29/06/2005

En memoria de Maxi

A tres años de su asesinato, familiares y amigos de Maximiliano Kosteki inauguraron una muestra de sus pinturas en Glew. Aprovechamos la oportunidad para entrevistar a su hermana, Vanina.


Con motivo del tercer aniversario de la Masacre de Avellaneda, familiares y amigos de Maximiliano Kosteki expusieron el sábado 25 de junio dibujos, pinturas y fotografías suyas en el espacio cultural «Gringo Viejo», de la localidad de Glew.

La jornada se extendió de 14 a 21 horas, y se realizó en un clima familiar en donde, a lo largo del día, fueron apareciendo familiares, conocidos, amigos y compañeros de Maximiliano, para conmemorar su vida.

Las pinturas y dibujos de Maxi, en su mayoría surrealistas y abstractas, jugando con contraposición de colores y figuras, anunciaban lo que ya denunciaba la leyenda de la entrada a «Gringo Viejo»: «Maximiliano, el artista que no lo dejaron ser».

Sus amigos lo recordaron como alguien a quien se lo podía encontrar en cualquier parte: «estaba por todos lados. En cualquier recital gratis, él estaba. Incluso hubo un tiempo en que nos juntábamos los domingos en Adrogué, donde había una feria de revistas independientes, a intercambiar información, a malabarear».

Así parecía demostrarlo su figura, que aparecía una y otra vez, en sus fotos escolares, haciendo malabares, en centros culturales o, en una de sus últimas imágenes, marchando con el MTD Guernica-Pte.Perón.

Maxi, que además escribía y conocía mucho de literatura, «era como Diógenes, el filósofo: tenía mucha inteligencia, y podía llegar a tener el poder del mundo, pero solo optó por estar tranquilo, vivir de la tierra, ser sencillo y simple. El era una persona libertaria, y es un ejemplo a seguir», sostuvo orgulloso Lucio, uno de sus amigos.

La semilla de Maxi

«Gringo Viejo» es un espacio cultural que funciona hace algo más de un mes en el lugar donde creció Maximiliano Kosteki.

«Antes, con Maxi, acá teníamos una sala de ensayo y un bar. El fue uno de nuestros primeros amigos de Glew que empezó a malabarear. Además, tocaba el bajo con la banda Vacío Creativo», contó Lucio, uno de los principales impulsores de este proyecto.

Ahora, en «Gringo Viejo» funcionan talleres de macramé, malabares, percusión, introducción a la percusión, armado de tambores y, próximamente, se incorporarán otros.

«Lo más importante que tenemos ahora es la convocatoria a artistas y talleristas para que vengan a dar talleres, porque el espacio está abierto para que la gente pueda trabajar de lo que realmente estudia. Apuntamos a la rama del arte, porque es una forma autónoma de laburo».

Pero el proyecto no se acaba ahí: «la idea es irnos vinculando con otros centros y espacios culturales. Actualmente tenemos contacto con ‘La casa de las estrellas’, de La Boca. Queremos llegar a tener una red de espacios culturales, para tener intercambio de información y una mejor organización», agregó Lucio.

Mientras tanto, Maxi observa con una sonrisa desde sus fotos y dice, como señala uno de sus escritos: «Miro mucho más allá de lo visible».

Espacio Cultural Gringo Viejo: 02224-430490 (Lucio ó Ramiro).

espacioculturalgringoviejo@hotmail.com

gringoviejocultural@yahoo.com.ar


Entrevista a Vanina Kosteki, hermana de Maxi:

«Maxi quería dejar de ser un chico tranquilo y pelear las cosas de otra manera»

A tres años de la Masacre de Avellaneda, familiares y amigos de Maximiliano Kosteki organizaron este sábado una muestra de dibujos y fotos suyas en el espacio cultural «Gringo Viejo», de la localidad de Glew.

ANRed entrevistó a su hermana, Vanina Kosteki, quien habló sobre el papel que cumplieron los funcionarios del gobierno de Duhalde el 26 de junio. También hizo mención acerca del juicio oral que se desarrolla en los tribunales de Lomas de Zamora y lo que dejó la lucha y la muerte de su hermano.

ANRed- ¿En qué consiste la jornada que organizaron hoy?

Vanina Kosteki- Estamos acá, junto a los amigos de Maxi, haciendo una muestra de sus pinturas y de una secuencia de fotos de cuando él era chico, hasta días antes de que lo mataran.

Tratamos de juntar todas las cosas que podemos llegar a recordar, después de tres años, y recuerdos mismos nuestros, ya que lo estamos haciendo en el mismo lugar donde vivía él, y al cual nosotros no volvimos más desde su asesinato..

A- ¿Cuáles eran las actividades que realizaba Maxi en el MTD de Guernica-Pte.Perón?

V- Maxi no era, específicamente, un militante del MTD. Él lo único que hacía era juntarse con sus amigos y brindarle su colaboración en lo que podía. Llegó hasta el comedor del MTD para brindarle a los chicos clases de dibujo y enseñarles lo que él hacía.

A- ¿Maxi se presentaba en muestras o concursos?

V- Un mes antes de su asesinato, expuso en una muestra en Adrogué. Y anteriormente, hace diez años atrás, en Burzaco, en el colegio donde estaba estudiando. Y así también tuvo otras exposiciones, pero ocultas, de las cuales nunca supimos, porque no nos contaba.

A- ¿Cómo era él?

V- El era un chico tranquilo, callado, que nunca contaba lo que hacía. Pedía opiniones o nos consultaba sobre hacer ciertas cosas, pero no era de decirnos «mirá, voy a hacer esto». Lo mismo pasó con lo del MTD. Nosotros nos enteramos que había marchado con ellos el mismo día de su muerte.

