10/12/2004

Boletín Red-Acción Capital-Norte: Alerta en Parque Patricios por la demolición de la cárcel de Caseros

fotocarcelcaseros.jpg Y además las siguientes notas:

 MTR La Dignidad: Movilización y ocupación de nueve CGP.

 Nueva vida al dial: Nace Radio Libre

 Centro Comunitario La Alameda: «Estaban tratando de quemar la bandera boliviana»

 Debaten los vecinos del Parque Centenario. El Gobierno de la Ciudad y la «remodelación» de los espacios verdes.


REDACCIÓN CAPITAL-ZONA NORTE – Diciembre de 2004

1. Operaciones de guerra en pleno Buenos Aires. Alerta en Parque Patricios por la demolición con explosivos de la cárcel de Caseros.

El Gobierno de la Ciudad quiere demoler con explosivos la cárcel de Caseros. En medio de una zona residencial y rodeada de hospitales, la cárcel de Caseros ya tiene fecha para ser derrumbada con explosivos sumamente peligrosos para la salud y el medio ambiente. Mientras las autoridades pretenden avanzar con el proyecto, los vecinos de Parque Patricios se organizan para impedir las trágicas consecuencias de una medida arbitraria.

«¿Si nos pasa algo, quién se va a hacer responsable?», se preguntan los vecinos del barrio de Parque Patricios, ubicado al sur de la Capital Federal. Desde el cierre de la cárcel en el año 2000, existe una voluntad generalizada en la demolición del edificio. Pero el problema se instaura alrededor del riesgoso método elegido unilateralmente por las autoridades, el cual no sólo pone en peligro la salud y el medio ambiente, sino que además amenaza la vida de los pacientes internados en los hospitales que rodean el edificio. Por su parte, el Gobierno de la Ciudad, en lugar de atender las necesidades de la población, pareciera privilegiar el negocio creado junto al Ejército alrededor de la explosión y la venta inmobiliaria.

Eduardo Hernández, presidente del Agrupamiento de Ingenieros Ecologistas (AIE – CENATTEV), explica que la voluntad gubernamental de llevar adelante la explosión existe desde 1999, pero que fue frenada por la gran cantidad de objeciones planteadas por los especialistas. «Se trata de más de 50.000 toneladas que al caer al piso producen un temblor similar al de un sismo», explica el ingeniero.

Se estima que el impacto generará dos ondas expansivas, una onda aérea, que contaminará el aire con polvo y partículas cancerígenas, generando una multiplicidad de enfermedades a largo plazo, sobre todo pulmonares, y una onda subterránea, la cual puede causar roturas de vidrio y rajaduras en los edificios.

Esto quiere decir que puede haber fracturas, fisuras, y hasta caídas de algunos techos. Algunos vecinos comentan que durante recitales y partidos de fútbol realizados en la cancha de Huracán, los edificios «tiemblan» por la onda sonora y los saltos del público. Si estos temblores son ocasionados apenas por vibraciones menores, cabría esperar que el impacto de la explosión produzca movimientos significativamente mayores.

Existe también el riesgo de que la explosión dañe las cañerías y conductos de agua, como el acueducto de Paitoví, que atraviesa la calle pichincha, llegando hasta Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Si llegara a fracturarse ese acueducto, toda la localidad quedaría absolutamente sin agua.

Una verdadera amenaza para los hospitales

La cárcel de Caseros se encuentra rodeada de centros hospitalarios como el Hospital Gárraham, el CENARESO, el hospital de Gastroenterología «Udaondo», el Hospital Británico y la maternidad Sardá. Estos hospitales, en su mayoría públicos, no podrán ser evacuados en su totalidad, ya que cuentan con un gran número de pacientes en estado crítico, cuyo traslado es sumamente riesgoso.

Por otro lado, el hospital Gárraham (ubicado a sólo 50 metros de la Cárcel) es de por sí inevacuable, ya que posee más de 180 camas de terapia intensiva. Esto equivale a la cantidad que poseen todos los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires en su conjunto. Si se llevara a cabo la explosión, ¿dónde se internarían los chicos de terapia intensiva del Hospital Gárraham?

