18/08/2014

54 años de Espera: San Lorenzo Campeón de América

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El pasado miércoles en su estadio del barrio del Bajo Flores San Lorenzo se consagro por primera vez en la historia Campeón de la Copa Libertadores de América. Pasaron doce participaciones para poder conquistarla. A continuación una crónica de cómo se convirtió en una obsesión la obtención de esa copa y todo lo que paso el conjunto azulgrana que, sin sobrarle nada, fue de menor a mayor hasta lograr el objetivo que no nos dejaba dormir a los seguidores de la institución. Por Pablo Almagro, para ANRed


Del desprecio a la obsesión

«»¦la Copa Libertadores es mi obsesión»¦” baja de las tribunas desde hace 20 años cada vez que San Lorenzo jugaba la Copa Libertadores. Todos los cuervos conocemos de esa obsesión y hemos escuchado hasta el cansancio la historia de la primer Copa Libertadores, llamada en aquel momento COPA CAMPEONES DE AMÉRICA, en la cual los dirigentes de aquel entonces entregaron la localía del partido desempate (no existían ni los alargues, ni los penales) luego que los dos primeros partidos de la semifinal con Peñarol de Uruguay hayan salido empatados. Los dirigentes azulgranas aceptaron una suma de 50.000 pesos, de aquella época, a cambio que el tercer partido se juegue nuevamente en Montevideo, en donde Peñarol se hacía muy fuerte, y que termino con un 2 a 1 a favor del equipo uruguayo, quienes luego derrotarían a Olimpia de Paraguay y se consagrarían campeones de la primera edición del Torneo Continental.

A partir de ahí San Lorenzo, como todo aquel que desprecia algo y después lo ve en manos de otro se obsesiono con dicha copa, sin poder lograrla, mientras muchos clubes de Argentina la ganaban. En el 73, en medio de la época dorada del club (obtiene 3 títulos nacionales en dos años), el club identificado con el barrio de Boedo, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, queda afuera en la segunda ronda, que depositaba al equipo ganador del grupo en la final. Otra vez, quien lo dejaba afuera, Independiente en este caso, se consagraría campeón de América.

Pasaron 15 años, en el medio de pérdida del mítico estadio de Av. La Plata y descenso a la segunda categoría con posterior ascenso y record de asistencia de público en todas las canchas, para que San Lorenzo vuelva a jugar la copa. Y nuevamente el conjunto azulgrana pierde en la semifinal, esta vez frente a Newell´s Old Boys.

Nuevamente en el 92 San Lorenzo vuelve a jugarla, y es el equipo rojinegro de Rosario quien nuevamente lo deja afuera, esta vez en cuartos de final.
La quinta participación parecía el momento para ganarla, San Lorenzo venía de dejar 21 años atrás sin torneos nacionales, y con un equipo bien armado se aprestaba a enfrentarla. Una fase de grupo sin sobresalto, y un espectacular 5 a 0 en Montevideo frente a Peñarol en Octavos nos invitaba a todos los cuervos a ilusionarnos. Pero de vuelta, la copa y su historia nos jugaría una mala pasada, en cuartos de final, los de Boedo debían enfrentar a River, su cuco. Nada cambia, y River con un global 3 a 2 y dos goles de un hincha cuervo (Hernan Crespo) ganaba y dejaba afuera a los cuervos para luego ganar la copa de ese año.

Luego vendría 4 participaciones (Años 2000, 2001, 2002, 2005) para el olvido en donde San Lorenzo quedaba afuera de la copa en la primera ronda. Incluso en los años 2001-2002 con un gran equipo que conseguiría varios logros para el club como ser campeón del torneo local con record de puntos en torneos cortos, lograr el record de partidos ganados en forma consecutiva, ser campeón del primer título internacional del club, la copa Mercosur, y finalmente lograr la consagración de la primer copa Sudamericana que se disputo. La obsesión que bajaba desde las tribunas contagiaba para mal al equipo y se veía reflejado en estas magras participaciones.

