09/11/2016

El cura revolucionario

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«Luego de tomar Jumbo, la iglesia y de permitir que familias vivan dentro de la institución pensé que no iba a venir más nadie pero fue todo lo contrario. El lugar tuvo el mayor crecimiento de la historia, más allá de que me habían quitado el título de sacerdote la gente seguía viniendo en masas”.Alberto Spagnolo, unos de los referentes sociales en los finales de los noventa, actualmente es amenazado y perseguido por desenmascarar a grupos narcos. Compartimos su historia de vida. Por Alan Mansilla para ANRed


«Luego de tomar Jumbo, la iglesia y de permitir que familias vivan dentro de la institución pensé que no iba a venir más nadie pero fue todo lo contrario. El lugar tuvo el mayor crecimiento de la historia, más allá de que me habían quitado el título de sacerdote la gente seguía viniendo en masas”.

¿Se imaginan a un cura cortando rutas? ¿Se imaginan a un cura tomando el supermercado Jumbo para llevarle comida a los que no tenían? ¿Se imaginan a un cura tomando tierras para un asentamiento? Imagínenlo porque existe. Hasta tomó la propia iglesia que pastoreaba después de que lo echaran.

Alberto Spagnolo es un ex-cura que supo pastorear la iglesia Nuestra Señora de las Lágrimas (Quilmes) en los años 1996-2000. Actualmente es amenazado y perseguido por desenmascarar a grupos narcos y ha formado una hermosa familia con su pareja Neca y junto a dos hijas adoptivas.

Las acciones de este cura incomodaban a muchos religiosos y también al gobierno de turno, allá por el año 98″™.Tanto, que hasta Duhalde llamó al primer obispo de Quilmes para que lo expulsen de la iglesia.

La historia parece una ficción salida de las mejores producciones de Hollywood pero no. Es una historia real, salida del sur del conurbano bonaerense. Más precisamente de San Francisco Solano (Quilmes), en la iglesia nuestra señora de las lágrimas, que tuvo lugar allá a finales de la década del noventa.

Alberto Spagnolo es un ex sacerdote que supo anticiparse a una de las mayores crisis de la historia de nuestro país (2001), es por eso que decidió actuar de ante mano sin respetar los más mínimos formalismos eclesiásticos.

Nos remontamos al año 1997. Todo transcurría con normalidad en la iglesia Nuestra señora de las lágrimas hasta que algunas personas comenzaron a quedarse sin trabajo. Muchas familias no solo no tenían para comer sino que además no podían pagar el alquiler de sus casas, por lo tanto no tenían a donde ir. Spagnolo, que ya llevaba un año como cura comenzó a percibir el clima hostil en la sociedad.

”Todos los días me encontraba con alguien que perdía su trabajo”.

Desocupación, hambre, aumento de la mortalidad infantil, crecimiento de la pobreza y la indigencia. Cada vez era más común ver personas juntando comida por las calles, recolectando basura o yendo a comedores. Alberto, percibe esto y decide actuar permitiendo que 6 familias comiencen a vivir en la iglesia. El cura comenzó a tener algunos problemas, empezó a recibir varias denuncias. «Dentro de la iglesia de Solano hay gente extraña”, le decían al primer obispo de Quilmes, Jorge Novak, que en un principio hizo oídos sordos a los reclamos.

En el 97″™ también llegó el obispo Gerardo Farrell, persona allegada a C. Menem. Éste llegaría con los tapones de punta. Es en ese entonces, Alberto, recibió un llamado en donde le pedían que saque a esas personas de la casa de Dios. El templo es para rezar no para que vivan familias. La orden del obispo no fue bien recibida en Solano y las familias no se fueron de la iglesia. Desayunaban, almorzaban, merendaban, cenaban, lavaban su ropa, se bañaban, todo en el templo. Éste sacerdote entendía la situación histórica: «Ante el momento de crisis decidí abrir las puertas de la iglesia, era una cuestión de sensibilidad social”.

A partir de esa iniciativa la parroquia decidió hacer asambleas entre sus miembros y se termina acordando actuar frente a la crisis. Salir a las calles para pedir trabajo es una de las primeras medidas pero no quedó ahí. Se formó un núcleo fuerte del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) que empezaron a juntarse en la iglesia para planificar las medidas que iban a tomar.

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«Comenzamos a estudiar en la iglesia el «qué hacer” de Lenin, a Marx, los escritos del Che Guevara y realizamos el primer corte de ruta masivo en Florencio Varela, donde nos reprimieron”.

Al parecer este cura un poco revolucionario incomodaba a muchos religiosos y también al gobierno de turno. Es por eso que Duhalde llamó al obispo Farrell para que intime a Alberto. Esto no podía seguir.

«Armaron una asamblea en el obispado con toda la oposición y me dijeron que debía salir del movimiento y sacar a la gente»¦ Creo que me consideraban peligroso”.

El cura decidió no dar ni un paso atrás y rechazó rotundamente el pedido del obispado. De esa forma pasó el año 1997, entre preparación interna e intimación del poder. Para el 98″™ el movimiento estaría más preparado, más allá de la planificación del MTD, Spagnolo, entendió que debían actuar rápido, mucha gente no tenía para comer y es por eso que decidió tomar el Jumbo junto a cien personas de la iglesia. No solo consiguieron alimentos para ese momento sino que además hicieron un acuerdo en donde el supermercado se comprometió a ayudar todos los meses.

