21/12/2004

IMPA presentó un plan para reactivar la cooperativa

Los trabajadores de la metalúrgica plástica recuperada Impa se movilizaron para exigir al gobierno nacional y a la legislatura porteña el auxilio frente a la deuda de ocho millones de dólares, heredada de la gestión anterior, que los obreros deben enfrentar con el Banco Nación. Exigen subsidios o líneas de crédito para la modernización tecnológica que permita sobrevivir a la cooperativa frente a los monopolios del sector.


Acompañados por el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) junto a trabajadores de fábricas recuperadas, los obreros de la Industria Metalúrgica Plástica Argentina, (IMPA), procesadora de aluminio, se presentaron el pasado 13 de diciembre ante las autoridades nacionales y porteñas para exigir alguna vía de negociación que permita soslayar la garrafal deuda de ocho millones de dólares que la cooperativa debe hacerse cargo. Los trabajadores solicitaron una audiencia con el presidente de la Nación Nestor Kirchner y el Jefe de la ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra a fin de concertar medidas concretas que reviertan la situación de crisis económica en que se encuentra la fábrica.

El pedido se basó en subsidiar u otorgar líneas de crédito para la renovación tecnología de la planta, ya que los trabajadores consideran que «Los monopolios de ALUAR en el aluminio, REPSOL en el plástico, EDESUR en la electricidad, y REPSOL en el gas, combustibles líquidos y garrafas; aprovechando la impunidad jurídica, han aumentado un 40 por ciento los precios en dólares en los últimos 18 meses; al tiempo que la invasión de productos importados ha hecho caer los precios nacionales de venta un 25 por ciento».

IMPA o ALUAR

Desde su creación en 1970, la empresa Aluminio Argentino S.A. (Aluar), perteneciente a la familia Madanes, es la única empresa productora de aluminio primario de la Argentina y una de las pocas del mundo. Su planta está localizada sobre la Costa del Golfo Nuevo en Puerto Madryn, provincia del Chubut, a 1400 km al Sur de la Ciudad de Buenos Aires. Produce aluminio de alta calidad y a nivel competitivo en el mercado internacional. En la actualidad abastece por completo la demanda local y exporta los excedentes a diversos países. Sus exportaciones están en el orden de los 450 millones anuales.

La producción de aluminio primario en la Argentina se inició dentro de un programa público-privado de desarrollo de la industria del sector. La inversión requerida para la instalación inicial de la planta fue de 230 Millones de dólares de 1970 cuyo dineral brotó del Estado Argentino. El proyecto se completó con dos emprendimientos efectuados por el Estado Argentino: la represa y central hidroeléctrica de Futaleufu, que tras su privatización, es de la propia Aluar, localizada en la Cordillera de los Andes, cuya potencia es utilizada en casi su totalidad por ALUAR y junto al Puerto Almirante Storni, vecino a la planta de aluminio, que posee un muelle mineralero y otro de carga general y permite la operación de buques de gran porte, es usado por ALUAR en la importación de materias primas y en la exportación de sus productos.

Cabe destacar que el principal insumo para fabricar aluminio no es la alúmina sino la electricidad. Tanto que la fábrica de Puerto Madryn consume más kilovatios que todo Rosario o Córdoba. Aluar está embarcándose en un proyecto para expandir su producción en 150 mil toneladas anuales, que se agregarían a las 270 mil actuales. Por tanto, la necesidad de generar fuentes de energía adicional provendrá de una hilera de torres que unirán Madryn con la estación transformadora de Choele Choel, por donde pasa una línea que viene de Piedra del Aguila. Con el nuevo tramo, el sistema eléctrico patagónico, hasta ahora divorciado del resto del país, quedaría unido al sistema interconectado. Con la justificación de integrar energéticamente toda la república, el 69 por ciento lo pondrá el Estado, con los recursos del Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Provincial, proveniente de un impuesto sobre la tarifa que pagan todos los usuarios. El gran beneficiario para Aluar, es que sólo pondrá el 31 por ciento, y esto luego de arduas negociaciones, ya que su oferta era de sólo el 20,6 por ciento de los fondos.

Frente a ello, la cooperativa denuncia que:«el Estado Nacional ha subsidiado al monopolio ALUAR desde que nació, hace exactamente 30 años. A lo largo de tres décadas recibió 5.800 millones de dólares en subsidios del Estado Nacional y de los estados Patagónicos bajo distinto tipo de regímenes de tarifas eléctricas subsidiadas, puertos patagónicos y ahora planes de amortización acelerada. La integración vertical de la producción de ALUAR ha destruido 60 PyMES del aluminio entre las que se encuentra IMPA, una de las pocas víctimas que aún resiste. Estos subsidios al monopolio provocan: el retraso tecnológico de las PyMes, la pérdida de fuentes de trabajo, la pérdida de profesionales, la concentración del mercado a favor de ALUAR y sus testaferros, además de la caída del sueldo de los trabajadores.»

