25/01/2013

Rosario: Sobre drogas, inseguridades y violencias

Reproducimos:

SOBRE DROGAS, INSEGURIDADES Y VIOLENCIAS

A raíz del asesinato de una compañera que quedó en medio de un intercambio de balas entre bandas de jóvenes narcos y del ataque que implicó a tres militantes de un grupo político partidario, sucedidos en enero del 2013, desde la Comisión Gremial hacemos las siguientes reflexiones y consideraciones:

En todos los barrios populares vivimos, cada día y desde hace largos años, una importante cantidad de hechos violentos, asesinatos y balaceras que muchas veces son protagonizados por distintos grupos narcos mayoritariamente integrados por jóvenes.

Esta trágica seguidilla de acontecimientos, la repetición enfermiza de esta realidad que hacen desde la prensa y su utilización electoral, no puede confundirnos: estamos ante hechos violentos cada vez más recurrentes y preocupantes.

Como trabajadores y militantes sindicales hemos acompañado a varios de nuestros compañeros en la desesperación por la muerte de algún familiar en estos acontecimientos, o por un simple robo de alguna humilde pertenencia. También hemos sufrido balazos, puntazos, y quién de nosotros no conoce algún herido o asesinado en estos robos miserables o en estos trágicos enfrentamientos. Por eso, este tema, al igual que todos los problemas sociales, políticos o gremiales, debe preocuparnos y nos debe impulsar al compromiso y la participación popular para enfrentarlo.

En ese sentido, y a los fines de impulsar el involucramiento de todos en esta problemática, nos interesa aportar algunos elementos de análisis ya que este tema se encuentra utilizado desde distintos lugares de manera oportunista y ocultando o pretendiendo ocultar algunos elementos indispensables que deben tenerse en cuenta.

1- Estamos ante un problema de muy larga data, que viene agravándose y que no solamente compromete a nuestra ciudad, provincia o nuestro país. En ciudades de Brasil hace años que los narcotraficantes tienen un poder militar que iguala a las propias

fuerzas represivas del estado. En Colombia el narcotráfico es el 3er ingreso de divisas en exportaciones para el país. En las calles de Japón EEUU o Europa se comercializa y consume millones de dosis de distintas drogas ilegales que se producen en base a materias primas de países poco desarrollados, que se procesan industrialmente en amplias unidades productivas, que se distribuyen por tierra, mar y aire a partir de la utilización de miles de medios de transporte, y finalmente se comercializa en miles de «establecimientos” o «puntos de venta” a lo largo y ancho del mundo, para que millones de personas compren estos productos.

En definitiva: Nos encontramos ante una actividad económica difundida a escala internacional, en la cuál MUCHOS EMPRESARIOS Y EMPRESAS multiplican su capital a partir de esta acción productiva, industrial, logística y comercial.

2- Por ello opinamos que es una enorme hipocresía OCULTAR que estamos ante una actividad que es hija directa del actual sistema económico político y social que se sustenta en la multiplicación del capital, es decir se trata de una actividad capitalista con todas las letras.

3- Miles de personas en distintos barrios y ciudades humildes del continente encuentran su salida laboral más inme-diata y cercana (lamentablemente, muchas veces mejor remunerada) en este circuito de producción, industrialización y comercialización de drogas ilegales. En esto se equivocan los que hablan de jóvenes «ni, ni” (ni trabajan ni estudian). No es así. La producción, industrialización, transporte y comercialización de drogas genera miles de puestos de trabajo.

4- Como toda droga (legal o ilegal) produce un efecto adictivo que garantiza la continuidad en el consumo,con lo cuál se asegura la actividad a futuro. Es decir siempre habrá mercado para drogas (al igual que para el tabaco, el alcohol o los fármacos).

5- Las gigantescas ganancias que brinda esta actividad industrial y comercial indefectiblemente se derivan a los cana-les financieros que existen para estos fines (salvo que alguien crea que está en millones de colchones, el dinero de las drogas está en los bancos, financieras, casa de cambio etc. etc… ¿En qué otra parte podrían estar?).

6- Por tratarse de una actividad ilegal, la única manera de desarrollarla es a través de un poderoso aparato armado que garantice y proteja su funcionamiento.

Pensemos esto en ejemplos concretos: Una disputa entre comerciantes de drogas no puede resolverse en un pleito tribunalicio, una estafa por no entregar productos ya pagados tampoco puede arreglarse con «cartas documentos”, un simple robo de una venta por parte de un empleado tampoco puede tratarse con una suspensión o con un despido con causa mediante un telegrama.

Que un cargamento circule no puede garantizarse con una carta de porte o un «certificado” para presentar ante controles camineros o aduaneros.

Una disputa por competencia entre comerciantes de drogas por una zona no puede ser llevada ante un organismo que emita una «habilitación”.

Inevitablemente la ilegalidad de la actividad la lleva a la violencia.

El ejemplo histórico más contundente para sostener esta afirmación ocurrió en los EEUU en los años de 1920, que por Ley se prohibió la producción, la industrialización y la comercialización de bebidas alcohólicas… la llamada «Ley Seca”.