El 2008, y luego de conseguir el torneo local en el 2007, San Lorenzo volvía a ilusionarse con la copa libertadores. Había grandes nombres para jugarla, como D´alessandro y Bergessio, y un verborrágico Ramon Diaz en el banco que motivaba hasta el más descreído. Nuevamente tocaba en fase eliminatoria enfrentar a River. Los santos de Boedo ganan el partido de ida con un 2 a 1. El partido de vuelta se jugaría en el monumental y se lo recuerda de forma muy especial porque el equipo azulgrana logra empatar un partido en el que faltando 20 minutos y con dos jugadores menos perdía 2 a 0. Llegarían los cuartos de final, y otra vez, San Lorenzo haría todo mal. Se pelean cuerpo técnico y jugadores por un premio de $ 8.000, quedando en evidencia la actitud desinteresada de algunos jugadores durante el partido de cuartos de final con la Liga de Quito. SE empatan los dos partidos de la serie y se termina perdiendo por penales con el equipo del Paton Bauza, quienes lograrían el ansiado título por primera vez para un club ecuatoriano.

San Lorenzo se convierte en un club autodestructivo, y en el 2009, con un buen equipo vuelve a quedar afuera de la copa en la primera ronda. Luego de eso vendrían tiempos oscuros que llevarían al club nuevamente al abismo económico (como en los 80, y principios del 2000) y que lo dejaría al borde del descenso en el 2012.

Una nueva obsesión: La vuelta a Boedo

Durante el año 2011 y 2012 los hinchas cuervos cambiamos de obsesión. Fue la vuelta a Boedo que unió al pueblo azulgrana detrás de una lucha que parecía aún más difícil que ganar la Copa Libertadores. Y se fueron sucediendo varias convocatorias a Plaza de Mayo, hasta llegar a una de las convocatorias más impresionantes a nivel futbolístico sin que se juegue un partido de futbol. Fue el 8 de marzo del 2012, con San Lorenzo en zona de descenso directo en el campeonato, pero con 110.000 hinchas cuervos en la Plaza de Mayo para pedir que se nos devuelva el predio de Av. La Plata que había sido expropiado en forma fraudulenta por parte del Intendente de la Capital Federal el Brigadier Cacciatore en el año 1979, con la excusa de realizar una obra que jamás se hizo y que posibilito un negocio inmobiliario a una empresa que vendió dicho terreno dos años después a la cadena francesa de supermercado Carrefour. Para fines del 2012 y con el equipo de vuelta afianzado en la primera, se logra la Ley de Restitución Histórica que devuelve al club los derechos sobre el terreno de Av. La Plata con una expropiación que debe hacerse cargo el propio club de pagar al Supermercado.

Eso marcaría no solo a hinchas, sino también a jugadores, dirigentes y extraños. La unión hace la fuerza dicen, y los cuervos lo estábamos demostrando, nos habíamos apoderado por primera vez en la historia, no solo del club, sino también de su destino.

Levantando polvo vienen los desfachatados:

Atrás se había dejado la época de compras rutilantes. Luego de Caruso Lombardi (DT bombero para salvarse del descenso) se aposto a mantener base y apostar a un técnico. Pizzi, el primer dt que dura más de un año luego de 6 años de técnicos fugases, arma un equipo que jugaba bien y pero que se regalaba mucho atrás. Sin embargo le funciona para ser Campeón en un mediocre campeonato, en el cuál se logra el «record” de campeón con menos puntos en la historia de los torneos cortos.

Pero se volvería a complicar, Pizzi renuncia luego de ser campeón, y se va a dirigir a España. Los dirigentes optan por Edgardo «Paton” Bauza cuyo estilo de juego dista mucho del de Pizzi y tiene características más defensivas. No se hacen grandes incorporaciones y llega solamente el maduro delantero Matos proveniente de All Boys.

