22/08/2007

El huevo de la serpiente

trelew.jpg
Hace 35 años masacraban en Trelew a 19 guerrilleros. La modalidad utilizada por la dictadura de Alejandro Lanusse sería implementada, una y otra vez, por la dictadura que le seguiría. Pero también se vería, aunque con algunas diferencias, en períodos constitucionales.


No quedan dudas de que la masacre de la base aeronaval fue un augurio de lo que estaba por venir, de que la batalla era a todo o nada, a vencer o a morir. Sin embargo, para entender lo que significó el fusilamiento de 16 presos políticos a disposición del Poder Ejecutivo, es decir, legales, hay que trazar un paralelismo entre el ayer y el presente.

Fernando Vaca Narvaja, miembro de la conducción de Montoneros y sobreviviente de la fuga de Rawson, sintetiza: «Trelew fue un envión importante para demostrar lo que era la dictadura militar de ese momento, sus planes represivos y lo que iba a ocurrir en la Argentina años después». Por su parte, Daniel De Santis, miembro del PRT-ERP, ahonda: «Lo de Trelew fue como un adelanto en la metodología que iban a aplicar en el próximo golpe. Porque los militares se iban para volver, para reorganizarse, lavarse la cara».

Las masacres de detenidos, la aplicación de una supuesta ley de fuga, la prohibición de difusión de cualquier información relacionada con organizaciones revolucionarias serían prácticas que se profundizarían con el golpe militar del 24 de marzo de 1976. A lo que se le sumarían detenciones ilegales, sistemáticas desapariciones y otras aberraciones propias del poder desaparecedor.

Tal como sostiene en el prólogo del libro Detenidos-aparecidos la politóloga y ex detenida-desaparecida Pilar Calveiro, «la voluntad de exterminar a la militancia armada y sus entornos estaba presente, como política de Estado, desde antes del golpe militar. Si bien la política de desaparición sistemática de personas se instaló como doctrina represiva a partir de 1976, los relatos muestran, desde los años anteriores, el preanuncio directo, explícito de lo que vendría».

De lo que se desprende que, a partir de Trelew , queda claro el ensayo de la metodología represiva empleada desde el aparato estatal para terminar con la oposición, sea armada o no.

Sin embargo, las masacres no son solo una herencia dictatorial. «Este ejercicio de volver y volver sobre esa historia no es una forma de permanecer fijos en el pasado sino que permite reinterpretarlo a la luz del presente y para el presente. Lo que pasó en los 70, a pesar de los juicios, a pesar de los múltiples ejercicios de memoria y reparación, a pesar incluso de la difusión del discurso democrático, no ha cesado sino que se replica hoy, en otras latitudes pero bajo argumentos semejantes», dispara Calveiro.

Por su parte, en una charla organizada hace tiempo por la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Lucrecia Cuesta, ex presa política, tejía la unión entre el pasado y el presente. «Trelew ha sucedido en el Puente Pueyrredón».

Ayer, era un intento de fuga. Cinco años atrás, eran ellos que se habían matado entre sí. En 1972, los 16 guerrilleros fusilados en Trelew. En 2002, Maxi y Darío fusilados en Avellaneda. Ayer y hoy la impunidad. «Y así Trelew sigue sucediendo. Tanto para sus enseñanzas en el campo popular, para lo que el pueblo puede y sus conciencias deben, como en los referente a las intenciones criminales del poder».

Valeria y Luciana B (ANRed)



0 comentarios

1000/1000
Los comentarios publicados y las posibles consecuencias derivadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Está prohibido la publicación de comentarios discriminatorios, difamatorios, calumniosos, injuriosos o amenazantes. Está prohibida la publicación de datos personales o de contacto propios o de terceros, con o sin autorización. Está prohibida la utilización de los comentarios con fines de promoción comercial o la realización de cualquier acto lucrativo a través de los mismos. Sin perjuicio de lo indicado ANRed se reserva el derecho a publicar o remover los comentarios más allá de lo establecido por estas condiciones sin que se pueda considerar un aval de lo publicado o un acto de censura. Enviar un comentario implica la aceptación de estas condiciones.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir arriba