Sobre el atentado terrorista en París contra Charlie Hedbo
«Hay que atacar las causas, no los efectos. Y las causas no son otras que la falta de democracia, trabajo, dignidad y justicia social en todo el mundo árabe y más allá también. Si Francia o EEUU o cualquier otra potencia imperialista apuesta por los tiranos y los terroristas para aplastar el anhelo de libertad, dignidad y justicia de los pueblos árabes, estas cosas seguirán pasando, ya no en una perdida ciudad de un país que sólo algunos saben ubicar en el mapa. Esto va a pasar en todos lados y por cualquier motivo. Incluso por una absurda caricatura en tono de sátira». Por Hilo Rojo / Imágenes: Anita Pouchard Serra, desde París.
8 de enero de 2015
«Mundo: su vergonzosa inactividad hará que se reproduzcan miles de Bin Laden”. Este mensaje es de febrero de 2012, hace casi 3 años. Hoy, se me vino a la mente y debo decir que no hay mejor síntesis posible para explicar lo que sucedió en París ayer. La frase estaba escrita en una pancarta exhibida en una manifestación en la ciudad Siria de Kafranbel.
Aún no se sabe qué organización llevó a cabo el atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hedbo. Todos los especialistas que consulté coinciden en que se trata de gente muy bien entrenada, con experiencia y conocimientos de táctica militar. Se inclinan por grupos terroristas ultraislámicos* con base en Siria o Yemen. La prensa mundial y el gobierno francés adhieren a esta hipótesis, así que por ahora no nos queda otra que suponerla válida y trabajar con ella.
¿Todos los terroristas ultraislámicos de medio oriente son una fábula inexistente creada por Bush y la CIA para justificar invasiones militares? No. Si estos grupos eran reales o no en 2001 ya no importa. Ahora son bien reales, dominan regiones extensas donde ya no se ocultan sino que gobiernan directamente.
¿Todos los gobiernos de la OTAN que dicen estar embarcados en una «guerra contra el terrorismo” realmente lo están? Mi respuesta es no, todo lo contrario. El terrorismo, a diferencia de lo que muchos creen, les resulta increíblemente funcional a estos gobiernos, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Un activista** palestino que residía en los Emiratos Árabes Unidos lo explicaba así hace unos meses: «Existe un eje contra revolucionario más preocupado por el surgimiento de la democracia en el mundo árabe que de mil grupos terroristas [«¦] ellos no temen a quienes tienen armas, después de todo ellos tienen armas más grandes. Ellos temen a quienes tenemos ideas”. Ese eje contrarrevolucionario no es otra cosa que ese «mundo” del que hablaban los sirios de la pancarta con la que comencé.
He leído varias declaraciones y explicaciones de lo ocurrido ayer, sobre todo de parte de grupos e intelectuales de izquierda. Escribo esto porque creo que la mayoría de ellos han perdido la brújula en este lío. Culpan a Francia por su apoyo a Israel o al dictador Al Sisi en Egipto, por las invasiones a Mali o sus incursiones en Afganistan y otrós países de la región. Pero nadie menciona ni por error a la Revolución Árabe y a la contra revolución que se cierne sobre ella con un movimiento de tenazas formado por los dictadores (viejos y nuevos) de un lado y los grupos terroristas por el otro. Ninguno menciona que Francia y el resto de los países imperialistas son en última instancia, la mano que aprieta esa tenaza. El problema en esos análisis, es que habría que festejar que «el imperio recibió su merecido»¦ aunque no acordemos con las aberrantes tácticas del terrorismo individual”, pues se trató de una forma equivocada y desesperada de ajustar cuentas con el verdugo de los pueblos árabes. Sin embargo, no festejan»¦ Ni el grueso de los que analizan de esta forma ni tampoco los pueblos del Norte de África y Medio Oriente. Señal de que algo no cierra.
Nos asustan además, con que ahora la ultraderecha europea ganará las elecciones y restringirá las libertades individuales en nombre del combate al terrorismo. Esto puede incluso confirmarse cierto en los años que siguen»¦ habrá que ver. Lo que es cierto hoy y es cierto en estos últimos años es que los gobiernos de todo el mundo, sean del color que sean, han aprobado leyes patrióticas, leyes antiterroristas, instalan cámaras en cuanto espacio público encuentres, intervienen comunicaciones, correos electrónicos, monitorean redes sociales. Todo eso es cierto hoy, sean de derecha o de centroizquierda, hayan sufrido o no un atentado terrorista. Sí, también (y sobre todo) en Argentina.
Un análisis incompleto o incorrecto además nos impide trazar una estrategia para que esto no se repita. Creo que estaremos todos de acuerdo en que cualquier grupo de fanáticos religiosos armados hasta los dientes con ideas del siglo IV más o menos, no es algo a tolerar o con quienes convivir. Sean de la religión que sean. ¿Pero cómo se termina con estos grupos? ¿Arrojando bombas como hace EEUU y 20 países más hoy día sobre ISIS en Irak y Siria? ¿Con tropas en el terreno como hace Francia en Mali? ¿Con drones como hace Obama en Pakistán? Nada de eso funciona»¦ Por el contrario, profundiza las causas sociales que motivan a jóvenes de entre 15 y 20 años a embarcarse en la locura reaccionaria de alistarse en estos grupos terroristas.
Para que esto no vuelva a suceder, hay que atacar las causas, no los efectos. Y las causas no son otras que la falta de democracia, trabajo, dignidad y justicia social en todo el mundo árabe y más allá también. Si Francia o EEUU o cualquier otra potencia imperialista apuesta por los tiranos y los terroristas para aplastar el anhelo de libertad, dignidad y justica de los pueblos árabes, estas cosas seguirán pasando, ya no en una perdida ciudad de un país que solo algunos saben ubicar en el mapa. Esto va a pasar en todos lados y por cualquier motivo. Incluso por una absurda caricatura en tono de sátira.
Pero como dije antes, los gobiernos del mundo no quieren democracia en el mundo árabe. De hecho cada vez que pueden, la cercenan un poco más en sus propios países, como sin duda intentarán hacer tras los eventos de París. Nos toca a los trabajadores y los pueblos de todo el mundo esa tarea. Apoyar la Revolución Árabe contra todos los dictadores y terroristas que la pretenden ahogar en sangre, y sobre todo contra el imperialismo que aprieta la tenaza, es hoy más urgente que nunca. Parte de eso es también defender nuestras libertades, evitar que nos las quiten en nombre de nuestra seguridad.
Esta es para mí la explicación del atentado de ayer en París. Estas son las causas y las consecuencias. Esta es también la salida que propongo.
Por Hilo Rojo
(*) Tomo como definición de terrorismo ultraislámico a los grupos armados que mediante el terror y el ejercicio de la fuerza buscan imponer la ley islámica (sharía) en una determinada región.
(**) El activista es Iyad El-Baghdadi y pronunció esas palabras en un discurso en el Oslo Freedom Forum que ya he recomendado mil veces y que voy a recomendar 1001.