30/11/2014

El muro no cayó

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El 30 de noviembre de 1979 Pink Floyd lanzó el álbum doble conceptual «The Wall” en Gran Bretaña. Unos días después, el 8 de diciembre es lanzado en Estados Unidos. Luego, además de la gira promocional, en 1982 se filmó la película con Alan Parker como director, e incluso llegó al teatro. En el año 2010 Roger Waters revivió la obra al realizar una gira, que lo trajo a Buenos Aires en marzo del 2012, llenando nueve veces el estadio de River y disparando nuevamente los debates en torno al contenido de esta obra. Por Ramiro Giganti, para ANRed.


Corría el año 1977, y Pink Floyd ya era una de las bandas más grandes de la historia. Por su música, su innovación estética, y también por el éxito de sus discos, en especial los últimos tres hasta ese entonces ( «The Dark Side of the Moon” , «Wish You Were Here” y «Animals” ).

El Punk estaba en plena ebullición en Londres y Nueva York. Con algo de sintonía, el último disco de Pink Floyd, «Animals” tenía un contenido social y político más crítico y crudo inspirado en la obra de George Orwell. Pero toda la crítica política y los deseos de los artistas entraban en contradicción debido al vínculo inevitable con la industria cultural y la difícil comunicación con un público masivo, más sí esa comunicación se encuentra mediada por el mercado.

Mientras realizaban la gira, titulada «In the Flesh” , éstas contradicciones se acentuaron. «Animals» fue de algún modo un anticipo de lo que se venía, no solo por el nombre de la gira, sino también por una figura que luego sería marca registrada de los conciertos en vivo: el chancho inflable con consignas.

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Durante la gira, además de discusiones internas de la banda, en un momento descubrieron irregularidades por parte de quienes gestionaban sus conciertos: en un concierto en Chicago, los promotores dijeron haber vendido 67.000 localidades en el estadio «Soldier Field”, pero tanto Roger Waters, como el mánager Steve O’Rourke, sospecharon y alquilaron un helicóptero y contrataron fotógrafos y un abogado, y de esa manera descubrieron que la asistencia final fue de 95.000 personas.

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La historia de las sobreventas y los negociados oscuros en el rock lamentablemente sigue vigente. En este país hubo varios desastres (uno de ellos la masacre de Cromañón, próxima a cumplir 10 años). Incluso en la visita del propio Roger Waters en el estadio de River tuvieron denuncias de reventas de entradas por parte de la barra brava, quienes estafaron a personas que había comprado su entrada llevándolas a otras ubicaciones en donde no se podía ver el espectáculo. Pero ese no fue el único episodio, en el cierre de la gira en Montreal un grupo de fanáticos insultó a Waters, quien incluso llegó a escupirles, y la banda se negó a tocar el bis que siempre hacía. En una charla con el productor Bob Ezrin, Roger Waters le contó lo raro que se sintió en la gira, diciendo que en ocasiones sentía que quería construir una pared entre el público y él mismo, lo que luego inspiro la idea (o una de las tantas ideas que conviven) para «The Wall” , con el show donde un muro separa a la banda de su público.

Roger Waters sentía rechazo por la alienación que notaba entre los fanáticos de las grandes bandas y estrellas de rock, idea a la que le fue sumando «ladrillos”, como la represión en diversos aspectos: la policía, la escuela, la familia, las guerras, los fracasos sentimentales, y el aislamiento.

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La grabación de «The Wall” fue entre abril y noviembre de 1979. La producción estuvo a cargo de Bob Ezrin, Roger Waters y David Gilmour. La trama del álbum (y de la obra en sus distintas expresiones) trata sobre la vida de una suerte de «alter ego” de Roger Waters llamado «Pink», un antihéroe que atraviesa diversos episodios desde su infancia que lo terminan volcando a un comportamiento autodestructivo e incluso a imaginarse como un dictador fascista, como consecuencia de los numerosos traumas sufridos.

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Los episodios que afectan individualmente al protagonista de la historia se deben a situaciones colectivas, lo que le da una trascendencia social importante: desde la muerte de su padre en la guerra, la represión en la escuela, la policía, la superficialidad de sus seguidores y relaciones amorosas fallidas, hasta la represión policial, la incitación al consumo, el materialismo, la alienación incluso desde el maltrato a la naturaleza (como se ve en ”Good Bye Blue Sky” o «Empty Spaces”). Otro eje importante es el miedo, ya sea influido por las prácticas represivas institucionales o por propia coerción, también a partir de situaciones sociales.

El disco fue un éxito desde su lanzamiento. En Argentina, formó parte de la lista de «censurados” durante la última dictadura militar. En un comunicado del COMFER (hasta hace muy poco la entidad que regulaba y censuraba la comunicación, actualmente remplazada por la AFSCA luego de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual), la canción «Another Brick in The Wall” («Otro Ladrillo en la Pared”) figuraba dentro de la sección «no apta para menores”. En éste comunicado titularon al nombre de la banda como «Pik Floyd”. Esta canción, como otras del disco es descripta como una canción de protesta, en este caso de denuncia a las prácticas autoritarias de la educación formal.

