28/08/2014

«No desalojaron mafiosos. Desalojaron pobres»

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Unas 3 mil personas se movilizaron ayer, miércoles 27, en repudio a la represión y desalojo el sábado pasado de 800 familias del Barrio Papa Francisco de Villa Lugano por parte de la Policía Federal Argentina, la Policía Metropolitana y la Gendarmería, que luego demolieron sus casas con topadoras. La marcha fue desde el Obelisco hasta la Jefatura de Gobierno porteño, donde presentaron un petitorio acompañado por diversos legisladores porteños. Informe e imágenes: ANRed.


La movilización unitaria, convocada desde por los Vecinos y Vecinas del Barrio Papa Francisco, comenzó a las 9 de la mañana frente a un Obelisco porteño que amaneció virtualmente vallado por fajas del Gobierno de la Ciudad que anunciaban que equipos identificados como «Zona Verde» estaban realizando tareas de limpieza en los dos semicírculos que rodean el obelisco. Esto impidió claramente la concentración normal de las organizaciones sociales y políticas territoriales que se convocaron en torno a las consignas: «En repudio a la represión de Macri y Berni contra las familias desalojadas; por la urbanización del barrio Papa Francisco y de la Villa 20 de Lugano; y solución inmediata a las familias que hoy están en la calle» . Muchos especularon con la posibilidad de que el gobierno porteño ocupara la zona con camiones y personal desde temprano ante el miedo de que se instale nuevamente la carpa villera y la en su momento denominada «Villa Obelisco».

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La movilización – que se extendió hasta el mediodía – fue en repudio a los hechos del sábado pasado, cuando la Policía Federal Argentina, la Policía Metropolitana y la Gendarmería desalojaron violentamente a cientos de familias del Barrio Papa Francisco y demolieron sus casas con topadoras. Como resultado, las familias ahora se encuentran realizando un acampe sobre la Avenida Cruz y Pola, exigiendo una respuesta a la situación que están viviendo.

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Las organizaciones sociales y políticas marcharon por avenida Corrientes y luego tomaron por Avenida de Mayo hasta la Jefatura de Gobierno porteño, que se encontraba totalmente cerrada y con un fuerte operativo policial montado en su interior.

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Una vez frente al edificio municipal, se realizó un escrache de las paredes del lugar, mientras las familias del Barrio Papa Francisco posaban para los fotógrafos con su bandera que decía: «No desalojaron mafiosos. Desalojaron pobres».

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Las organizaciones, junto con legisladores porteños de diferentes partidos políticos, presentaron más tarde en la Mesa de Entradas del edificio un petitorio con las consignas y denunciando la falta de voluntad de diálogo de parte del gobierno de Mauricio Macri, quien consideraron el principal responsable de la ruptura de negociaciones al ordenar proceder, en conjunto con las fuerzas nacionales, al desalojo de las familias del predio.

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Igualmente, no fueron atendidos allí: la respuesta oficial fue que no se encontraba ningún funcionario porteño dentro del edificio. Finalmente, cerraron la jornada con una conferencia de prensa frente a la gran cantidad de medios presentes.

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«Miren los mafiosos que están acá. Son gente pobre – denunció frente a las cámaras Carlos, referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) – que las echaron del Indoamericano y mataron a tres compañeros. Gente pobre que vuelven a matar y que vuelven a reprimir (…) Pasaron por encima con topadoras a la gente pobre. A esta señora le tiraron una nena discapacitada al suelo, esa manga de degenerados».

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Mientras todos los presentes coreaban «Macri, basura, vos sos la dictadura» o «Urbanización, urbanización», integrantes de las familias desalojadas contaban su situación frente a los medios: «No nos dejan entregar el petitorio. ¿porqué son así?. Si quieren hacer las cosas bien que empiecen con las viviendas dignas que rompieron para nuestros hijos. Que empiecen a darles un techo como corresponde. La calle no es una vivienda digna. No estamos pidiendo subsidios, podemos pagar. Sabemos trabajar. Somos gente humilde pero podemos trabajar«, denunciaba una vecina desalojada del barrio.

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«Hay una embarazada que fue golpeada – denunció otra vecina – Le hicieron perder un embarazo de 7 meses. ¿Quién se hace cargo de eso?. Acá no hay mafias, hay necesidad de vivienda (…) Dejaron la zona liberada para la delincuencia, para tener una excusa y después desalojarnos«.

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Por su parte, los vecinos y organizaciones también vieron acompañado su petitorio por la firma de varios legisladores porteños, entre ellos, Marcelo Ramal, legislador porteño por el Frente de Izquierda y los Trabajadores, quien denunció: «Este desalojo no dejó a ningún narco preso. Lo único que hizo fue dejar a vecinos en la calle. Todos los diputados que estamos acá hemos presentado un proyecto de urbanización completo, integral, que asegura viviendas, no sólo para estas familias que quedaron en la calle, sino para todas las que estén en situación similar».

