Hong Kong: Continúan las protestas luego de cinco meses
En Hong Kong se cumplen casi cinco meses de las protestas. Originadas en contra del proyecto de ley de extradición presentado por el gobierno de Carrie Lam, la Jefa Ejecutiva de la región autónoma, las manifestaciones no han cesado con la retirada del proyecto el pasado 4 de septiembre, sino que continúan poniendo en jaque al gobierno en búsqueda del cumplimiento de otras cuatro demandas: retirar el calificativo de «disturbios» a las protestas, investigar la actuación de la policía, la libertad incondicional para a los manifestantes detenidos y la puesta en marcha del sufragio universal en Hong Kong. La ley que desde el 4 de octubre prohíbe el uso de máscaras se mostró ineficaz e incluso ha generado nuevas protestas. Por Matias Cervilla para ANRed
La invocación por parte de Lam de la llamada Ley Regulaciones de Emergencia, una legislación colonial que llevaba medio siglo en desuso y que permite que la jefa de gobierno aplique normas sin pasar por el Parlamento, fue tomada por los activistas pro democráticos como una provocación.En respuesta, miles de manifestantes sin un liderazgo aparente han desafiado a las autoridades represivas del Estado chino en la excolonia británica al salir enmascarados a continuar protestando por el cumplimiento de las demandas. La represión policial recrudeció y aumentaron las detenciones.
En las últimas semanas el movimiento se ha enfocado en centros comerciales, oficinas del gobierno y bancos chinos en la ciudad financiera, cancelando cientos de vuelos, y paralizando el transporte público. Ante la escalada represiva los manifestantes han cambiado sus tácticas, concentrándose en pequeños grupos en puntos diversos de la ciudad, para reducir la eficiencia de la represión policial, basada en el gas lacrimógeno y el gas pimienta. No obstante la oleada de arrestos continúa.Se espera una nueva jornada de protesta para el 2 de noviembre, que las autoridades policiales chinas ya prohibieron de antemano.
Se espera una nueva jornada de protesta para el 2 de noviembre, que las autoridades policiales chinas ya prohibieron de antemano. Desde el movimiento pro-democrático afirman que no van a claudicar con las protestas hasta que no se cumplan las demandas de retirar el calificativo de «disturbios» a las protestas, investigar la actuación de la policía, la libertad incondicional para a los manifestantes detenidos y la puesta en marcha del sufragio universal en Hong Kong.