Todos hemos visto miles de películas y leído novelas que hablan de las poderosas y violentas mafias que se desarrollaron a partir de esa situación, para garantizar la producción, distribución y consumo de bebidas alcohólicas.

No olvidamos y compartimos un pensamiento que nos dice:

«La Mafia es un Capitalismo Desorganizado y el Capitalismo es una Mafia Organizada”

7- A su vez, su condición de ilegalidad, obliga a que en el costo de producción deba incluirse el dinero necesario para impulsar formas de corrupción y vinculación con los organismos que deben asumir su persecución y su represión. Esto es así en todo el mundo. El precio de venta final incluye un porcentaje destinado a silencio, complicidad y permisividad desde jueces, policías, gendarmes o militares, etc. etc…

Sin esta «inversión” tampoco «funcionaría” el negocio.

8- Por último, como toda actividad industrial y comercial necesita propaganda y difusión para que sea estimulado el consumo del producto. En este sentido se debe comenzar a analizar la propaganda subliminal sobre ciertos valores que nos vienen bajando desde los medios de difusión y que modelan una conducta social que busca la solución rápida, individual y sin esfuerzos a los males que nos aquejan. También podemos incorporar la vulgarización del concepto de «una pastillita me cura”, «un granulado efervescente me levanta el ánimo”, etc… etc.. Somos bombardeados por mensajes que fomentan la respuesta química a las problemáticas anímicas que nos aquejan. Y esa idea está muy presente en cualquier medio de difusión.

En base a estas consideraciones, opinamos que este terrible y trágico tema que nos asola debe ser abordado por las organizaciones populares, por los trabajadores en su conjunto, debe ser analizado y debe ser parte de un amplio y urgente debate para buscar políticas que nos permitan enfrentarlo.

Por ello, desde nuestra organización de trabajadores y militantes sindicales ponemos en consideración las siguientes ideas:

a- No sirve aprovechar estos acontecimientos para «aumentar el multimillonario negocio de la inseguridad”, y meter más armamento, balas, custodios y violencia en las calles. En todos los países que se aplicó la «mano dura” o la «militarización” o la «guerra a las drogas” (Colombia, México, EEUU,etc) estas políticas fracasaron y el problema se agravó de manera descomunal después de estas medidas

b- Es lamentable que frente a semejante problema social asistamos los intentos político partidistas o mediáticos de utilizar estos hechos como campañas electorales o como propaganda. Consideramos que la respuesta debe ser política.

Empezando por políticas que pongan el acento en la investigación, control y confiscación del «motor” de esta actividad, del «corazón” de este negocio, es decir, actuar sobre los capitales, y los movimientos financieros de los mismos. No tocar esto, no llevar a fondo la investigación y control sobre el aspecto económico, financiero de esta actividad es dejar en pie la base de sustentación de la misma. Sin tocar a loscapitalistas del negocio de la droga, NO HAY SOLUCIÓN POSIBLE.

c- Acompañar y avanzar en todo proceso de organización social y concientización desde las organizaciones populares que se contraponen a la captación de las bandas de narcos y choros. Estimular el desarrollo y la participación en todas estas organizaciones populares y sociales ayuda a restablecer lazos de organización y encuentro en los barrios populares.

Aumentar partidas presupuestarias desde el estado para este tipo de actividades.

d- Exigir la profundización de toda política estatal activa para la creación de puestos de trabajo, repudiar a los que critican el «aumento del gasto público” en estas áreas, ¡nada es más importante que invertir en puestos de trabajo para la población!!! Si los fondos no alcanzan… ¡Aumentar los impuestos a las grandes fortunas, grandes propiedades y grandes ganancias!

e- Luchar por mejoras en la situación laboral de todos los trabajadores que eliminen las condiciones de precariedad y los bajos sueldos, especialmente en los empleos que pueden acceder los jóvenes. De esta forma los pagos miserables que se consiguen por «meterse” en la actividad de los narcos no aparecerán «atractivos” para los jóvenes de barrios populares.

f- Enfrentar el individualismo y la idea del progreso rápido y fácil. La única forma de mejorar la situación del pueblo trabajador es partir de la organización y la acción colectiva.

Nada bueno para el pueblo surge del individualismo exacerbado y facilista que nos imponen.

Esperando que estas humildes ideas sirvan para que los sectores populares podamos avanzar en enfrentar este problema que nos aqueja, proponemos acercarse a nuestras reuniones para seguir organizándonos también por estos temas.

Acompañamos todas las acciones que desde los sectores populares se impulsen para enfrentar el flagelo del negocio capitalista con drogas ilegales.

Pero, especialmente, convocamos a profundizar el debate sobre esta problemática evitando la utilización política para im-poner supuestas soluciones que ya han fracasado en el mundo entero como la «mano dura”, la»guerra a las drogas” etc…

Esperamos que nuestro aporte sea de utilidad para avanzar en la necesaria organización popular que ayude a combatir este nuevo flagelo que nos impone un sistema económico y social injusto y decadente.

COMISIÓN GREMIAL

«Trabajadores que hacemos sindicalismo, no gente que trabaja de sindicalistas”

Contactos al 0341 153 245227 Rosario 16/01/2013



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