La gira promocional solo contó con 31 presentaciones en solo 4 ciudades: Los Angeles y Nueva York, en Estados Unidos; Londres, Inglaterra y Dortmund, Alemania en Europa. Por el costo el show dio pérdidas económicas para los miembros de la banda, si bien las enormes ventas del disco lo cubrieron. Conocida fue la separación del tecladista Richard Wright del grupo, como miembro pleno, si bien participó de la gira como músico invitado, lo que lo terminó convirtiendo en el único que no tuvo pérdidas (ya que cobraba como un músico contratado por actuación y no sujeto a las ganancias del grupo). La separación de la banda se acercaba.

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La película de «The Wall” se filmó en 1982, con el título «Pink Floyd The Wall” , que contó con Alan Parker como director y Bob Geldof como actor principal, encarnando el papel de «Pink”, ya adulto. Obviamente, el libreto pertenece a Roger Waters. La película respeta casi en su totalidad la estructura del álbum, aunque hay algunas pequeñas modificaciones. La película es altamente metafórica y rica en simbolismo y sonido, a su vez presenta muy pocos diálogos, y cuenta con una parte importante de secuencias animadas realizadas por el ilustrador Gerald Scarfe. La película permite alcanzar una comprensión mucho mejor del concepto de «The Wall” y la historia de Pink. Muchos jóvenes de generaciones posteriores descubrieron el disco a partir de la película.

«The Wall” después de la separación de Pink Floyd

El siguiente disco, «The Final Cut” fue el último con Roger Waters como miembro de la banda. Hay quienes lo consideran su primer disco solista, dejando a «The Wall” como el último verdaderamente de la banda. Luego de eso se confirmó la separación de la banda.

Pero hacia 1986, Gilmour, Mason y Wright se reunieron a trabajar en lo que terminaría siendo el siguiente disco de la banda, ya sin Roger Waters, lo que generó un litigio entre Waters por un lado, y Gilmour y Mason por el otro, por el uso de la marca Pink Floyd y los derechos de lo producido hasta la fecha. Finalmente el tribunal decidió que Gilmour y Mason se quedarían con la marca, pero Roger Waters tendría los derechos de «The Wall”. De esta manera, Pink Floyd (Gilmour, Mason, y eventualmente Wright) iría por un lado y Roger Waters con «The Wall» iría por otro.

Mientras Pink Floyd lanzaba «A Momentary Lapse of Reason” en 1987 y luego «The Division Bell” , en 1993 con ventas y giras exitosas, Roger Waters lanzaba «Radio Kaos” en 1987, sin el mismo éxito. Pero en 1990 fue Roger Waters quien realizó el memorable megaconcierto de «The Wall” en Berlín poco tiempo después de la caída del muro. Eran tiempos en donde se celebraba con algo de ingenuidad el fin de la guerra fría y se imponía el pensamiento simplista carente de ideologías que pronosticó erróneamente «el fin de la historia” .

La historia no terminó, y si bien el muro de Berlín había caído otros muros seguirían representando la opresión hacia los pueblos.

La carrera solista de Roger Waters empezó a repuntar, al menos en lo que significa presentaciones en vivo, a partir de sus giras con shows en vivo de enorme calidad tanto en lo sonoro (con un redescubrimiento del sonido cuadrafónico en grandes estadios) como en lo visual. Todo esto al servicio de la música, donde los repertorios estaban casi en su totalidad dedicado a su pasado en Pink Floyd.

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Visitó Argentina por primera vez con su gira «In the Flesh” en 2002, con un show en el estadio de Velez. Teniendo en cuenta la situación económica de ese momento en Argentina, donde justo ese año hubo un paréntesis en las visitas masivas de artists extranjeros, haber llenado el estadio de Vélez fue una sorpresa incluso tratándose de la primer visita de un miembro original de Pink Floyd.

Roger Waters volvería a presentarse 5 años después con dos shows con entradas agotadas los días 17 y 18 de Marzo del 2007 en la cancha de River. Ese espectáculo consistía en un primer set de 70 minutos con un repaso de su carrera, donde la mayor parte del repertorio era de Pink Floyd, incluída gran parte de «The Wall”, mientras que la segunda parte era una interpretación de la totalidad del disco «The Dark Side of The Moon” , ese show fue para muchos (incluído quien escribe) el evento del año y una de las mejores presentaciones en vivo en estadios de Argentina. Un detalle importante y no muy difundido de aquella visita fue que el conocido cerdo inflable que, entre otras, tenía pintada la pregunta «¿Dónde está López?” , en relación a Jorge Julio López, que en ese entonces llevaba 6 meses desaparecido.

Pero fue 5 años después en marzo del 2012, donde Roger Waters trajo a «The Wall” a Argentina, siendo el récord absoluto de concurrencia al llenar nueve veces el estadio de River.