Otra de las preocupaciones gira en torno a la salud de los pacientes, ya que la explosión expandirá polvo, asbesto y distintos microorganismos que afectarán especialmente a quienes tienen las defensas inmunológicas bajas, (personas con transplantes, oncológicos, SIDA, etc.). El 80% de los pacientes del CENARESO tiene HIV positivo. Se trata de inmunodeficientes por cuya salud las autoridades no parecieran preocuparse.

Un negocio redondo

Un estudio serio sobre impacto ambiental investigaría con la misma profundidad todas las alternativas de realización de la demolición. Pero el Gobierno de la Ciudad, sospechosamente, privilegia sólo el método de la explosión. Pese a que la Constitución de la Ciudad, en su artículo 58 establece que las universidades nacionales son consultoras preferenciales, todos los estudios fueron hechos por empresas y universidades privadas. Esto invita a pensar que existen intereses específicos creados alrededor de la explosión, gracias a la cual el Ejército Argentino será el principal beneficiario, ya que cobrará aproximadamente 8 millones de pesos para llevarla a cabo.

Otro punto oscuro es el de la futura utilización del espacio. El predio sobre el cual está construida la cárcel es propiedad del Estado Nacional. Sin embargo, hasta ahora no hay ninguna confirmación que asegure para los vecinos el patrimonio público de la zona.

Demolición manual: menos riesgos, más trabajo

«Preferimos que la municipalidad gaste en salarios y no en indemnizaciones por los daños de la explosión», explican los vecinos de Parque Patricios. Y es que la demolición manual implicaría menos riesgos y más puestos de trabajo para la población.

Según explica Arturo Belda, maestro mayor de obras, «el gobierno no tiene argumentos suficientes en contra de la demolición manual, porque luego de la explosión, remover 50 mil toneladas de hormigón armado implicaría el mismo trabajo que tirarlo abajo manualmente». Pero en lugar de estudiar estas posibilidades, las autoridades las descartan en bloque.

Los vecinos se organizan

Los vecinos de Parque Patricios están realizando una campaña de concientización y difusión del problema. Todos los jueves a las 19 hs., en «Frente Unidos del Sur», Combate de los Pozos 1986, se llevan a cabo reuniones para darle una solución entre todos.

Contactos: Patricia Flores 15-5156-6968 / compadresdelhorizonte@yahoo.com.ar / parquepatricios2004@yahoo.com.ar. Para más información: www.frenteunidosdelsur.cjb.net


2. Movilización y ocupación de nueve CGP.

El Movimiento Teresa Rodríguez (MTR) La Dignidad, junto a vecinos de distintos barrios, ocuparon nueve Centros de Gestión y Participación de la Ciudad de Buenos Aires. Entre otras cosas, obtuvieron materiales para la construcción de viviendas y ambulancias. Mucha participación popular y escasa gestión de sus necesidades.

Dentro del gran arco de movimientos de desocupados hay diferentes reivindicaciones, de las cuales algunas son comunes a todos, como el pedido de mayor cantidad de planes, de alimentos y trabajo. Sin embargo, van surgiendo diferentes caminos para intentar obtenerlas.

El MTR La Dignidad avanzó por la vía de la movilizaron y posterior ocupación de nueve Centros de Gestión y Participación (CGP) de la Ciudad de Buenos Aires. Estos centros suponen ser la descentralización del gobierno municipal en distintas zonas de la Capital Federal para que los vecinos acerquen sus reclamos. Dos integrantes del movimiento, Lucho y Mapuche, contaron a RedAcción cómo fue la trastienda de la negociación de ese viernes 14 de octubre, cómo surgió la iniciativa, los logros obtenidos y el trato de los funcionarios para con los trabajadores desocupados.

