Hay que besarse más
El sábado 13 de septiembre tuvo lugar un escrache en la estación de trenes de Once, con el objetivo de visibilizar el ataque lesbofóbico que sufriera una pareja el 31 de agosto pasado en un viaje de Moreno a Morón y concientizar sobre las prácticas discriminatorias que aún perduran en nuestra sociedad. Por ANRed. Fotos: Mai Staunsager
El sábado 13 de septiembre un grupo de activistas se reunieron en la estación de trenes de Plaza Once, Avenida Pueyrredón, entre Mitre y Perón, ciudad de Buenos Aires para visibilizar el ataque lesbofobico que sufrió una pareja de chicas durante un viaje en tren.
«Para denunciar la complicidad de la empresa ante los actos de violencia machista, para que sepan que estamos organizadxs, que somos muchxs y estamos unidxs, porque no vamos a ceder ni un centímetro nuestros derechos conquistados, porque el machismo mata: Escrache en la estación de Once. Todxs al Sarmiento para decirle no a la lesbo-trans-homo fobia» era la invitación a participar de la actividad.
La historia comienza el pasado domingo 31 de agosto, cuando dos mujeres , integrantes de la Mesa por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito del Oeste subieron en la estación de Moreno al tren y mientras se besaban, escucharon por el altoparlante del vagón «“y, de todos los vagones de la formación- frases violentas y agresivas como: «Bueno chicas, paren”, «inviten”, «dejen un poco”, «hay criaturas”.
«La agresión machista continuó con el mismo tono acosador y el mismo grado de violencia durante todo el recorrido, hasta que descendieron del tren en la estación de Morón. Fueron casi 30 minutos de un acoso impune que salía de la cabina del maquinista pero encontraba la complicidad de todo el personal de la línea, que no hizo nada ante tantos agravios. describieron en un comunicado varias organizaciones.
«Denunciamos otra vez la lesbofobia violenta (y a veces asesina) que sufrimos las mujeres que decidimos hacernos cargo de nuestras elecciones sexuales disidentes y satisfacer nuestro deseo en el tren, en la plaza o en la calle, como lo hace libremente cualquier pareja heterosexual. La misma violencia patriarcal y heteronormativa lleva a que tantas otras mujeres vivan su sexualidad de forma reprimida, buscando satisfacer un deseo ajeno, patriarcal y masculino, cercenando la posibilidad de su propio placer.» concluía el comunicado
La actividad se realizó para repudiar ese hecho en particular, un acoso lesbofóbico cometido por el personal del transporte público, pero también para denunciar que esa violencia está presente en la cotidianidad contra las elecciones sexuales disidentes.