18/02/2013

Comunicado de docentes de la Ciudad de Buenos Aires ante la paritaria nacional

Reproducimos:

Paritaria nacional docente:
Qué propone el gobierno y por qué esto es insuficiente

En un marco general a nivel país donde la inflación aumenta día a día reflejándose en los gastos cotidianos y básicos como la alimentación, la vivienda, la salud, la vestimenta, volvemos a encontrarnos, a principios de 2013, discutiendo sobre el salario docente. Frente a esta discusión vemos claramente que la intención del gobierno es el ajuste sobre el salario de los trabajadores y esto está expresado en las paritarias docentes nacional y provinciales.
Las organizaciones sindicales con representación nacional, como CTERA, llevaron a paritarias un pedido de aumento de por sí insuficiente: un 30% en cuotas sobre un salario de $2.800; es decir, $ 3.650, monto que consideramos sumamente limitado. Muchas organizaciones y agrupaciones antiburocráticas tanto dentro como fuera de dicha central, desoídas por igual tanto por el gobierno como por la burocracia que conduce CTERA, planteamos en cambio la necesidad de un salario acorde a la canasta familiar; la exigencia de un sueldo acorde al costo de vida, teniendo en cuenta la mejora de las condiciones laborales para desarrollar una mejor tarea pedagógica.
Frente a esto, el gobierno nacional fijó unilateralmente un aumento en cuotas que llegaría al 22% recién en el mes de diciembre. Veamos esto reflejado en cifras:

En marzo el salario inicial sería $3248 significando un aumento de $448 al mes (16%). Esto se cobraría de marzo a agosto. En el caso de nuestra jurisdicción, la Ciudad de Bs. As., que parte de un piso de $3120, si no mediara oferta superior del macrismo y éste se limitara a homologar el acuerdo nacional, recibiríamos solamente $128 de aumento. Un 3,94%.
En septiembre el salario inicial pasaría a ser $3332, con lo que el aumento en esta segunda cuota sería de $84 al mes, más lo anterior, $532 (3% del inicial de $2.800; un 2,5% respecto al mes anterior). Esto se cobra de septiembre a noviembre.
En diciembre el salario inicial, siempre hablando de un sueldo testigo de $ 2800, pasaría a ser $3416 y esto representaría otro aumento de $84 al mes; más lo anterior, $616 (3% del inicial de $2.800 y un 2,4% respecto del mes previo). Esto se cobra de diciembre a febrero.

Con estas cifras un poco más detalladas podemos ver varias cuestiones:
1) El aumento ofrecido de un 22% no es real porque recién en diciembre se percibiría dicho porcentaje. Esto significa que no se cobra un 22% de aumento durante los doce meses comprendidos, sino un 18,25%. Es decir, que según lo impuesto por el gobierno nacional, cada docente que cobre el salario inicial de $ 2800 recibirá hasta febrero de 2014 un aumento promedio de $ 16,80 por día.
2) El aumento se ubica por debajo de la inflación, por lo que implica un ajuste salarial; además, nos deja cada vez más relegados de la Canasta Familiar, calculada para una familia tipo en $ 7.000. En el caso de la CABA, este aumento significaría, si no hay oferta superior, llegar apenas a un incremento de $294 a cobrar recién en diciembre luego de tres etapas; un insignificante 9,4% en tres cuotas.
3) La formulación de un aumento en cuotas está presuponiendo algo que es inaceptable en un contexto de escalada inflacionaria como el que vivimos, y esto es la imposibilidad de una reapertura de paritarias a mitad de año, ya que se está firmando un aumento escalonado anual.

Otro dato a considerar es que, a raíz de lo poco que se modificó el mínimo no imponible para el pago de impuesto a las ganancias, para un soltero con dos cargos, se sigue pagando este impuesto, ya que el cálculo se realiza sobre el bruto (desde $8360 para solteros).

Todo lo antes mencionado debe ser enmarcado en una problemática más global y sobre la que debemos comenzar a conocer y a cuestionar como docentes que somos: del presupuesto nacional para el año 2013, solo se destina al sistema educativo formal el 5,5% (teniendo en cuenta que dentro de ese porcentaje se encuentra la educación pública y la privada subsidiada). Si quisiéramos considerar la inversión educativa integral (la Nación más las provincias), en el 2012 la Nación solamente aportó el 30% y las provincias el 70% restante, demostrándose así que se está continuando con políticas de descentralización en materia educativa en las cuales el gobierno nacional se desentiende de la educación y deja que las provincias afronten solas el gasto en esta área.

