08/08/2017

Posicionamiento del FOL por la Jornada del 7 agosto

Reproducimos:

Unidad de acción para enfrentar el ajuste

POR TRABAJO CON TODOS LOS DERECHOS

Lxs trabajadorxs precarizadxs y desocupadxs, junto con los sectores ocupados atravesamos un empeoramiento en nuestras condiciones de vida producto de las políticas de ajuste llevadas a cabo por el gobierno macrista y los gobernadores. Día a día las estadísticas oficiales y privadas, números más, números menos, confirman la dura realidad que atravesamos las familias más pobres de las barriadas populares de todo el país. La precarización de la vida y el trabajo es una constante hace años, pero esta condición, se ha visto profundizada en el último periodo por la ofensiva patronal en función de maximizar las ganancias empresariales, en detrimento de los sectores populares.

Fruto de 30 años de políticas de flexibilización laboral, nuestro sector, representa un tercio consolidado de los denominados trabajadorxs de la «economía informal” sin ningún tipo de derecho laboral ni social, condenados a la inestabilidad permanente y a vivir de las migajas de los ricos.

En la actualidad se ha incrementado la caída económica sumado al deterioro y el ajuste sobre la políticas públicas del nuevo gobierno, sufrimos un 40% de pobreza, 60% de pobreza infantil, aumento de la desocupación, despidos y suspensiones en los sectores fabriles y en areas del estado, aumento de los casos de gatillo fácil y detenciones arbitrarias, cientos de femicidios en todo el país y extensión de las redes de trata en el marco de un machismo que se recrudece.

Los movimientos sociales independientes a todos los gobiernos, nos hemos mantenido en todos estos años firmes en nuestra posición de clase y en nuestra perspectiva de largo plazo de cambio social radical, como único camino alternativo para las mayorías populares, incluyendo los años kirchneristas donde supuestamente para algunos se trataba de un «gobierno nacional y popular”. Desde la crisis del 2009 padecemos un desmoronamiento de nuestro nivel de vida y en nada se ha avanzado en que el pueblo trabajador tome las decisiones del país.
En el actual periodo a partir de la asunción de Cambiemos se ha llevado a cabo una brutal transferencia de recursos desde lxs trabajadorxs en beneficio de los grandes empresarios. La contracara de esta realidad, ha dado como resultado un acrecentamiento de los niveles de pobreza e indigencia, agravándose este cuadro especialmente sobre las mujeres, la juventud, los hijos de la clase trabajadora y los pueblos originarios.

La presente coyuntura y la urgencia por poner freno al ajuste, ha puesto de relieve el debate sobre la necesidad de la unidad de acción con delimitación política para enfrentar los planes gubernamentales. De lo que se trata, es de poner en pie un gran movimiento de resistencia que se ponga a la altura de la ofensiva de los de arriba, superar el quietismo político y el achanchamiento de sectores del campo popular que mantuvieron sus expectativas al cobijo de cargos en el estado de la anterior gestión. Desde nuestro punto de vista, el ajuste no se frenara en las urnas, y mucho menos en rezar «por el trabajo, por los que no lo tienen y por los que sufren”, lo que nos hace recordar a aquella vieja frase «Del trabajo a casa y de casa al trabajo» infundiendo el conservadurismo, y la pasividad de la clase trabajadora.
En cambio nuestra organización considera que es tarea de primer orden convocar a la lucha en las calles y los lugares de trabajo en cada rincón del país. Promover la organización de base, fomentar los procesos de sindicalización y articulación entre diversos sectores, porque los que se la llevaron en pala, ahora vienen por todo y debemos prepararnos para enfrentarlo.

Frente a este escenario político y económico, la conformación del triunvirato piquetero ha impulsado la lucha de miles de precarizados, esto es importante mencionarlo ya que ha permitido un salto en la masificación de nuestros reclamos, pero bajo la perspectiva de la economía popular. De la mano de la doctrina social de la iglesia, la bendición papal y la alianza con la CGT dicha articulación ha logradocapitalizar el reclamo de todo el sector piquetero consiguiendo que esta masividad se transforme en la aprobación de la ley de emergencia social el año pasado, el aumento del alimento para los comedores populares y el incremento en la cantidad de programas de empleo.

De todas maneras dichos resultados reivindicativos siguen siendo un modesto paliativo frente al agravamiento de la pobreza y realmente es mérito en diferente medida de todos y todas las organizaciones sociales que luchamos desde siempre y no de un sector en particular. El movimiento piquetero históricamente ha demostrado que tiene la fuerza y envergadura para obtener conquistas parciales que contrarresten el hambre y la pobreza a la que nos quieren condenar. En este sentido y a partir del análisis de la desfavorable correlación de fuerzas, consideramos progresiva la ley de emergencia social, pero esto no quita la necesaria urgencia de ir por más y levantar en términos programáticos la mayor cantidad de derechos y reconocimientos sociales y laborales como trabajadores.