El diputado porteño del MST-Nueva IzquierdaAlejandro Bodart remarcó en ese sentido: «Hemos denunciado la inacción policial con respecto a los narcos, y nunca nos dieron respuesta, porque los dejaron actuar para estigmatizar al barrio en todos los vecinos. Y los narcos siguen estando donde tenían que estar».

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Gustavo Vera, legislador porteño por Unen agregó: «Quiero suscribir a lo que dijo el Papa Francisco, que está publicado en el boletín oficial del Vaticano, que dice que esto fue de una crueldad absoluta, que el está incondicionalmente con los vecinos pobres, y que el sabe perfectamente – porque misionaba desde el año 1993 – que ahí pasabn los gobierno y nunca nadie urbanizaba nada. Sólo había promesa por las elecciones. Queremos denunciar también que en los paradores hay en este momento gente que la quieren echar, despachar con 3 mil pesos, dejar en la calle. Incluso quieren echar a Sonia Agme, la mamá embarzada que perdió un bebé por un balazo narco que denunciamos judicialmente. Y queremos decir: que los medios internacionales estén cubriendo con mayor exactitud que los medios locales, la verdad que no es bueno«.

En charla con ANRed, un integrante del FOL, Matías, consultado acerca de las respuestas oficiales con respecto al destino de los vecinos y familias, relató que » los y las delegadas entraron a una entrevista con el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, quien les dió una reunión para esta semana», al tiempo que este próximo viernes 29 de agosto, tendrían también otra reunión con funcionarios de sendos ministerio de Desarrollo de Ciudad y de Nación.

Por la tarde, habrían nuevas novedades, en este caso, con la interrupción de su trabajo de prensa a fotógrafos y periodistas de medios alternativos por parte de personal policial.

«Acá no hay nada para sacar», le dijo un policía metropolitano a una fotógrafa, impidiéndole realizar su tarea periodística

Reproducimos textual el relato enviado por la fotógrafa Anita Pouchard Serra, integrante del colectivo DTL! de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA).

Miercoles 27 de agosto, a la tarde me acerco a la avenida Cruz, cortada por fuerzas policiales, pero con un pase controlado para acceder a dicha avenida hacia Pola, en Villa Lugano.

Cuando quiero pasar están rechazando a un jóven en bici, que al final decide seguir su camino por las vías del premetro. Varios de los agentes de este acceso lo siguen para impedirle continuar, en vano. Me ven entrar, trato de hacer como si nada y digo «hola», mientras caminaba lentamente, uno de los oficiales me contesta: «hola». Sigo caminando, nadie me detiene.

Hay varios autos en el medio de la avenida, policías y otros de civiles. Sigo caminando como si todo fuera normal. En un segundo momento me interpela otro policía de semi-civil (no tenía su equipamento tecnológico), y me dice:

 Policía: «He, señorita, ¿a donde vas?, no podes estar acá».

Sigo caminando contestandole: «si puedo estar acá».

 Policía: «¿A donde vás’, aca esta cerrado. Tenés que dar la vuelta.»

 «Acá voy».

 Policía: «¿Acá dónde?»

 Yo: «Acá, donde estamos».

 Policía: «¿Que sos, sos periodista?»

 Yo: «Sí».

Ahí no me dice mas nada, sigo caminando, empiezo a acercarme al acampe, cuando saco la cámara para sacar al predio primero, escucho una nueva interpelación. Ahi viene un oficial/jefe con otro agente.

Me repite que no puedo estar acá. Yo le digo que sí, que estoy haciendo mi trabajo, que además sus colegas no me dijeron nada, entonces tengo derecho a estar acá. Quiero seguir caminando hacia el acampe, me lo impiden. Me dice que vamos a ver quién me dejo pasar. Me conduce hasta el ingreso por donde entré. Hay distancia, mientras tanto, le repito que estoy en mi derecho, me dice que acá el predio esta custodiado por la policia con prohibicion de entrada. Le contesté que no estamos en el predio sino en la avenida, o sea, un espacio público, me dice que esto es también el predio. Me pide de que medio soy, le digo de la RNMA, me pide credencial, al mostrarla la pasa al agente y le dice de tomar mis datos. Le digo que tenemos derecho a informar de lo que sucede acá, me dice: «sí señorita, tome foto ahí en la rotonda, acá no hay nada para sacar».

Ahí me pregunta de que país soy, y hace cuánto tiempo que estoy en Argentina.

Llegamos al ingreso, el jefe se presenta ante los agentes. Pregunta si me autorizaron a pasar, ellos contestan que no me autorizaron. Yo ahí contesto que me vieron pasar, que dije hola, y que me contestaron, y que si tenian una pregunta o un control lo hubieran hecho en ese momento. Ahi el jefe dice que entonces transgredí el ingreso, «que no que porque alguien te dice hola que podes entrar a tu casa», que soy una mentirosa porque nadie me dejo pasar, y me sacan.

Finalmente, la fotógrafa fue impedida por la Policía Metropolitana de realizar su tarea de prensa y dar difusión a la situación de las familias desalojadas del Barrio Papa Francisco.



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