin y se compartieron palabras de Romina Solano, prima de Daniel, y del Obispo Esteban Laxague, que fueron enviadas especialmente. «Nos asesinaron a Daniel Solano. Si!. Vuelvo a repetir: decir ‘asesinos’ es una palabra fuerte pero es real todo lo que sucedió con Daniel; fue asesinado a sangre fría y se estremece el alma de dolor al expresar esto. Ruego a Dios que no se nos haga costumbre decir ‘asesinos’ y para que esto suceda no deben existir más muertes por violencia policial, empresarial, judicial, ni de ningún otro tipo, por el solo hecho de querer reclamar algo justo, de alzar la voz» (Carta de Romina Solano).

Nota relacionada: 8 años sin Daniel y sin Justicia.

«Ruego a Dios que no se nos haga costumbre decir ‘asesinos’ » (Romina Solano).

La marcha. Las marchas de cada 5 de noviembre por el asesinato de Daniel tienen una trayectoria muy concreta; parten del Acampe que la familia Solano levantó frente al Juzgado Nº30 y trazan un camino que pasa (y para) en la Comisaría 8va y en Macuba, el boliche donde Solano fue visto con vida por ùltima vez antes de ser secuestrado por policías. Estos lugares son parte de la esencia de cada 5 de noviembre y son 2 puntos neurálgicos de fuertes denuncias y descargos contra la institución policial y los empresarios de la noche, cómplices del crimen.

«Poca gente de Choele Choel, ningún medio local acreditando el suceso. Se marchó. No fue un acto partidario financiado por intereses políticos, como alguien que trabajó a sueldo para Pichetto (mentiroso y claro propulsor del encubrimiento del Caso Solano) desde Alto Valle, dio a entender. Marchar es una forma de mantenerse en el ejercicio del movimiento cuando te quieren quieto y calladito. Cuando desde sectores de poder sos incomodidad con tu movimiento y tu palabra veraz», expresó el Padre Cristian Bonin en Facebook.

«La policía rionegrina y quienes tejen complicidad con ellos han resuelto no entregar el cuerpo de Daniel Solano y no sólo aún no se efectivizan las penas de los policías ya condenados a perpetua por el crimen, desaparición y encubrimiento, sino que el actual gobernador los mantiene en la fuerza policial sin que esto sea objeto de crítica», expresó Cristian Bonin en el blog de la Parroquia.

«Tu viejo nunca se rindió». A pesar de la ausencia de la familia Solano y de los abogados del caso, la marcha y jornada cultural tuvo fuerte presencia de familiares de víctimas de las fuerzas de seguridad de Río Negro y Neuquén, que fueron convocados especialmente. La ausencia de Gualberto Solano, padre de Daniel y fallecido en 2018 apenas iniciado el juicio por su hijo, atravesó cada presencia e intervención de los presentes: Cristina Massaro, la madre de Sergio Cárdenas (asesinado por policías de Río Negro en Junio de 2010, junto a Diego Bonefoi y Nicolás Carrasco). Monica Moya, hermana de Marcos Moya (víctima de gatillo fácil) recordó con pesar una visita anterior al Acampe, cuando Gualberto se encadenó e hizo huelga de hambre reclamando por su hijo. 

«Me cansé de putear contra este Estado represivo y asesino. Por cada puteada me desaparecian un pibe. Por cada puteada eran cien mil lagrimas mias» (Mónica Raquel Alegre, madre de Luciano Arruga, desaparecido desde enero de 2009, tras haber sido detenido por la policía bonaerense, hasta octubre de 2014, cuando su cuerpo apareció enterrado como NN).

«Algo que me cuesta mucho decir es que hoy estaría cumpliendo años Matías. Es muy complicado sacar fuerzas cuando no hay muchas. Cuando salen del dolor, de lo que sentimos, de lo que pasamos, de lo que sufrimos. Gualberto no alcanzó a poder ver el proceso; como dijo Moni, murió de tristeza. Porque eso es algo que nos pasa, algo que tenemos dentro, algo que nos acompaña todos los días» (César Casas, padre de Matías Casas, asesinado por el policía Héctor Méndez en julio de 2012 en Neuquén, quien también estuvo presente junto a Ely Hernández, madre de Braian Hernández, asesinado por el policía Claudio Salas en diciembre de 2012 en Neuquén. 