IMPA debe enfrentarse a diario con la mega-empresa monopólica ALUAR, subsidiara del Estado Argentino. Aluar habría recibió la cifra de 500 mil dólares por día durante 30 años, a razón de innovación tecnología, disponibilidad financiera y en costo de energía). Ello sumado a nuevos subsidios anunciados semanas atrás.

A Agua y Energía Eléctrica (empresa estatal) se le impuso construir la central de Futaleufú y el sistema de transmisión transpatagónico hasta Madryn. El suministro de esa energía quedó a salvo de todo gravamen. Sin contar esta ventaja, el precio de la electricidad fue para Aluar (dato de 1983) un 43 por ciento inferior al promedio pagado por los demás consumidores. Se dispuso que si a diciembre de 1974 Aluar no pudiese disponer de la electricidad de Futaleufú por retraso en la obra, recibiría una indemnización diaria de 60 mil dólares (de hecho, Futaleufú se concluyó cuatro años después). La exportación de aluminio recibió un subsidio aduanero (reembolso) del 10 por ciento, más otro 10 por efectuarse desde un puerto patagónico, más otro 5 por ciento por dirigirse a «nuevos mercados». A todo esto hay que agregar los beneficios tributarios otorgados a la empresa por la provincia y el municipio.

Exigencias al Estado.

Por tal motivo, los trabajadores presentaron un plan para reactivar la producción. Entre sus puntos más destacados se encuentra el pedido de que el Estado se haga cargo de los servicios de energía eléctrica, gas y agua por 10 años, de las empresas que manufacturan aluminio en Capital, además de impulsar un Fondo de Modernización tecnológica de las PyMES del Aluminio de 50.000.000 de pesos con un impuesto a ALUAR. Otro de los planteos refiere a la exención de ABL e Ingresos Brutos a todas las PyMES del Aluminio. En cuanto al Banco Nación exigen que se otorgue una línea especial de capital de trabajo con 2 años de gracia a las PyMES de aluminio.

En lo que refiere a las importaciones, IMPA exige que se eleve los aranceles a un 30 por ciento de los productos importados desde el MERCOSUR hasta que se equilibren los costos laborales por mercadería vendida de Brasil y Uruguay, como así en un 50 por ciento a los productos chinos.

Tales condiciones de mercado y monopolización fueron las generadoras de que la metalúrgica plástica se presentara a concurso en 1997 con 8.000.000 de dólares de deuda. Hoy exigen que el Estado Argentino resarza la situación de IMPA y el resto de las Pymes que necesitan del aluminio para producir.

Más beneficios para Aluar en detrimento al pueblo

Al presente, el gobierno de Santa Cruz, encabezado por el gobernador Sergio Acevedo, está dispuesto a reflotar un viejo anhelo de las administraciones locales: lograr que la empresa Aluminios Argentinos (Aluar) instale una planta en la provincia. Se estudia la posible instalación en Puerto Santa Cruz, ubicado sobre la desembocadura del río Santa Cruz. A sus orillas se prevé construir las dos centrales hidroeléctricas para proveer a la planta de la energía necesaria para la producción de aluminio.

En el primer semestre del próximo año se licitará la obra de construcción del Sistema Uno, La Elena, integrada por tres represas. Luego se licitará la obra del Carrenleufú, Sistema Dos, integrada por otras tres represas y un dique

Fuentes oficiales estimaron que la producción ascendería a 310.000 toneladas de aluminio primario al año [35.000 toneladas más que la producción de Puerto Madryn, lo cual significaría una exportación de 520 millones de dólares anuales.

Por su parte, miembros de la comunidad mapuche Pillán Mahuza en Corcovado, provincia de Chubut, denunciaron la «amenaza de muerte que recae sobre nuestro hermano de existencia milenaria llamado río Carrenleufú», conocido también como rio Corcovado. «Nos negamos terminantemente a salir de nuestro territorio. Nos negamos a permitir semejante crimen contra la naturaleza. Sabemos que el grupo empresarial Santander, español, accionista de ALUAR, está detrás de esta obra.»


Para más información:

Eduardo Múrua: (presidente MNER) 15-524-76195

IMPA La Fabrica Ciudad Cultural

Querandíes 4290. tel: 4 983- 5786.

www.impa-lafabrica.com.ar

lafabricaciudadcultural@infovia.com.ar



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