La cosa no pintaba bien para el club de Boedo y su objetivo de ganar la ansiada Copa. Un equipo de «desfachatados”, que no atraía con sus nombres, ni con juego y aún menos con el carisma de sus jugadores. Que tenía como base un tímido arquero suplente de Godoy Cruz que vino a reemplazar a Migliore que había sido encarcelado por presunto delito de encubrimiento. Una defensa que no se terminaba de acomodar y erraba y erraba. Un 4 como Buffarini, que llamaba más la atención por su raro corte de pelo, o su forma de correr desesperada que por brindarle al equipo futbol o proyección. Un doble cinco que había funcionado en Argentinos Juniors 5 años atrás, pero que se miraba de reojo por el problema de rodilla de Mercier o la prominente panza de Ortigoza. Y ni hablar de quienes debían hacer goles, como el treintañero Matos o Blandi que se había ido por la puerta de atrás de Boca Juniors. La esperanza recaían en 4 jugadores, en los jóvenes, Villalba y Correa, quienes sin experiencia demostraban que podían ponerse al hombro el equipo algunas veces, pero en otras ocasiones desaparecían; el eterno Pipi Romagnoli, ídolo azulgrana, pero con una rodilla problemática; y, Nacho Piatti, gran jugador pero con muchas intermitencias que hacía que siempre se lo señale por no poner todo.

La fase de grupo no fue sencilla y San Lorenzo termina clasificándose en los últimos minutos del último partido ganándole 3 a 0 al Botafogo de Brasil pero dependiendo de otro resultado y no del propio. En el ranking de clasificados queda en el puesto 15 de 16, por lo que salvo que se enfrente a Nacional de Paraguay, todos los demás partidos de la fase eliminatoria los debía definir de visitante.

En Octavos, le toca uno de los cucos de la fase de grupo, invicto hasta ese momento, el Gremio de Porto Alegre. Gana de local por 1 a 0 y pierde por el mismo marcador en Brasil. Con una gran actuación de Torrico en los penales gana 4 a 2 y pasa a cuartos de final.

En cuartos de final, se enfrenta nuevamente a un equipo Brasilero, el Cruzeiro de Belo Horizonte. Gana de local 1 a 0 y empata de visitante 1 a 1, lo que le da el pasaje a semifinales, instancia a la que no llegaba desde 1988 y que nunca había logrado pasar.

Se notaba a lo largo que sucedían los partidos del crecimiento del equipo, y por eso se lamentaba mucho que el torneo se deba cortar por el receso mundialista y los caprichos de una Confederación Sudamericana que quiere meter un torneo continental de 138 partidos en solo 3 meses y no durante toda la temporada como hacen otras confederaciones continentales.

Nuevamente todo se complicaba para el ciclón, Piatti no podía jugar sin contrato y es comprado desde Canada para jugar en esa liga, Romagnoli, sin esperanzas de llegar a estas instancias había firmado un pre contrato con el Bahía de Brasil y Correa, la joya del equipo es vendido al Atlético Madrid. Piatti y Romagnoli logran permisos de sus nuevos clubes para jugar lo que restaba de la copa. Correa también pero en la revisación médica le encuentran un problema cardíaco que lo obliga a una operación y lo deja sin poder jugar al futbol por un mínimo de 6 meses.

Luego de la fiebre mundialista, llegan los dos partidos de la semifinal con el Bolivar de Bolivia. En el primer partido en el Bajo Flores, el equipo del Paton es una maquina y se lo lleva puesto al conjunto boliviano ganándole por 5 a 0. Siete días después en Bolivia, se pierde uno a cero. Casi sin sobresaltos, el conjunto azulgrana pasa por primera vez a la final de la copa.

El otro finalista era el Nacional de Paraguay, por lo que el primer partido se jugaría en Paraguay y la Copa tendría dueño luego del partido en el Bajo Flores. Durante el primer encuentro San Lorenzo vuelve a ser muy superior a su rival, pero apenas logra un gol en todo el partido y deja escapar la chance de irse ganador en los 15 segundos finales, por un error de la zaga central que permite a Santa Cruz, delantero paraguayo, hacer el gol del empate.