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Caído el muro de Berlín, terminada la guerra fría, los muros invisibles (y unos cuantos visibles también) seguían presentes. Ni la historia, ni los conflictos, ni las guerras, ni el hambre, ni la alienación habían terminado: al contrario. Roger actualizó el mensaje volviendo a la fuente, poniendo el foco en el lugar correcto y pertinente: el capitalismo. Como había sido con el disco «Animals” (inspirado en la novela «Rebelión en la Granja” de George Orwell, pero poniendo el foco en el capitalismo, principalmente desde la figura de Margaret Tatcher) Roger pone el foco, incluso de manera explícita (apenas comienza el show el muro aparece con pintadas de Banksy, unan de ellas la conocida «Capitalismo”, con el logo de una famosa marca de gaseosas), en el sistema actual. Pero sin dejar de atender las cuestiones religiosas y subjetivas.

Además de lo manifestado desde lo artístico en sus conciertos, la visita de Roger Waters con «The Wall” en Sudamérica, trajo mucho revuelo mediático desde las coberturas e interpretaciones de los medios como también desde sus declaraciones y algunas acciones.

En Chile, primero fue recibido por e, entonces presidente Sebastián Piñera, a quien le manifestó su preocupación por la represión a los estudiantes chilenos, las explicaciones de Piñera criminalizando a los manifestantes no lo convencieron, y expresó sus cuestionamientos en su sitio web. Luego se entrevistó con estudiantes y en sus dos shows en Santiago de Chile, manifestó su apoyo y el pidió al gobierno que «escuche a su pueblo” además de dedicarlo a la memoria de Víctor Jara.

También en una conferencia de prensa, al preguntarle sobre las Islas Malvinas, sostuvo que Gran Bretaña debería devolverlas, criticando las políticas coloniales e imperiales de su país, pero días después, próximo a los recitales en Buenos Aires, aclaró que su postura no era que «devuelvan las islas a Argentina”, sino que su crítica es hacia todo colonialismo y nacionalismo beligerante. En otra carta publicada en su muro, Roger sostiene que el inicio del conflicto por las islas es un tema colonial entre los reinos de España e Inglaterra, dejando clara su postura anti imperial y antinacionalista en cualquiera de sus expresiones, aunque ambigua para muchos. Tal vez es la misma «ambigüedad” que puede expresar un show donde hay muchas críticas hacia un sistema pero también hacia muchos dogmas que se presentan como supuesta alternativa (desde el stalinismo, hasta los gobiernos teocráticos).

Otra de las controversias de sus presentaciones, estuvieron vinculadas al momento audiovisual, durante el tema «Good Bye Blue Sky” , donde aviones bombardean a población con símbolos: desde el capitalismo con el signo «$$», el estalinismo con la oz y el martillo, y las políticas teocráticas: el catolicismo con la cruz, el islam político con la luna y el sionismo con la estrella de David, para volver a insistir en símbolos del capitalismo a partir del logo de algunas marcas-corporaciones transnacionales.

Desde organizaciones sionistas se lo ha acusado de antisemita por mostrar lo que claramente se ve en sus políticas en relación a Palestina: el carácter beligerante del sionismo. Donde además no se queda en la crítica hacia un solo bando. Durante todo el recital, se muestran fotos de activistas iraníes asesinadas, como de activistas de otros países, además culmina con la imagen de niños israelíes y palestinos conviviendo en paz.

De todas maneras, Roger Waters mantiene una militancia activa contra uno de los muros que siguen vigentes: el muro en Palestina. En 2009 se pronunció diciendo que el muro de Cisjordania «debería derrumbarse”. Desde hace tiempo forma parte de la organización BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones) que se manifiesta de manera no violenta con la ocupación de Israel en Cisjordania. Por ese motivo suspendió sus presentaciones en Israel, y llamó a otros artistas a hacerlo. Fue conocida la carta que le escribió a los Rolling Stones pidiéndoles que suspendan su show en Israel a mediados de este año, mientras ese país invadía la Franja de Gaza. Los Rolling Stones no suspendieron su show, pero si lo hicieron otros artistas, como Salif Keita, que suspendió su show, o Masive Attack quienes desde un show en Beirut se pronunciaron al respecto, se sumaron a la campaña. También se sumó su ex compañero, el baterista de Pink Floyd Nick Mason. La militancia de Roger Waters en relación a Palestina está cargada de acciones, no solo visitas, comunicados o mensajes, sino presentaciones a las Naciones Unidas, y otros organismos de gobierno, incluso hubo un recital benéfico cerrado para juntar fondos junto a Davis Gilmour, que alimentó la posibilidad de una reunión de los miembros vivos de Pink Floyd para presentar «The Wall” en Palestina, similar a la reunión en 2005 durante el Live 8.

Si bien ya es imposible reunir a la formación de aquel entonces, sigue firme la ilusión de muchos de ver a los tres miembros vivos de Pink Floyd juntos nuevamente. El muro no cayó, ni ese que nos castiga y limita como sociedad a diario, ni tampoco ésta magistral obra.



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