Aguante Cultural Solidario
Actos culturales al calor del fuego y el compás de los tambores el viernes por la noche y en la madrugada del sábado en el Puente Pueyrredón.
En el marco de las actividades que se realizan en el Puente Pueyrredón a dos años de la Masacre de Avellaneda, desde las 23 de ayer y hasta la madrugada de hoy se realizaron varias actividades culturales con un fuerte razgo indigenista que comenzaron cuando integrantes del programa radial Giro a la izquierda, emitido por FM La Tribu (88.7) comenzaron su emisión en vivo por esa sintonía y en paralelo con la Radio La Gomera de Cláypole, que transmitió de forma alternada con las bandas de música y animando el festival.
La noche estuvo a pura música a cargo de bandas como el grupo de cumbia piquetera Santa Revuelta, y al ritmo de los tambores de Contraviento, Chala Rasta, El Negro Mileto y Los Nadies, entre otros. Este emotivo acto cultural contó con intervenciones poéticas y proyecciones de documentales producidos por el colectivo de noticias independiete Indymedia y el movimiento Aníbal Verón. El sonido estuvo garantizado por la TV Piquetera.
Antes del amanecer, cuatro integrantes del movimiento Indígena por Territorio y Libertad desde los Derechos Cósmicos realizaron una ceremonia simbólica de Inti Raymi (año nuevo) de agradecimiento al tata Inti y la Pacha Mama (el sol y la tierra). Los representantes de varios pueblos originarios fueron recorriendo los distintos grupos que intentaban combatir el frio de la madrugada con fogatas, frazadas y mate para que «los compañeros participen en la ceremonia y puedan compartir lo que piensan y lo que les pasa».
De a pequeños grupos fueron subiendo al puente y formaron un círculo. Enrique, Pachac y Mario iniciaron la ceremonia haciendo sonar sus erquenchos y potutos (cuernos) para saludar a los cuatro puntos cardinales. La ceremonia se realizó con la explicación de cada uno de sus momentos. Antes de finalizar, hablaron sobre la situación de los pueblos originarios e invitaron a otras presonas a que comenten la situación de cada uno.
Luego todos los participantes quemaron hojas de coca en una vasija y elevaron sus manos para recibir los rayos del sol que en ese mismo instante se dejó ver entre las nubes que cubrían el cielo. Uno de los realizadores explicó que el intento de esta ceremonia fue comprender las similitudes entre las luchas de los pueblos originarios y los piqueteros ya que «los pueblos originarios tienen más de 100 millones de hermanos muertos por los mismos que hoy someten a la clase obrera y a los pobres».