90 minutos de nervios y la explosión final:

Para los cuervos fue la semana más larga, nunca se espero tanto que vuelva a jugar San Lorenzo, como desde el momento que finalizo el partido en Paraguay. El estadio se lleno desde temprano, faltaba poco más de una hora y en la popular que da a la calle Cruz no entraba ni un alfiler, las plateas norte y sur, estaban casi a tope y el ahora famoso Codo Q (sector que antes ocupaban los hinchas visitantes) explotaba como nunca se lo había visto. Los minutos no pasaban, y los nervios se sentían cada vez más, como si nos los fuéramos contagiando el uno a otro. Para el comienzo del partido, el estadio estaba colmado en su totalidad.

El partido comenzó con el equipo contagiado de esos nervios, Nacional avivado de esto aprovecho y atoro a San Lorenzo y al minuto tenía una jugada clara de gol que termina dando en el palo izquierdo del arquero y saliendo por la línea de meta. Los fantasmas recorrían el Bidegain, y los nervios de afuera y de adentro, hacían que el equipo no pudiera agarrar la pelota. A los 17 minutos, un tiro desde lejos volvía a paralizarnos a todos los cuervos, ya que el mediocampista Torales sorprendía con un disparo que se iba apenas afuera. El Ciclón no se tranquilizaba y Nacional lo aprovechaba. Con el correr de los minutos el conjunto de Boedo, sin ser claro, fue recuperando un poco el terreno y a los 33 minutos luego de un corner, un intento de chilena de Cauteruccio es detenido por la mano de Coronel, el árbitro no duda y cobra penal. El Gordo Ortigoza, como le canta la hinchada cuerva, ejecuto el tiro desde los 12 pasos con una tranquilidad que solo él, en todo el estadio, gozaba. Gol de San Lorenzo y las cosas se encaminaban.

A partir de ahí el conjunto paraguayo, no pudo volver a inquietar a Torrico de forma constante como en los primeros 30, y solo atacaba de forma aislada.
En el segundo tiempo, si bien San Lorenzo tuvo un poco más la pelota, Nacional llego algunas veces más pero sin claridad. El conjunto azulgrana seguía consumido por los nervios, hasta que en los últimos diez minutos de la mano de Romagnoli y Veron, quien reemplazo a Cauteruccio, empezaron a agarrar la pelota con el objetivo de mantener el partido lo más lejos de Torrico posible. Así transcurrieron los últimos minutos hasta que el árbitro Ricci decretó el final.

El Nuevo Gasometro estallo de alegría. Habían pasado 54 años desde aquel primer partido, en la primera copa Libertadores para que San Lorenzo grite Campeón de América. Vino la entrega de la Copa, la vuelta olímpica, el ahora típico festejo de los jugadores de correr hacia la copa y tirarse, y después fue el momento del show de la gente de San Lorenzo.

Los hinchas de San Lorenzo no festejamos como todos los equipos de Capital y Gran Buenos Aires en el obelisco. Sino que le damos al festejo una identidad propia, juntándonos a festejar en la tanguera esquina de San Juan y Boedo. Festejo que se prolongo por toda la noche y por donde pasaron miles de personas. Durante toda la noche cantamos por la copa lograda, por no ser ni de Boca ni de River Plate, nos acordamos del Globito de Parque Patricios, pero también nos acordamos del Real Madrid, el posible rival de llegar a la final del Mundial de clubes que se jugará en Diciembre próximo.

Luego de una noche intensa la fiesta, como diría Serrat, se acabo y cada uno vuelve ser cada cual. Pero los hinchas de San Lorenzo nos reconocemos el uno al otro por esa sonrisa que esta semana no se nos puede borrar de la cara. Y mientras nos olvidamos de las viejas obsesiones, vamos cantando bajito, que al menos en el fútbol: «»¦demostramos que no existen utopías»¦”



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