Sí había tenido una conversación conmigo en la que me dijo que él quería cambiar su forma de ser. Que quería dejar de ser ese chico callado y tranquilo para pelear las cosas de otra manera. Esa otra manera era entrar a organizarse con gente.

Yo le decía, como ya militaba, que era mucho el desgaste, que tenía que tener mucho cuidado, ya que por ejemplo, el 20 de diciembre, habíamos perdido muchas vidas.

Hablé con él en mayo de 2002, y el mismo 26 me entere que estaba en el puente.

Maxi era así: no te decía exactamente qué hacía, pero te lo daba a entender. Después, uno se sentó, se puso a recordar, y entendimos que ése era el cambio que él quería tener.

A- ¿El conocía a Darío Santillán?

El no llegó a conocerlo ni siquiera ese día. Darío se acerca a él a darle socorro.

Nosotros, con la familia de Darío estamos muy agradecidos. El gesto de Darío hacia Maxi fue muy grande, porque él no trató de salvar su vida y salir corriendo, sino que pensó que había una vida más que ayudar. Tampoco pensó que si se quedaba ahí su vida corría riesgo, siendo que él lo único que ganaba era un plan de 150 pesos. El vio mucho más allá de lo que hacía en sí.

A- ¿Cómo considerás que se está desarrollando el juicio?

V- En lo que respecta a ésta parte del juicio, ya que es un juicio parcial, que no juzga las responsabilidades políticas, seguimos viendo el encubrimiento que hay en todos los sentidos.

Hasta el momento, con doce audiencias, solamente ha prestado declaración gente de distintas fuerzas que no aportó mayor información de la que es necesaria para esclarecer el caso.

Vamos a ver, el mes que viene, cuando empiecen a declarar los funcionarios y, dentro de un mes más, cuando declaren los compañeros que estuvieron en el medio de la represión.

Lo que sí sabemos es que muchos de los que declararon prestaron falso testimonio, violando el juramento de veracidad que prestan antes de declarar.

A- ¿Qué opinión te merece el recurso presentado por varios funcionarios para presentarse al juicio solo vía teleconferencia o por declaración escrita?

V- Eso demuestra lo que nosotros venimos manteniendo: ellos siguen encubriéndose entre ellos y no quieren enfrentarse ni con quienes están siendo juzgados ni con los familiares. Han mantenido una distancia entre todos, ya que están en plena campaña electoral, peleando por las candidaturas. Ellos siguen viviendo en su mundo y quieren olvidarse que dieron una orden para ir a matar, como lo hizo Eduardo Duhalde.

Néstor Kirchner también tenía que presentarse ante el tribunal, pero firmando el decreto de apertura de los archivos de la SIDE, dice que ya no es necesario. Nosotros consideramos que sí, porque los archivos no están presentes.

El está tomando el mismo método represivo que Duhalde en su momento, porque está pidiendo mano dura para todos los sectores que cortan rutas. Sin ir más lejos, antes de ayer hubo represión en su propia provincia (Santa Cruz).

A- Ya pasaron tres años de aquél 26 de junio de 2002, ¿qué es lo que te dicen hoy las fotos y pinturas de Maxi?

V- Muestran la tristeza de lo que es el país y el cambio que él ha querido hacer en muchas cosas. Hay dibujos que te muestran la agresividad de la sociedad y, por otro lado, lo que podría llegar a ser si no hubiera tanta injusticia en el país.

Esos son los dibujos de Maxi, y eso es Maxi en realidad: él siempre quiso cambiar este mundo, a partir de tener nociones y conocimientos sobre la dictadura militar. A él todo le parecía muy injusto, y quería cambiarlo, empezando por esa época hasta hoy. Eso es lo que expresan sus dibujos.

Pero no son sólo los dibujos, también es este lugar donde los exponemos. Después que mataron a Maxi yo vine dos veces más, antes de que falleciera mi mamá (Mabel Ruiz).

Ya hace más de un año que no ando por acá, y volver a la zona, al lugar donde él vivía y andaba, te trae un montón de recuerdos y te produce muchas cosas.

A- ¿Y cómo lográs sobrellevar esto?

V- Es difícil decir qué sentís. Más cuando uno está enfocado en la lucha diaria en reclamo de justicia, no solamente por lo que te pasa a vos, sino por lo que le pasa a todo el mundo.

Al menos yo, que milito, estoy constantemente en contacto con casos de impunidad y con familiares que te llevan a pensar «¿cuál es el caso más grave?», o «¿quién sufre más?». Porque lo tuyo siempre parece chiquito… Pero la injusticia sigue siendo la misma.

Yo me aboco más a la lucha en las calles que a sentarme y sufrir la pérdida. A Maxi lo recuerdo todos los días, es algo contínuo.

No tengo ninguna foto de Maxi en casa. Lo único que tengo es a mi hijo, que tiene el mismo nombre que él. Y al verlo crecer es como verlo crecer a Maxi.

Pero mi hijo está creciendo con una indignidad en la cual nunca va a tener una vida normal, una tranquilidad, porque lo que nos toca vivir a nosotros se traduce en represión, maltrato físico y moral, persecusiones y amenazas, que no te permiten una vida normal como la que teníamos antes.

Tengo ocho denuncias hechas, una de las cuales es por el incendio de mi casa, en donde perdí todo. A mí me hicieron perder todo, no sólo el 26 de junio, sino todo lo anterior: dibujos que Maxi le había hecho a los chicos, notas periodísticas que le habían hecho a mi mamá antes de su muerte, o juguetes, regalos que mi hermano les había hecho a los chicos. Ni siquiera eso nos dejaron.



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