En principio, fueron por las reivindicaciones de las áreas de salud, emergencia habitacional y emergencia alimentaria, con un énfasis particular en el reclamo por la libertad y desprocesamiento de todos los presos políticos.

Lucho cuenta que «nosotros fuimos con una reivindicación que es ‘basta de los punteros políticos’, porque cuando hicimos las asambleas barriales, que es de donde salieron los petitorios, la mayoría de la gente decía ‘sí, están bajando material de construcción, pero se lo reparten entre los afiliados de algunos partidos o lo reparte el jefe de la villa para su gente o para su familia’. Pero no hay transparencia cuando se bajan las cosas, no hay transparencia cuando se reparten, ni en el traslado de las cosas, y nunca dejan en claro qué cantidad es la que bajan, ya sea de comida, de materiales de construcción, cloacas e inclusive en centros de salud».

Las demandas que llevaron las 750 personas que movilizaron a los CGP -si bien también encauzaban parte de las necesidades del movimiento-, surgieron de asambleas populares que se armaron en los barrios, donde participaron vecinos no nucleados en el MTR; por ejemplo participó un grupo de vecinos que tienen problemas de emergencia habitacional por el hacinamiento en los hoteles donde viven.

A pesar de que el CGP es el lugar donde se encauzan las demandas de la población, cuando el MTR-LD estaba allí, con su gente adentro, las respuestas no aparecían, ni siquiera estaban los directivos. Gracias a la gran participación que tuvo la actividad, se logró un diálogo directo con la jefatura de gabinete del Gobierno de la ciudad.

Allí lograron múltiples reuniones por las distintas áreas. «Nosotros decimos políticamente que hay una necesidad, y ellos lo llevaron a reuniones de tipo técnicas, ‘bueno, quieren salas de salud, vayan a hablar con la secretaria de Salud, o con el SAME (Servicio de Atención Médica de Emergencias); si quieren materiales de construcción vayan a Promoción Social’ y así fueron saliendo varias reuniones».

De acuerdo a lo relatado por Mapu, mediante esta acción, consiguieron la entrega de ambulancias para el Barrio Inta y para Villa Soldati -que al ser reivindicaciones barriales no quedan para el movimiento, sino para los barrios-. Además, consiguieron los materiales para la fabricación de 15 casas destinadas a los habitantes de diferentes villas, la mano de obra queda a cargo de los beneficiarios. También obtuvieron los materiales para las refacciones de las casas que ya están construidas pero que no están bien terminadas, además de las cañerías para agua y cloacas en diferentes villas.

El MTR- La Dignidad tiene diferentes Unidades Territoriales (UT) en la Ciudad Autónoma de BsAs: en Mataderos, Lugano, Colegiales, La Boca, Once, Villa Crespo, Soldati (dos UT), Bajo Flores (tres UT), Barracas (dos UT), Retiro (dos UT), Abasto (dos UT), Almagro (dos UT), Palermo (dos UT y un jardín maternal). Además hay Unidades Territoriales en la Matanza, en Zona Sur del conurbano bonaerense, y en las provincias de Jujuy y Corrientes.

Contacto MTR-La Dignidad: casadelpueblovc@hotmail.com


3. Nueva vida al dial: Nace Radio Libre

Los primeros días de noviembre comenzó a transmitir Radio Libre, tras dos años de preparación y gestación. Con las premisas de construcción colectiva y comunicación alterativa, empieza a plasmarse desde el 99.3 del dial la propuesta de una comunicación profunda y audaz.
«La imagen sería como una antena de la cual parten infinitos hilos que producen una telaraña que teje puntos de contacto entre todos los que quieran quedar enlazados. Quedar atrapado en Radio Libre es maravilloso», propone entusiasmado Carlo Pelloli, uno de los impulsores del proyecto.