Estos dos casos, además de compartir localización, comparten los reveses de la justicia injusta: tanto Ely como César contaron cuál es la batalla que están librando ahora, cuando los policías asesinos de sus hijos buscan disminuir las condenas u obtener beneficios de domiciliaria o visitas.

El caso neuquino tal vez más resonante por la duración de la impunidad es el de Sergio Ávalos, estudiante universitario desaparecido desde el 14 de junio de 2003 en Neuquén. Su padre, Asunción Avalos, con sus 86 años, también estuvo presente en Choele Choel para marchar por Daniel.

«Seguimos la lucha, esta lucha que no va contra una persona en particular, va contra una institución, una fuerza de seguridad, contra el gobierno que está desgobernando y quienes nos oprimen, contra los jefes de todas las fuerzas» (Asunción Avalos).

Después de 16 años fallidos en la búsqueda de su hijo y de justicia, Don Asunción Avalos decidió cambiar de abogados, ahora llevan adelante la causa de su hijo los dos abogados del Caso Solano; Leandro Aparicio y Sergio Heredia. Aparicio está representando también a Carmen Pardo, la madre de un joven asesinado recientemente en Río Colorado; un caso similar al de Solano por el encubrimiento policial desde el minuto uno, además de que el fiscal que no está investigando es el mismo que fue denunciado en el Caso Solano (Zornitta). Cristian Pardo fue víctima de apremios ilegales por parte del personal policial  y habría fallecido a causa de esos golpes y de la falta de atención médica tanto en el hospital de Río Colorado como en el hospital de La Adela. Carmen Pardo, la madre de Cristian, también estuvo presente en Choele Choel, enlazando su dolor con el de todas las familias víctimas de las fuerzas de seguridad.

«La red de familiares víctimas se hace más sólida en cada marcha, en cada instancia como la del 9 en el acampe. Sus voces y sus realidades nos siguen sembrando la conciencia y estimulandonos a interpretar adecuadamente las urgencias de transformación desde un lugar de esperanza y confraternidad», expresaba el Padre Cristian Bonin.

Comunicación y cultura de resistencia

A ningúno de los medios de comunicación le pareció relevante dar cobertura de este evento, de los 8 años de impunidad, de la libertad de los policías asesinos, de la protección institucional de la que gozan y de que tantas familias hayan recorrido cientos de kilómetros para marchar por Justicia. Sobre esta ausencia cobran relevancia los esfuerzos comunicacionales de la esfera comunitaria y alternativa. Sí estuvieron presentes Radio Encuentro de Viedma y Radio Zona Libre, de familiares y amigos de Luciano Arruga. Fueron ellos y ellas, y los organizadores de la jornada quienes transmitieron en vivo vía Facebook Live.

Aquí la comunicación es parte de la militancia; tiene todo un peso invisible el hacerse presente donde nadie está. Son acciones y registros que, como esta misma nota, pretenden construir memoria de las resistencias a la impunidad. Por el suelo, La juerga del rock, Pura Ura, La 435, Patada, ACV, Moscato, Lau y Pao y Santiago Fridatos, fueron músicos, músicas y bandas que acompañaron la jornada con todo el bagaje que el rock, el rap y jóvenes traen desde los márgenes. Ya de noche, Florencia Torres Catrilahua presentó «Epeu, relatos del pueblo Mapuche», y lo hizo a la luz de una pequeña fogata. Ese fuego inspiró después un ritual espontáneo: la quema de un móvil policial de cartón con la cara de los policías asesinos de Daniel y una danza de los y las presentes alrededor. 

Ese ‘fuego loco’ final, al decir de Galeano, llenó el aire de chispas y sintetiza un poco eso de arder en preguntas que planteaba Artaud. ¿Dónde está Daniel Solano? ¿Dónde está Sergio Avalos? ¿Dónde está Carlos Painevil? ¿“Dónde están los desaparecidos? ¿Y qué pasó con los aparecidos muertos?”, expresaba una pancarta rionegrina con todos los rostros de casos impunes. Son demasiadas preguntas aún sin respuesta. Al calor de todo eso se va encendiendo una trama de conciencia vincular y popular que las mantiene vivas, y eso también es Justicia.

Colaboraron con fotos, videos y data: Cristian Bonin, Marce Torres y el grupo de Amigos y Compañerxs del Acampe por Daniel Solano, Radio Zona Libre.



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