07/08/2019

En la cara de Macri y la Sociedad Rural: «destruir bosques es un crimen»

Durante el acto inaugural de la exposición ganadera de la Sociedad Rural Argentina, Greenpeace realizó una original intervención: dos carteles se desplegaron lentamente por encima de la cabeza del presidente Mauricio Macri, sus funcionarios y los representantes de La Rural, con las consignas «Ganaderos: basta de desmontes» y «Destruir bosques es un crimen». La acción buscó denunciar que «la expansión descontrolada de la ganadería intensiva en el norte del país implica la destrucción de los bosques del Gran Chaco argentino y la extinción del yaguareté», explicó la ONG. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich denunció a la organización ambientalista por «intimidación pública», y la jueza federal María Eugenia Capuchetti aceptó la presentación. «El gobierno quiere hablar de los carteles y no de los bosques», aseguró Hernán Giardini, representante de Greenpeace. Por ANRed.


El sábado pasado, durante el discurso inaugural de La Rural, a cargo del presidente de la Sociedad Rural Argentina Daniel Pelegrina, dos banners de la ONG ambientalista Greenpeace – que luego se supo que fueron controlados remotamente – bajaron sobre sobre su cabeza y la del presidente Mauricio Macri y sus ministros. Tenían las consignas «Ganaderos: basta de desmontes» y «Destruir bosques es un crimen». El video se difundió rápidamente en las redes sociales y generó un gran revuelo.

La acción buscó denunciar que «la expansión descontrolada de la ganadería intensiva en el norte del país implica la destrucción de los bosques del Gran Chaco argentino y la extinción del yaguareté», según explicó la ONG. «Desde que se sancionó la Ley de Bosques a fines de 2007, en la provincia de Salta la Sociedad Rural viene reclamando su derogación y que se habilite la posibilidad de desmontar 5 millones de hectáreas para el desarrollo de la ganadería intensiva», señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

La acción forma parte del lanzamiento de una campaña más amplia, que incluye la presentación hace dos semanas de un amparo judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en nombre y representación del yaguareté que habita en el Gran Chaco argentino, un petitorio y un informe de un año de investigación llamado «El sacrificio de los bosques del Gran Chaco», que fundamenta y respalda todas las acciones.

El informe revela que algunos de los responsables detrás del negocio ganadero que está destruyendo a los bosques chaqueños son los grandes frigoríficos de Argentina que exportan carne vacuna a grandes supermercados y mayoristas de Europa e Israel. En ese sentido, Giardini aseguró: «El famoso bife argentino llega a la mesa de los consumidores de Europa e Israel a costa de aniquilación de nuestros bosques y de la extinción del yaguareté. Los ambiciosos planes de aumento del stock ganadero de las provincias del norte de Argentina ponen en riesgo a 10 millones de hectáreas de bosques. Su degradación, deforestación y fragmentación dejará casi sin posibilidades de supervivencia a los últimos 20 yaguaretés que quedan en la región chaqueña».

«El gobierno quiere hablar de los carteles y no de los bosques»

Tras la sorpresiva intervención la ministra de Seguridad Patricia Bullrich presentó ante la justicia una denuncia contra Greenpeace por supuesta «intimidación pública», medida que fue aceptada por la jueza federal María Eugenia Capuchetti, que solicitó la lista de personas autorizadas a ingresar a ese palco e identificar a los encargados del operativo de seguridad, vulnerado por Greenpeace el pasado sábado.

Hernán Giardini, representante de Greenpeace, consideró «ridícula y desmedida» la denuncia, y remarcó en una entrevista brindada a Página/12: «fue una protesta pacífica. Y, sobre todo, no se cometió ningún delito penal. Es preocupante que una ministra quiera cercenar el derecho constitucional a la protesta que tenemos todos los ciudadanos. El gobierno quiere correr el eje de la discusión: hablar de dos carteles que supuestamente pusieron en riesgo la seguridad y no de los bosques», aseguró.

Según la información brindada por Greenpeace, el Gran Chaco es el segundo ecosistema forestal de Sudamérica, después del Amazonas. Allí conviven 3.400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 mamíferos, 120 reptiles, 100 anfibios y más de 4 millones de personas, de las cuales el cerca del 8% son indígenas, quienes dependen del bosque para obtener alimentos, agua, maderas y medicamentos.

La Secretaría de Ambiente de Argentina estima que entre 1990 y 2017 se perdieron 7,7 millones de hectáreas de bosques, una superficie similar a la de Formosa. El 80% de los desmontes se concentran en la región chaqueña, principalmente en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, donde los últimos cinco años la deforestación por ganadería intensiva fue más del doble que la provocada por agricultura.



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