Para explicar la tensión que se produce cuando ingresa un nuevo miembro, Pelloli recurre a una analogía: «Viene gente con un imaginario como el del trueque. Al trueque venían miles de personas, pero venían como individuos; al momento decirles: ‘¿Por qué no te asocias con aquel?’. ‘Ah no, yo no quiero que me caguen’. Si no se lograr romper ese molde individualista, la radio perdería lo más sustancioso: ser un espacio de articulación entre colectivos y de organización de colectivos».

La asamblea de la radio se junta los sábados por la tarde y define las tareas que realizarán los diferentes grupos de trabajo que se reúnen a lo largo de la semana. La organización aspira alcanzar el vértice justo entre la horizontalidad y verticalidad, de manera tal de construir en conjunto pero avanzando. «La ‘línea’ se hace en el desarrollo del trabajo. Obviamente que hay un ideario mínimo. Primero, gestión democrática, espacio de participación donde todos tienen derecho y obligación de participar. Pero con un ritmo y un grado de organización que no es la permanente asamblea que debate todo», define Carlo.

Desde un estudio construido con sus propias manos y con equipos prestados, Radio Libre quiere incursionar en otros soportes. Empezaron a pensar en una radio, la concretaron y, además, ya tienen una página de internet (www.radiolibre.org.ar). El dinero no es el primer obstáculo: «Si hay sujetos sociales que sustenten los proyectos, la plata se consigue», piensan en Radio Libre a partir de la propia experiencia.

«Una mezcla de organización colectiva amplia que tuviera algo que ver con las experiencias de redes y autogestión, y que también abarcara niveles de trabajo social y debates políticos y participación política, desde la idea de autonomía del pueblo pero dándoles cabida a las expresiones de la militancia», comenta Pelloli al describir el horizonte que día a día cimientan.

«En estos dos años -evalúa Pelloli- aprendimos que es muy difícil sostener el rumbo. ¿Qué es sostener el rumbo? Si no tenemos vocación de poder en tanto construcción colectiva, esto no cambia más y es sopa todos los días. Ser tozudos en la propuesta, saber comunicarla inteligentemente y divertirnos. Eso aprendimos».

CONTACTO

Radio Libre 99.3 Mhz. / www.radiolibre.org.ar / radiolibre@mutualsentimiento.org.ar / Federico Lacroze 4181 2° piso / Asamblea Sábados 15hs.


4. Centro Comunitario La Alameda: «Estaban tratando de quemar la bandera boliviana»

El día 2 de octubre a la madrugada un grupo nazi autodenominado Ultra Buenos Aires atacó el Centro Comunitario La Alameda. Allí comen 150 personas, entre los que se encuentran numerosos integrantes de las comunidades boliviana y peruana.

La Alameda está ubicada frente al Parque Avellaneda, en Floresta, en la esquina de Lacarra y Directorio. Es un espacio recuperado por la Asamblea 20 de diciembre, que reclama la expropiación desde hace más de dos años. A partir de esto están enfrentados con miembros de la liga de rematadores, ansiosos por el inmueble, y con aquellos que actúan como su mano de obra represiva, tanto a la luz como en las sombras.

Por la supuesta vía «legal», fue la misma policía con una dudosa orden de desalojo quien detuvo a 14 asambleístas el 16 de junio de este año, una semana antes de que se trate la expropiación en la Legislatura porteña. La ley fue aprobada, pero el Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, la vetó en una «manifiesta discriminación política porque no lo apoyamos. Acá tenemos días en los que no nos llega la comida», afirman miembros de la asamblea.

Rogelio es asambleísta y participa activamente para que el comedor funcione. Cuenta que «el 2 de octubre a las 3 de la mañana estábamos los serenos y sentimos que había gente hablando en la vereda. De repente vi que tenían un palo largo con llama en la punta. Estaban tratando de quemar la bandera boliviana. Cuando golpeo la ventana desde adentro salieron corriendo como diez personas. Cuando salimos había una esvástica pintada en la pared. Directamente ni hicimos la denuncia en la comisaría 40 porque ellos los amparan y saben quiénes son los que hostigan a la gente por el barrio y que no hacen nada. Esto es un gesto claro de xenofobia porque acá, junto a la bandera argentina, está la bandera boliviana y la de los pueblos originarios».