Desde el FOL no podemos nunca estar en contra de cualquier beneficio para las y los compañeros que representamos, a pesar de considerarlos apenas un bálsamo frente a la mayor carestía de la vida y la creciente marginalidad a la que nos arroja permanentemente el sistema. Lo entendemos como un resultado de la desfavorable correlación de fuerzas que tiene nuestra clase en general y nuestro sector en particular, de este modo las reivindicaciones parciales debe servirnos para acumular fuerza e impulsar el desarrollo organizativo, a la vez que damos pasos en la intervención social y política general.

Sin embargo debemos mencionar que la unidad de acción no puede opacar las diferencias en la perspectiva política tanto de largo plazo como coyunturales con este sector y en tal sentido consideramos legítimo dar el debate que se puede y es urgente ir por más, radicalizando nuestros métodos de lucha, por aumento y trabajo con todos los derechos, atendiendo particularmente las necesidades de aquellos sectores informales de trabajadores, de la argentina profunda, olvidados por décadas por todos los gobiernos.

La conciencia reformista y conciliadora muy a nuestro pesar, sigue siendo hegemónica en el sentir y el pensar de las grandes mayorías, incluyendo nuestro sector que sigue preso de un sentido común conformista con las patronales y políticos burgueses. Solo un pequeño sector de los precarizados está dispuesto a los sacrificios de la lucha dura y permanente a la que estamos obligados. Por esto necesitamos construcciones sólidas, no punteriles, desde las bases, politizando y construyendo conciencia de clase y género, desde la democracia y acción directa, independiente de las históricas estructuras de dominación y con la capacidad de superar la lucha estrictamente económica corporativa en articulación con otros sectores .

En tal sentido es rol de los sectores combativos y antiburocráticos empujar para adelante la conflictividad, radicalizar la resistencia y unirnos para golpear juntos con todos aquellos que compartan la necesidad de reclamar consecuentemente por los derechos de lxs precarizadxs y desocupadxs y enfrentar al gobierno empresarial.
En este momento consideramos una necesidad política promover la unidad de quienes compartan el objetivo de oponerse al ajuste a la vez que tenemos que hacer crecer la iniciativa y visibilidad de los sectores de izquierda y el clasismo del que somos parte.

El plan de Macri nos exige la más amplia unidad para defendernos antes los avances en toda la linea contra el movimiento obrero. La reforma laboral en Brasil promete ser la hoja de ruta para el empresariado argentino contra nuestra clase, los avances contra la educación pública y la modificación en los convenios colectivos de trabajo, el ataque a los sectores de la industria o el sector avicola por dar sólo algunos ejemplos junto con la campaña antisindical nos marca un alerta para la unidad en términos reivindicativos y de resistencia pero atendiendo a la necesidad de clarificar la proyección política de las distintas fuerzas sociales y politicas. También nos obliga al clasismo a superar la fragmentación, hacer crecer nuestra tendencia y dar el debate abiertamente con todo el campo popular sin diluir nuestra perspectiva anticapitalista.

Sin abstencionismo en las movilizaciones de masas, evitando caer en el aislacionismo y sin ningún tipo de concesiones ante semejante ajuste, pero señalando que la salida solo vendrá de la mano de una propuesta alternativa de todas las variantes patronales sea en su versión capitalista «seria” o abiertamente neoliberal.
Detrás de los objetivos de productividad y saneamiento de las cuentas del Estado se esconde un salto en la acumulación de plusvalía y ganancias por parte de la burguesía que explota el territorio argentino. A tal nivel se desarrolla este objetivo que implica sacrificar o reducir ramas enteras de la producción nacional eliminando derechos laborales y sobre todo reducir niveles salariales en el marco de la presión competitiva del libre comercio.

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Contra todo esto, promovemos la unidad de acción defensiva, levantando nuestras propias banderas enfatizando que nuestra lucha debe ser por trabajo con todos los derechos y aumento de todos los programas de empleo al nivel de la canasta familiar, contra el ajuste, y contra la pobreza. Sin ninguna confianza en la mediación de la iglesia católica que siempre por acción u omisión ha reproducido el poder dominante, sin ninguna confianza en la dirección burocrática de la CGT que ha actuado como garante de la gobernabilidad y dejo pasar como alambre caído cientos de miles de despidos y acepto convalido sin lucha un salario minimo por debajo de la linea de pobreza. Levantamos la bandera de Paro Nacional Activo, exigimos que la CGT ponga la fecha al Paro general y canalice la lucha contra la reforma laboral, jubilatoria y tributaria y demás ataques a la clase obrera en su conjunto como son los despidos y la precarización laboral.

Hoy salimos a la calle, único lugar donde tenemos que estar para frenar verdaderamente el ajuste.

El 7 jornada de lucha de lxs trabajadorxs precarizaxs hacia el Paro Nacional y Activo.
*Aumento de salario mínimo igual a la canasta básica.
*Contra los despidos, apertura de fábricas bajo control de sus trabajadores-as.
*Por el reparto de las horas de trabajo sin baja de sueldo.
*Por trabajo con todos los derechos.
*Más impuestos a los ricos, mas derechos para los de abajo.
*Contra la trata, los femicidios y la doble explotación que sufren las mujeres trabajadoras y diversos géneros.

Construyendo Poder Popular,
Desde abajo y a la izquierda
Por trabajo, dignidad y cambio social
Frente de Organizaciones en Lucha (FOL)



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