«Le habíamos pedido a la institución que nos ayude con alimentos para la gente pero como no nos dieron tomamos Jumbo y logramos la mercadería”.

Esta vez sí se le vino la noche a Alberto. El obispo Farrell tomó la decisión de echarlo de la iglesia, a él y a las familias que vivían en el lugar. Esto de intentar ayudar a la gente que estaba con hambre y sin un lugar donde vivir no calló bien en las cúpulas eclesiásticas y comenzaron a tratarlo de subversivo. Desde el obispado mandaron a un nuevo cura pero las personas de la iglesia no le permitieron entrar, nadie quería que se vaya Alberto. Se armó una asamblea y decidieron tomar la parroquia.

«se decide no entregar el lugar. La gente no se tenía que ir de ese espacio, sólo se estaba resistiendo a una de las crisis más grandes”. La iglesia siguió funcionando normalmente, nada pareció detener al cura. «Luego de tomar Jumbo, la iglesia y de permitir que familias vivan dentro de la institución pensé que no iba a venir más nadie pero fue todo lo contrario. El lugar tuvo el mayor crecimiento de la historia, más allá de que me habían quitado el título de sacerdote la gente seguía viniendo en masas”.

En el 2000, Spagnolo, junto con el movimiento MTD optaron ir por la máxima conquista; tierras para las familias que no tenían un lugar donde vivir. Criticado, ninguneado y amenazado, el cura ahora iría por la toma de un terreno para mil familias.

La represión de las fuerzas policiales se venían dando en todo el país, es por eso que Alberto tenía bien en claro que esto no era un juego. Sabía que tendría que dejar todas sus fuerzas en ese plan y que seguramente pasaría noches enteras sin dormir, pero debía intentarlo.

La iglesia comenzó con la preparación, nada podía estar librado al azar. A los cursos de panadería que ya se venían dando, le sumaron los de electricidad, plomería, salud, educación popular y artes marciales. ¡Si, artes marciales en una parroquia!, sabían que tenían que estar preparados para la represión.

Luego de varios meses de preparación comenzó el operativo, unas 250 familias fueron las primeras que pisaron el territorio, pero sólo fueron las que dieron el punta pie inicial. Días más tarde, serían 3500 familias más.

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La nueva toma tuvo su propia área seguridad, sus plomeros y electricistas que aprendieron el oficio en la iglesia, además de la gente de panadería que también supo aprender un oficio en la parroquia. Por otra parte, educación popular y el sector de salud no faltaron en el nuevo proyecto de barrio.

La infantería llegaría al lugar para hacer el procedimiento de desalojo correspondiente pero observó algo inusual, las familias que habían aprendido artes marciales formaban como soldados, uno al lado del otro cubriendo el territorio. No estaban acompañados solo de algunas familias, eran 10 mil personas.

«Los tipos cuando vieron el ejercito que éramos no pudieron hacer nada, tenían que traer una aviación para sacarnos”.

La gendarmería no supo responder a semejante organización, el terreno se ganó y hoy esas familias tienen casa propia. El barrio ganado, que siempre recordará a este cura un poco loco, se encuentra en La Matera (Quilmes).

Por otra parte, mientras Alberto terminaba de participar en la toma, desde el obispado aprovecharon para expulsarlo de la iglesia. Un juez dio la orden de desalojo. Resistieron todo un día en la iglesia junto a Hebe de Bonafini pero terminaron sacando las pertenencias de la iglesia para cargarlas en un camión.

”Vaciamos el camión y llevamos las cosas a la plaza que está en frente de la iglesia para hacer ruido y que todos visualicen lo que había pasado. No los íbamos a dejar disfrutar. Acampamos en la plaza ese invierno, era junio del 2000”.

Luego de un mes, el campamento se levantó y el asentamiento se convirtió en un barrio. Poco importó la destitución de la iglesia y acampar todo un mes en la plaza junto a las familias, se había ganado la tierra y el deseo de Spagnolo de que esas personas tengan su vivienda y un futuro mejor.

Han pasado más de 15 años de esta historia pero algunos vecinos de Solano la recuerdan como si hubiera sido ayer. Evidentemente Alberto Spagnolo marcó un antes y un después en ese lugar.

Hoy, el cura, realiza trabajos de construcción, participa del movimiento Darío y Maxi y vive con su compañera, Neca, quien supo integrar el núcleo del MTD que se reunía en la iglesia por aquellos años. Han formado una hermosa familia junto a dos hijas adoptivas.

Alberto, actualmente es amenazado y perseguido por desenmascarar a grupos narcos. Al parecer, con el paso de los años, no se le ha ido ésta loca idea de transformar la realidad. Es por eso que éste ex-cura sigue haciendo de las suyas y dando de que hablar.

RECUADROS
El ángel piquetero

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Foto: Dibujo hecho por Maximiliano Kosteki

Así le decían a un ángel tamaño real que se encontraba dentro de la iglesia, el cual estaba vestido como piquetero, con un palo en la mano y la tradicional chalina que cubría su cara.

«La gente decía que era el que nos cuidaba cuando hacíamos las tomas o los cortes de rutas”.

Jesús revolucionario

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Foto: libro Grafica Politica- Florencia Vespignani-

Ese era el frente de la iglesia de Solano. Distintivo, único. La parte exterior que reflejaba la lucha y el deseo de transformar la realidad social que tenían las personas que formaban esa parroquia.

«En él se puede ver a un Jesús que está con la gente, despojado de toda idea de rey inalcanzable. Es el Jesús del pueblo”.



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