En este centro comunitario trabajan todos los que integran la asamblea. «Nos reunimos los jueves a las 18 hs. No tenemos gente pagada para hacer la comida o limpiar. Somos nosotros mismos los que lo hacemos. Hacemos una lista de personas por días, incluso para los días en los que hay eventos de fin de semana», explica Rogelio. Entre quienes participan del centro comunitario hay gran cantidad de hermanos de Bolivia (un 50 %) y hermanos del Perú (10 %), según informa la asamblea. Mediante las actividades que se realizan allí se intenta dar respuesta a las necesidades de alimentación y trabajo que tienen los vecinos.

«Acá hay 150 personas que reciben almuerzo y merienda de lunes a sábado. De ellos hay 60 que son chicos. El sábado hay más chicos porque no hay comedor en las escuelas. De los 90 adultos que vienen a comer, 60 son asambleístas. La mayoría de ellos colaboran en las tareas que se necesitan para que funcione el comedor», detalla Rogelio.

La Alameda, que existe desde el 8 de junio de 2002, también se constituye como cooperativa de trabajo. Los vecinos se suman a las áreas de panadería, taller textil, parrilla, taller de artesanías, vivienda y próximamente copiado e impresión.

Para contactarse: asambleaparqueavellaneda@hotmail.com, lacarra728@hotmail.com, 15-5326-0457.


5. Debaten los vecinos del Parque Centenario. El Gobierno de la Ciudad y la «remodelación» de los espacios verdes.

Luego de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires expresara las tareas que pretende realizar en el Parque Centenario, los vecinos de la zona junto a organizaciones sociales comenzaron a reunirse para evaluar críticamente las futuras obras y para pensar cómo tendría que funcionar este espacio público.

Un grupo de organizaciones sociales de los barrios de Almagro y Caballito convocaron a los vecinos a un debate abierto para decidir sobre el proyecto que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quiere implementar en el Parque Centenario. La actividad se desarrolló el viernes 5 de noviembre en Angel Gallardo 752, donde se reúne habitualmente la Asamblea Popular Cid Campeador.

Entre las tareas que proyecta el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para el Parque Centenario a partir de los primeros días de enero, están: enrejar el parque, crear un anfiteatro donde actuarán los que tengan permisos del gobierno, incluso con una boletería que cobraría entradas en un espacio actualmente gratuito, prohibir la venta de artesanías y la venta ambulante y también implantar patios de comidas rápidas.

En el Parque Centenario se realizan hoy numerosas actividades, principalmente la feria de libros, la feria de artesanos y los vendedores ambulantes, que expresan una realidad social que se desprende de la crisis de trabajo. Estas actividades son las diferentes formas de subsistir que encuentra la población. Todos ellos quedarán fuera del proyecto que el gobierno desea establecer en el Parque Centenario.

Por ese motivo, los Trabajadores del Anfiteatro de Parque Centenario, IMPA, CTA territorial Almagro-Caballito, Asamblea Popular Cid Campeador, Asociación Taxistas de Capital (ATC) y FM 88.7-Radio La Tribu convocaron al debate abierto a los vecinos para que se pueda dialogar y proponer las actividades que ellos imaginen, y no las que el gobierno pretenda. Los panelistas que participaron fueron el actor Norman Brisky, Alfredo Grande, médico psicoanalista y Alfredo Mofatt, psicólogo social y arquitecto.

Lo que establecieron los vecinos de la zona es que «el parque debe ser más cultural»: desarrollar murgas, obras de teatro, espectáculos de titiriteros o de artistas callejeros, entre otras actividades, pero que sean barriales, no que vengan «desde arriba», es decir desde el gobierno.


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1. Periódico RedAcción.
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2. Boletines Zonales.
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4. Envío de Comunicados a medios nacionales y zonales en el marco de movilizaciones, conflictos y luchas populares.

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