Frente a este panorama se hace urgente y necesaria una coordinación a nivel nacional para que la docencia reclame por las condiciones laborales y salariales. Si seguimos haciendo nuestros reclamos a nivel provincial o regional continuaremos reproduciendo esta lógica descentralista y neoliberal que tanto daño y fractura ha provocado en nuestro sistema educativo.

En la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo ha convocado a la mesa salarial el 10 de enero (una vez más en una fecha en la que la docencia está de vacaciones) pero negándose a discutir cifras concretas de aumento salarial, y anticipando que no superarán la pauta nacional, a pesar de reconocer niveles de inflación cercanos al 30%. Además, en un ir y venir de reuniones que se convocan y se suspenden, el ministerio plantea proyectos cuya finalidad aún no está clara: creación del cargo del Maestro de Apoyo de Trayectorias Escolares (MATE), rediscusión del decreto 1990 sin garantizar que no se cierren grados este año y la creación de comisiones de trabajo en las que no se explicita quiénes participarán, para qué, y qué potestad tendrán sobre los proyectos a discutir. Nada se habló de condiciones de trabajo.

En el contexto de estas situaciones locales que se repiten en muchas jurisdicciones, la actual mesa de negociación paritaria nacional es un fraude a la docencia por cuanto esconde que el estado nacional no se hace responsable de los salarios que allí se acuerden, y se ubica en un lugar de supuesto árbitro por encima de los gobiernos provinciales. Ni siquiera garantiza la actualización por deterioro inflacionario del Fonaindo, única partida que brinda a salarios. Es además, un fraude porque las centrales sindicales allí sentadas no tienen mandato de bases para acordar nada.

Esta semana que se inicia el 18 de febrero tendremos la tarea de dialogar con nuestros compañeros y buscar la manera de participar de las asambleas que se generen en la búsqueda de un plan de lucha unificado y organizado desde las bases. Como docentes sabemos lo que vale nuestra tarea y como trabajadores también sabemos lo que vale nuestro trabajo y su complejidad. Sabemos que además de la cuestión salarial necesitamos discutir y redefinr la jornada laboral y una gran cantidad de elementos pedagógicos, edilicios, institucionales, etc. que hacen al desarrollo de nuestra tarea. No dejemos las decisiones sobre nuestras condiciones de trabajo en manos de otros, seamos protagonistas.

Este 18 de febrero se realizará en CABA una reunión entre un amplio arco opositor a la dirección actual de la CTERA. El desafío de una articulación nacional nos presenta la chance de dar pasos concretos parta revertir el aislamiento entre jurisdicciones al que la dirigencia de CTERA nos trata de condenar.

Nuestro salario se define en este momento del año; es ahora cuando tenemos las mayores posibilidades de enfrentar la baja en nuestros sueldos.

Organicemos asambleas en cada escuela y distrito; impulsemos la mayor coordinación posible para enfrentar las políticas de ajuste de los gobiernos nacional y locales.

CON ESTAS CONDICIONES LOS RESPECTIVOS GOBIERNOS NACIONAL Y PROVINCIALES NO NOS DEJAN MUCHAS ALTERNATIVAS.
EL SUPUESTO DIÁLOGO QUE SE FUE DANDO EN LAS DISTINTAS MESAS PARITARIAS ES EN REALIDAD UN MONÓLOGO QUE NO ABORDA -CON VOLUNTAD DE RESOLVER- LAS NECESIDAD DE LOS TRABAJADORES, SINO QUE NOS LLEVA A LA CONFRONTACIÓN Y A DESARROLLAR EN LA MAYOR UNIDAD POSIBLE Y RESPETANDO LA DEMOCRACIA EN LAS ENTIDADES DE BASE LAS ACCIONES NECESARIAS (PARO, NO INICIO) QUE LE PONGAN UN FRENO AL AJUSTE Y AL DESFINANCIAMIENTO POR PARTE DEL ESTADO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA.

17 de febrero; Colectivo Lista de Maestr@s y Profesor@s



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